100 mitos de la historia de México

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Introducción

Desde que somos niños  y comenzamos a asistir a la escuela, nos empiezan enseñar algunas cosas sobre la historia de nuestro país, incluso llevamos una clase especial para ello a lo largo de nuestra educación escolar básica. En ésta nos llenan de fechas que dicen son importantes y debemos memorizar, así como nombres de personajes que hicieron algo bueno, malo o importante para nuestro país.

  100 Mitos de la historia de México definitivamente no es una novela,  es más bien una lectura en prosa que nos revela algunas de las verdades más ocultas de nuestra historia como por ejemplo de héroes, villanos, patriotas, batallas y algunos logros que nos han dado a conocer desde pequeños pero que no podemos estar seguros de si lo fueron o no. El autor Francisco Martín nos da también a conocer un lado diferente de ver los hechos que nos deja más en claro el tema y su justificación.

Absolutamente todo el libro es muy interesante,  pero en este ensayo me gustaría escribir sobre los capítulos que me parecieron más impactantes por decirlo así, aunque también quiero destacar que para mí ningún capítulo es más relevante que otro ya que en cada uno hay una cosa nueva por aprender.

100 MITOS DE LA HISTORIA DE MÉXICO

ENSAYO FINAL

Uno de los capítulos que definitivamente me impactó fue el número dos, titulado “La virgen de Guadalupe existe”. En este capítulo el autor narra un tema muy importante para los mexicanos,  una serie de eventos que estoy casi segura nadie sabe sobre la virgen y su supuesta aparición en el cerro del Tepeyac a Juan Diego. Nos habla sobre como los mexicanos año con año gastan, lo que con mucho esfuerzo ganan, en ir a visitar la basílica y también hay una parte muy interesante donde dice que no se tiene un registro oficial sobre la cantidad de dinero que ésta reúne.  Algo muy interesante sobre Juan Digo es el ayate con la imagen de virgen que se supone apareció por medio de un milagro, el ayate era una tela de fibras de maguey que los indígenas se colgaban de los hombros hasta las debajo de las rodillas, pero éste tiene un largo de 1.80 metros, así que Juan Diego debió haber medido por lo menos 2.5 metros para poder usarla, además, por un estudio al ayate, se descubrió que no está hecho de fibras de maguey, sino de fibra de lino.

La virgen de Guadalupe no es mexicana y tampoco fue vista por primera vez por Juan Diego, es española y fue encontrada tal vez por Gil Cordero, una vaquero que encontró una imagen de la virgen a la orilla de un río y fue nombrada protectora de los indios. Llegó a México junto con Hernán Cortés y nos la dejó como un legado. Cuando los españoles llegaron a colonizar, lo primero que hicieron fue quitar todos los dioses de los indígenas y sustituirlos por sus santos, se dice que esto fue lo que sucedió con Tonantzin, que era la madre de dios según la mitología prehispánica, fue sustituida por la virgen de Guadalupe.

Es muy interesante como aunque existen pruebas de que todo es una gran mentira, el gobierno y la iglesia sigan apoyando a la que la gente crea en eso y es todo por una sola razón: les conviene porque mientras estamos ocupados creyendo en eso, ellos pueden manipularnos a su antojo.

Digo que este capítulo me impactó porque yo soy una persona creyente de la virgen, y después de leer eso me quedó una gran duda sobre si algo en lo que creo es verdad o no, pero en estoy completamente de acuerdo con el autor en que la gente debería dejar de rezar para que un tercero venga a solucionarle sus problemas porque eso sólo nos lleva a la inmovilidad y a la miseria, en lugar de eso debería trabajar en ello para lograrlo.

El segundo capítulo que me gustó mucho fue “Malinche, la gran traidora”  donde nos dice que la Malinche es o de nuestros más grandes odios para nosotros los mexicanos porque  representa todo lo que no debe hacerse ya que ella nos traicionó. Ahí mismo parafrasea una parte del libro de Octavio Paz “El laberinto de la soledad”  donde también nos habla de la Malinche, cosa que me gustó mucho porque ese fue mi parte del libro cuando lo leí hace ya un año. Me gustó mucho porque hace referencia a una palabra que para los mexicanos es algo así como el pan de cada día, me refiero a la famosa “chingada”.

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