Los movimientos socioambientales por la lucha de los recursos naturales de Argentina

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Los movimientos socioambientales por la lucha de los recursos naturales de Argentina.

Incendios en el Delta del Paraná: Ley de Humedales

INTRODUCCION.

Es de conocimiento mundial que nos encontramos pasando por un momento crítico, no solamente por los efectos de la pandemia de coronavirus (COVID-19) sino también por el calentamiento global y las crisis ambientales que azotan al mundo desde hace ya varios años. En Argentina particularmente, este año se vivió una de las emergencias ambientales más grandes, ya que más de la mitad de sus provincias se vieron y algunas aún se ven afectadas por los distintos incendios forestales producidos en diversos lugares.

Los recursos humanos no dan abasto para combatir las llamas, la biodiversidad de nuestros ecosistemas se ve afectada profundamente como así también la seguridad, la salud y vivienda de los habitantes argentinos. Entre julio y noviembre de 2020 las consecuencias negativas para provincias como Santa Fe, Corrientes, Córdoba, Buenos Aires, Entre Ríos, La Pampa, San Luis, Santiago del Estero, Misiones, Catamarca, La Rioja, Salta, Jujuy, Chaco, Formosa y Tucumán fueron enormes, pero muy poco mostradas en medios masivos de comunicación, lo que hizo cuestionar el interés por parte del gobierno en estos temas.

Actualmente en Argentina hay un espeso cuadro de normativas en materia de protección ambiental para que el Gobierno Nacional, en conjunto con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el Ministerio de Seguridad, los gobiernos provinciales y locales pueda generar un plan de manejo contra el fuego para la prevención y combate de incendios. Cabe mencionar que la legislación vigente permite que los órganos judiciales actúen previniendo investigando y de ser necesario, sancionando a los responsables. Pero estas normativas no son suficientes y eso quedó rotundamente demostrado este 2.020, en donde los movimientos socioambientales argentinos alzaron su voz más que nunca solicitando que se ponga en vigencia una ley que realmente cumpla con la protección de los recursos naturales en territorio argentino.

Este trabajo pretende demostrar la importancia de los movimientos sociales y ambientales respecto a la crisis ecológica que azotó a Argentina este año con todos los focos de incendios que se generaron, precisamente, en el Delta del Paraná que es el más afectado desde comienzo de año. Cabe mencionar que esta catástrofe pudo haberse evitado si existiese una normativa que proteja realmente estos ecosistemas.

DESARROLLO.

Maristella Svampa, socióloga argentina dedicada al estudio de los movimientos sociales en su libro “Cambio de época, movimientos sociales y político” nos explica que estos movimientos se basan en los que ya existen y comparten ciertos rasgos (territorialidad, acción directa, democracia asamblearia, la demanda de autonomía y el carácter intersectorial de su composición y la multiescalaridad del conflicto).

De una manera mas reciente, Svampa explica que “a partir de las nuevas modalidades que ha adoptado la lógica de acumulación del capital, el territorio aparece en el centro de los reclamos de las movilizaciones y los movimientos campesinos, indígenas y socioambientales. Las acciones … se inician con reclamos puntuales, cuestionando a un modelo de desarrollo considerado monocultural y destructivo… Las movilizaciones socioambientales son proclives a desarrollar formas de acción directa y nuevas estructuras de participación flexibles, no jerárquicas que subrayan la horizontalidad y la profundización de la democracia” (SVAMPA, Maristella; Cambio de época: movimientos sociales y poder político, 2008)

En este último tiempo, en Argentina se han iniciado grandes demandas de parte de muchos sectores y movimientos, como lo son la lucha el movimiento obrero frente a la situación económica pasada y actual; el feminismo frente a la falta de normativas para las mujeres o los movimientos socioambientales frente a los diferentes problemas existentes en el país (incendios, soja transgénica, inundaciones, minería, entre otras más).

Entre los años 1960 y 1970 el ambientalismo era algo que recién estaba empezando a surgir, existían algunos sectores que participaban de debates internacionales. Algunas asociaciones surgieron durante la dictadura (1976-1983) por lo cual su enfoque se mantenía apolítico debido a la represión que existía en esas épocas. Luego de la caída de este régimen tuvieron una politización rápida lo que sumó para su crecimiento.  Fueron estos movimientos quienes cuestionaron la cultura política de esos años y trajeron nuevos valores, métodos, perspectivas y enfoques, enfrentando de igual forma muchos problemas y obstáculos. Si bien estaban influenciados en su mayoría por lo que sucedía en el resto del mundo, este movimiento enfrentó el dilema de tratar asuntos ecológicos en sociedades, en su mayoría, con altos niveles de pobreza. En los 80’ empiezan a organizarse redes entre organizaciones ambientalistas, tal es el caso de RENACE (Red Nacional de Acción Ecologista), la Fundación Vida Silvestre y la FARN (Fundación de Ambiente y Recursos Naturales), a las cuales se les suma Greenpeace, ONG a nivel internacional. Desde 1990 empieza a existir una jerarquización burocrática cuando surge la Secretaria de Ambiente de la Nación, continúan creciendo organizaciones relacionadas con el ambiente y empieza a haber una sanción de leyes propiamente ambientales.

La emergencia de los movimientos socioambientales empezó a gestarse en Argentina desde inicios del año 2000 en forma de asambleas de vecinos autoconvocados y otros colectivos sociales. El que mas se hace notar son las asambleas en contra de la megaminería. Gracias a la renovación que generaron estos movimientos de contenidos respecto a la causa ambiental, se generó también una facilitación de vínculos entre demandas de varias asociaciones, movimientos y organizaciones sociales.  Desde entonces siempre ha existido una gran lucha en contra de la destrucción a grandes escalas del territorio argentino.

Situándonos en este año, el 2.020, un año caótico, hemos visto en estos últimos meses, la inacción que existe por parte del gobierno contra la destrucción de los recursos naturales como lo es el Delta del Paraná, uno de los humedales más grandes del mundo, en donde los incendios no cesan desde principios de año. Esta región abarca una superficie aproximada de 17.500 km2 y se extiende a lo largo de tres provincias, Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe. En esta zona predominan los exosistemas de humedal, tiene una gran riqueza ecológica y biogeográfica.

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