Análisis del libro “Juárez, su obra y su tiempo”
Enviado por nemesis1101 • 17 de Diciembre de 2013 • Resumen • 1.347 Palabras (6 Páginas) • 722 Visitas
unca como hoy la presencia de Juárez, adquiere plena validez. Su pensamiento, obra y ejemplo, está vigente en el quehacer y conciencia del Estado de Derecho Mexicano.
El maestro Justo Sierra, en el prólogo del libro “Juárez, su obra y su tiempo”, reflexiona sobre los mexicanos excepcionales, que no son producto de generación espontánea, sino de su íntima relación con los acontecimientos de su tiempo, y afirma que aquella generación realizó una revolución de conciencias, sostuvo la guerra contra la reacción de conciencias, sostuvo la guerra contra la reacción interna, promovió la modernización del país y defendió la soberanía nacional.
Juárez encuentra un país agraviado, convulsionado, humillado, en crisis económica y política.
A casi medio siglo de la consumación de su independencia, México había perdido la mitad de su territorio y se enfrentaba a la agresión de las naciones más poderosas.
En el orden interno, las circunstancias no podían ser más desfavorables.
El comercio, en manos extranjeras; la producción minera en descenso; el rendimiento de la agricultura era pobre; la población, diseminada en un sinnúmero de pequeños núcleos.
Anarquía fiscal; pesada deuda externa, que provenía de contratos ruinosos y leoninos; crecimiento detenido; erario siempre exhausto; falta de ahorro interno; déficit de la hacienda pública; injusta distribución de la riqueza; fuga de capitales; agiotista y especulación financiera.
En el lindero internacional, México era un país en lucha contra la adversidad.
Presión económica; injusta penetración comercial y financiera; intervención diplomática; intimidación por el uso de la fuerza; ambiciones de ganar nuestros territorios, violentamente, trozo por trozo e invasión armada.
Juárez no se rinde al destino. Inaccesible al deshonor más lamentable que pudiera pesar sobre una conciencia: el del sometimiento y rendición a los dictados de un poder extranjero, proclama que el Gobierno de la República cumplirá con el deber de defender la soberanía y la libertad.
El triunfo de la patria, decía Juárez, que ha sido el objeto de las nobles aspiraciones de los buenos hijos de México, será siempre su mayor título de gloria y el mejor premio a sus heroicos esfuerzos.
Vigente Juárez, cuando al vencer la República, en el gobierno, comprendió, que aquellos que quisieran tratar separadamente a la política y a la moral, no entenderían jamás nada, de ninguna de las dos.
Sabía, que el gobernar con el ejemplo constituía la base fundamental de la ética republicana. Que la respetabilidad del gobierno le venía de la Ley y de un recto proceder, tenía la convicción de que sin moral era imposible la creación de una sociedad justa y solidaria.
Que la Presidencia de la República, es el soporte esencial del Estado de Derecho Mexicano, porque unifica el centro de decisión y de mando, evita el caos social, y garantiza la unidad nacional.
Que para poder ser Presidente, el hombre tenía que distinguirse como ciudadano ejemplar, incorruptible, honorable, probo, prudente, veraz, leal y republicano.
Juárez es paradigma de voluntad inquebrantable de carácter, que Ralph Roeder definiera como “la acción espontánea de la voluntad pública”, identifica como la férrea convicción de resistencia del Presidente, que no se arredra ante el reto de su tiempo.
Ayer, la Reforma se ubicó en el centro histórico de México. Consuma la independencia y establece las bases de la nueva acción.
Ayer, la reforma del Estado se sustentó en el derecho y la razón. Enarbola la Constitución como símbolo y proyecto futuro; impulsa la democracia; fortalece la administración pública; promueve la igualdad de todos ante la ley, la libertad de expresión y de imprenta; combate la corrupción; salvaguarda las elecciones libres y democráticas; resuelve la crisis de la propiedad; propone el establecimiento del Senado para que los estados tuvieran una representatividad directa e igual en la conformación de las leyes; propone la enseñanza primaria gratuita; crea el Registro Civil; asume medidas radicales en el ramo hacendario; prohibe los monopolios, la esclavitud y los trabajos forzados; se opone a la inexistencia, al despotismo y a la deshonestidad; consolida la organización del estado civil moderno, al concebir que la misión de los reformadores era curar un cuerpo social plagado de llagas, para detener la gangrena que irremediablemente lo
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