7 Semillas
Enviado por matiasmf • 5 de Mayo de 2014 • 3.875 Palabras (16 Páginas) • 261 Visitas
Capitulo 1
Ignacio Rodríguez , es el gerente general de R y G, trabajaba 18 horas diarias, bebía mucho alcohol, fumaba mucho y no practicaba deporte y era un hombre con muchos problemas en el trabajo.
Un día Ignacio se enfureció, gritó y lo insultó a su gerente de ventas que había renunciado momentos antes y esto le ocasionó un preinfarto que lo condujo a la clínica. Al cabo de unos días Ignacio se recuperó, pero el médico le recomendó cambiar su forma de vida. Que se relaje! Que medite! Para ello le fundamentó con investigaciones científicas. A Ignacio siempre le pareció tonto pero las explicaciones científicas lo hizo pensar y le comunicó a su esposa sobre las recomendaciones del médico y ésta se alegró y le dio la dirección de un maestro hindú.
Al cabo de un mes Ignacio se sentía muy bien pero ese día recibió la noticia que habían perdido una cuenta importante y empezó a gritar e insultarlo a su jefe de ventas. En medio de todo este escándalo sintió un dolor en el pecho y se asustó. Inmediatamente se dirigió a la casa del gurú hindú.
Cuando llegó se estaba arrepintiendo, sentía vergüenza que las personas lo viesen ahí. Finalmente un joven lo hizo pasar al interior donde se encontraba el maestro, que era un señor delgado y trigueño, con túnica color azafrán. El gurú le preguntó varias veces a Ignacio por que había ido a buscarlo y éste dio varias veces la respuesta que quería aprender a relajarse, pero el maestro le preguntó una vez más cual era el verdadero motivo que lo condujo hacia él y la respuesta de Ignacio fue que todo esto era una pérdida de tiempo y se disponía a retirarse. Pero el maestro le preguntó si era feliz, pues esta pregunta lo enfureció a Ignacio respondiendo que él era un empresario exitoso y enumeró sus posesiones a lo que el maestro le respondió que él solo quería saber si se sentía feliz, esto ocasionó que le saliesen las lágrimas a Ignacio. El maestro había irradiado amor . Ignacio se sentía muy cómodo. El maestro le explicó que la felicidad no se compra sino se siente y el que siente es el espíritu, entonces ahora debía aprender a generar felicidad en su vida.
Ignacio le pidió instrucciones al maestro para ser feliz y éste sacó un cofre, donde guardaba 7 semillas, las semillas de la felicidad. Le dijo que cada una de ellas tiene una profunda enseñanza. El maestro le entregó la primera semilla para que la siembre y que regrese cuando haya germinado para descifrar la enseñanza.
Ignacio fue a su casa y planto la semilla en su jardín , todos los días la regaba y la cuidaba y la observaba. Pero no crecía nada.
Capitulo 2
Después de un mes , Ignacio frustrado removió la tierra y sacó la semilla: no había sufrido ninguna variación. A Ignacio le entraron interrogantes, dudas y se puso furioso, pero quería que el maestro le explique lo sucedido.
El maestro le pidió calma. Le dijo que le dio una semilla golpeada que jamás crecería para demostrarle que los humanos somos así, que si nos golpean, maltratan, humillan de pequeños jamás creceremos y si crecemos seremos débiles. Pero los seres humanos golpeados de pequeños si pueden crecer y ser felices, pero necesitan conocerse a sí mismos, tomar conciencia de su pasado y de cómo los afecta en el presente. La primera semilla de la felicidad es el autoconocimiento.
Ignacio al escuchar se lleno de paz y tranquilidad.
El maestro le explicó que al ser maltratados de niños llenamos nuestra memoria subconsciente de emociones destructivas, las cuales llevamos toda la vida manifestándose en nuestro presente sin darnos cuenta, impidiéndonos ser felices. Mientras más conciencia y conocimiento tenga uno de su subconsciente tendrá más libertad y será capaz de ser feliz. Seguidamente el gurú le explicó con ejemplos.
Al día siguiente, después de trabajar en su oficina Ignacio se dirigió a la casa del gurú.
El maestro le explicó que cuando uno tiene traumas de niño, las emociones de estos episodios afloran a la superficie y si uno bloquea estas emociones es como empujar el hielo en el vaso de agua hacia abajo que siempre saldrá a flote. Nuestra emociones afloran sin ser uno conciente de ellas, por eso hay que disolverlas como el hielo en el agua y esto se logra con paciencia. Le dijo que debe integrar su aspecto emocional y el racional para que sea feliz.
Ignacio le contó que ese día en su oficina lo humilló y gritó al jefe de despacho frente a todos por un error que cometió por que así le enseño su padre.
El maestro comenzó a indagar, a preguntar como era su padre y averiguó que había sido exigente, no aceptaba ningún error, era violento, lo maltrataba con patadas, con palabras groseras y que la madre de Ignacio nunca fue cariñosa. Entonces el gurú llegó a la conclusión que para Ignacio era normal la violencia por que había crecido en ella. Le explicó que él estaba haciendo lo que su padre hizo con él cuando cometía un error.
El maestro le recomendó que tome conciencia poco a poco de sus emociones subconscientes, revisando cómo se manifiestan en su vida actual y que reflexione sobre su comportamiento. A medida que entienda irán bajando su intensidad y su influencia en él. Que esté conciente de sus conductas agresivas, de sus pensamientos y emociones destructivas.
Luego el gurú sacó del cofre la segunda semilla, le ordenó que la siembre y que regrese cuando crezca.
Capitulo 3
Luego de un mes brotó la plantita.
Ignacio estaba de buen ánimo pero al recibir la noticia de negación de un préstamo se enfureció y lo agredió verbalmente a su gerente de finanzas, pero algo pasó y tomó conciencia de lo que estaba haciendo en el momento en el que ocurría el atropello. Le pidió disculpas al gerente y sintió regocijo de haber tomado conciencia a tiempo.
En la tarde Ignacio fue a buscar al maestro y éste le reveló el mensaje de la segunda semilla que es ponerse en contacto con su energía vital, le dijo que la planta es la mimosa púdica y esta se retrae cuando siente ruidos a su alrededor y busca su paz interior, y de la misma manera los seres humanos deberíamos hacer lo mismo. Para esto deberíamos dejar de pensar aunque sea algunos minutos al día para acceder a nuestra energía interior, nuestra energía vital y así podemos sentir paz, felicidad. Así uno poco a poco se vuelve más alegre, más tranquilo, más amoroso y le nace a uno servir a los demás. Cuando dejamos de pensar nuestros rasgos negativos caen y aflora una esencia maravillosa que tenemos dentro. Esa técnica de no pensar es la meditación.
El maestro le enseño una técnica de meditación ya que dejar de pensar no es fácil. La técnica era sentarse cómodamente y repetir mentalmente por 15 minutos una palabra, así poco a
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