Alternativa Para El Capitalismo
Enviado por karenjhon • 8 de Mayo de 2012 • 2.754 Palabras (12 Páginas) • 664 Visitas
alternativa para el capitalismo En mi opinión, de los cinco países latinoamericanos donde la oposición a la política neoliberal ha producido importantes cambios gubernamentales, en la actualidad sólo hay un caso en el que los cambios acaecidos puedan hacer de la economía social una alternativa real al capitalismo.
En primer lugar, ¿qué es lo que constituye una alternativa real al capitalismo? Diría que es una sociedad en la que el objetivo explícito no es el crecimiento del capital o de los medios materiales de producción, sino el desarrollo humano mismo: el crecimiento de las capacidades humanas. Esta perspectiva la podemos ver encarnada en la Constitución Bolivariana de Venezuela: en el énfasis de su artículo 299 sobre "asegurar el desarrollo humano integral", en la declaración del artículo 20 de que "toda persona tiene el derecho al libre desenvolvimiento de su personalidad" y en el enfoque del artículo 102 sobre "desarrollar el potencial creativo de cada ser humano y el ejercicio pleno de su personalidad en una sociedad democrática".
En estos pasajes (que no agotan en absoluto el conjunto de esa constitución), hay la concepción de una alternativa real; una economía social cuya lógica no es la lógica del capital. "La economía social", ha dicho el presidente Hugo Chávez en septiembre de 2003, "basa su lógica en el ser humano, en el trabajo, es decir, en el trabajador y en la familia del trabajador, es decir en el ser humano". Esa economía social, continuaba, no se enfoca en el beneficio económico, en los valores de cambio; sino que "la economía social genera principalmente valores de uso". Su propósito es "la construcción del hombre nuevo, de la mujer nueva, de la sociedad nueva".
Se sugieren cuatro precondiciones para la realización de esta alternativa al capitalismo y luego hablar sobre lo que ha ocurrido en Venezuela.
1) Toda discusión sobre el cambio estructural debe comenzar de una comprensión de la estructura existente; en resumen, de una comprensión del capitalismo. Necesitamos entender que la lógica del capital, la lógica en la que el objetivo es la ganancia y no la satisfacción de las necesidades de los seres humanos, domina tanto donde fomenta las "ventajas comparativas" de la represión como donde acepta un aumento en las raciones de los esclavos.
2) Es esencial atacar ideológicamente a la lógica del capital. Al no comprenderse la naturaleza del capital, y que el capital es el resultado del trabajo social del trabajador colectivo, la necesidad de sobrevivir a los estragos de la política neoliberal y represiva sólo crea el deseo de una sociedad más justa, la búsqueda de una mejor porción para los explotados y los excluidos; en suma, la barbarie con rostro humano.
3) En esta batalla de ideas es fundamental la conciencia de que la capacidad humana sólo se desarrolla mediante la actividad humana, sólo mediante lo que Marx entendía como "práctica revolucionaria": el cambio simultáneo de las circunstancias y de la actividad humana. El verdadero desenvolvimiento humano no cae del cielo en forma de dinero para apoyar la supervivencia o los gastos de los gobiernos populares en educación y salud; ni es fomentado por la tutela mezquina y las decisiones de los jerarcas de las sociedades estatistas. La idea que desafía a la lógica del capital es la que explícitamente reconoce la centralidad de la auto-gestión en el lugar de trabajo y el auto-gobierno de la comunidad como los medios de desatar la potencialidad humana; o sea, la idea de una economía social, una economía solidaria, en fin, del socialismo para el siglo XXI.
4) Pero la idea de esta economía solidaria no puede desplazar al capitalismo real. Ni las minúsculas islas cooperativas pueden cambiar al mundo compitiendo exitosamente contra las corporaciones capitalistas. Se necesita el poder para fomentar las nuevas relaciones productivas al mismo tiempo que para truncar la reproducción de las relaciones productivas capitalistas. Se necesita arrancar del capital al poder estatal, y se necesita usar ese poder cuando el capital reacciona frente a las usurpaciones. Cuando el capital declara la huelga, se debe estar preparado para avanzar y no para entregarse. Ganar "la conquista de la democracia" y valiéndose del poder "para despojar, paulatinamente, a la burguesía de todo el capital" sigue siendo tan decisivo ahora como cuando Marx y Engels escribieron el Manifiesto comunista.
En los nuevos gobiernos de izquierda latinoamericanos, ¿se cumplen estas condiciones? Todo lo contrario. En su mayoría, el modelo despliega las características familiares de la socialdemocracia, que no entiende la naturaleza del capital, no ataca ideológicamente la lógica del capital, descree que haya una alternativa al capitalismo y en consecuencia, cuando el capital amenaza con la huelga, se rinde. Comparten la misma perspectiva del premier socialdemócrata de la Columbia Británica en Canadá en la época en que yo presidía la comisión política del partido, cuando afirmaba: "no podemos matar a la gallina de los huevos de oro". Aunque es demasiado pronto para juzgar el curso de los acontecimientos en Bolivia, me atrevo a sugerir que en Venezuela está sucediendo algo diferente. Me ocuparé ahora de eso, de lo que ha sucedido y de las luchas actuales.
El camino venezolano
La Constitución Bolivariana no sólo afirma el objetivo del desarrollo humano. También es inequívoca al indicar que los seres humanos desarrollan su capacidad sólo mediante su propia actividad. No sólo el artículo 62 declara que la participación del pueblo es "el medio necesario para lograr el protagonismo que garantice su completo desarrollo, tanto individual como colectivo", sino que la Constitución se centra específicamente sobre el planeamiento democrático y el presupuesto participativo en todos los niveles de la sociedad y (como en el artículo 70), sobre la "autogestión, la cogestión, las cooperativas en todas sus formas" como ejemplos de "formas asociativas guiadas por los valores de la mutua cooperación y la solidaridad".
Con su énfasis en una sociedad "democrática, participativa y protagonista", la Constitución Bolivariana contiene definitivamente las simientes de la economía solidaria, las simientes del socialismo para el Siglo XXI; y esos precisos elementos continúan inspirando a las masas venezolanas
A esto se agregaría el desarrollo de una "economía social", concebida como una vía "alternativa y complementaria" al sector privado y el sector público. Pero es significativo cuán pequeño papel se concebía para la autogestión y las actividades cooperativas con las que se conquistaría el "completo
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