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A lo largo de este tema, se puede ver y dar cuenta que, March Bloch, es un historiador muy importante


Enviado por   •  15 de Diciembre de 2015  •  Ensayo  •  1.985 Palabras (8 Páginas)  •  400 Visitas

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Introducción.

A lo largo de este tema, se puede ver y dar cuenta que, March Bloch, es un historiador muy importante, que nos lleva a hacer una reflexión acerca de lo que es la historia, como comprenderla y sobre todo, ver a la historia no solo como una secuencia cronológica de hechos importantes para toda la humanidad, sino como una ciencia, cuyo objeto de estudio es el hombre y apoyada en la filosofía” historia”, llega a ser un elemento importante para él.

Se analizara la definición de historia ya que tiene un significado amplio y accesible para su estudio. Y como ha cambiado mucho a lo largo del tiempo conservando sus nombres pero no su significado. Y como la Historia debe ser siempre esa conciencia colectiva que nos muestra el trasunto temporal en sentido retrospectivo de los individuos que componen una sociedad.

LA HISTORIA, LOS HOMBRES Y EL TIEMPO.

La palabra historia es muy vieja, tan vieja que a veces se ha llegado a cansar, muy rara vez se ha llegado a querer eliminarla del vocabulario.  Solo para regarla al último rincón de las ciencias del hombre. Especie de mazmorras. Donde arrojan los hechos humanos.

Considerados a la  vez los más superficiales y los más fortuitos, al tiempo que reservan a la sociología todo aquello que les parece susceptible de análisis racional.

En la actualidad las personas la gran mayoría, quizás no toda no le dan el debido el interés a la historia, aunque para varios autores esa palabra “historia” tiene un significado amplio y accesible para su estudio. Ha cambiado mucho a lo largo del tiempo conservando sus nombres pero no su significado.

Pues al compararla con otras disciplinas, estas tienen bien definido su estudio sin salirse de un margen y en la historia es lo contrario, ocasionando un gran problema ya que existe la diversidad de opiniones sobre su definición. Entonces por todo esto me pregunto ¿la historia es una ciencia o no?, creo que en años anteriores esto no preocupaba a los historiadores puesto que para ellos era más sencillo ya que solo se relacionaban con acontecimientos con fenómenos naturales y actualmente no es así o al menos no en su totalidad.

Creo que no habría historia si solo hubiera fenómenos, cosas, etc. Si no que la historia la hace el “hombre”.

Como nos menciona el autor en la lectura “la historia es la ciencia del pasado”, ya que es absurdo la idea que el pasado, considero como tal, ya que este puede ser objeto de la ciencia.

El autor nos comenta que a la historia no se le puede dar aun una definición única, pues al tratar de delimitarla lo que se va estudiar cree corre el riesgo de no acertar.

Sin duda, desde que apareció, hace más de dos milenios, en los labios de los hombres ha cambiado mucho de contenido. Este es el destino, el lenguaje, de todos los términos verdaderamente vivos. Si las ciencias tuvieran que buscarse un hombre nuevo cada vez que hacen una conquista, ¡cuántos bautismos habría y cuanta pérdida de tiempo en el reino de las academias.

Por el hecho de que permanezca apaciblemente fiel a su glorioso nombre heleno, nuestra historia no será la misma que escribía Hecateo de mileto, como la física de lord Kelvin o de Langevin no es la de Aristóteles. ¿Qué es la historia?

En el estudio de la historia es importante tomar en cuenta las características de un periodo pues este sienta las bases para que se dé el siguiente, pues no debe haber un corte, sino debe de existir una continuidad, por lo tanto la historia es fundamental en nuestro que hacer docente, por lo que uno debe de buscar las herramientas necesarias para impartirlas de una manera más agradable la historia, y cambien estos pensamientos hacia la historia o el estudio de la misma.

El objeto de la historia es esencialmente el hombre, mejor dicho, los hombres. Detrás de los rasgos sensibles del paisaje, de las herramientas o de las maquinas, detrás de los escritos aparentemente más fríos y de las instituciones aparentemente más distanciadas de los que las han creado, la historia quiere aprehender a los hombres.

Del carácter de la historia, en cuanto conocimiento de los hombres, depende su posición particular frente al problema de la expresión. Cada ciencia tiene su propio lenguaje estético. Los hechos humanos son esencialmente fenómenos muy delicados y muchos de ellos escapan a la medida matemática.

El historiador piensa no solo “humano”. La atmosfera en que su pensamiento respira naturalmente es la categoría de la duración.

Es difícil, imaginar que una ciencia, sea y pueda hacer abstracción del tiempo. El tiempo de la historia, realidad concreta y viva abandonada a su impulso irrevertible, es el plasma mismo en que se bañan los fenómenos y algo así como el lugar de su inteligibilidad.

El número de segundos de años o de siglos que exige un cuerpo radiactivo para convertirse en otros cuerpos es un dato fundamental de la atomística.

Pero esta o aquella de sus metamorfosis hayan ocurrido hace mil años, ayer y hoy o que deba producirse mañana, es algo que interesa al geólogo, porque la geología es a su manera una disciplina histórica, mas deja el físico perfectamente impávido. En cambio a ningún historiador le bastara comprobar que cesar necesito quince años para que del novicio ortodoxo de Erfurt saliera el reformador de Wittemberg.

Ahora bien este tiempo verdadero es, por su propia naturaleza, un continuo. Es también cambio perpetuo, de la antítesis de estos dos atributos provienen los grandes problemas de la investigación histórica. Este antes, antes que el otro alguno, pues pone, en tale el juicio, hasta la razón de nuestros trabajos.

Nunca es malo comenzar con una mera culpa. Naturalmente para los hombres que hacen del pasado el principal tema de investigación, la explicación de lo más próximo por lo más lejano ha dominado a menudo nuestros estudios hasta la hipnosis.

La obsesión de los orígenes es como un ídolo de la tribu de los historiadores.

Cuando se habla de los orígenes ¿debemos entender, por el contrario las causas?, en este caso no habrá más dificultades de las que constantemente son, por naturaleza, inherentes a las investigaciones casuales. Pero con frecuencia establece entre los dos sentidos una continuación tanto más terrible cuanto que, en general no se percibe muy claramente.

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