Apologia De La Virgen De Guadalupe

APOLOGIA DE LA APARICION DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE:

CAPITULO II

PREPARATIVO DE LA CONTESTACIÓN

Corresponde a los 10 primeros números de la impugnación

Este capítulo asienta que no es cuestión de fe la aparición guadalupana, si no que existen hechos que tienen fundamentos sólidos, tenemos la obligación de no cautivar nuestro entendimiento por los hechos no comprendidos en los libros canónicos y en la tradición primitiva universal. De manera que se tenga lo que carece de esa cualidad.

Solo puede citarse a Sigüenza, por uno de los autores que asientan se apareció la santísima virgen, pero no como uno de los historiadores del suceso. En esto se ve claramente, establece con facilidad un principio, de que se sigue que partiendo de él con ligereza, tropieza a cada paso y se descamina en sus rumbos, como se irá viendo adelante.

GUADALUPE: PULSO Y CORAZÓN DE UN PUEBLO

¿Tuvo Juan Diego descendiente?:

CAPITULO IX

Dos monjas del siglo XVIII se declaran descendientes de Juan Diego.

Dos monjas indias en un monasterio de México, María Antonia de Escalona y Roxas, Gertrudis de Torres Vázquez se declararon descendientes en línea directa del indio Juan Diego.

Todas las informaciones de las postulantes están contenidas en un manuscrito llamado informaciones desde el año de 1724 hasta 1741. Este libro corresponde a la monja María Antonia, bautizada el 6 de octubre de 1721 entro en el convento de Corpus Christi el 24 de mayo de 1739, tomando el nombre de María Antonia del Sacramento, profeso el 24 de enero de 1740, hija de Don Joseph Jacinto de Escalona y de D. Ángela de Roxas Caciques de Santiago, la monja muere en 1762. Antes de entrar en el monasterio, tenía que demostrar su pureza de noble linaje indio declarándose nada menos que descendiente de Juan Diego, lo que causo gran conmoción en algunos ambientes.

Juan diego era visto como modelo de santo varón, que tras las apariciones de la virgen de Guadalupe se consagro a la devoción y al servicio de esta, llevando una vida semejante a la de un ermitaño.

En los que protestaron por aquella noticia destaco el investigador de cosas de la nueva España y de los asustas guadalupanos Lorenzo Boturini Benaducci que monto en cólera por lo que consideraba un ultraje a la memoria del vidente del Tepeyac, Boturini defendía que Juan Diego no tuvo descendencia. A lo largo de la historia, algunos han intentado reconstruir la genealogía del indio Juan Diego. Estos intentos han sido considerados como productos de la fantasía. En épocas recientes algunos han querido engrandecer la genealogía del indio tratando de buscarle ascendencias nobles y en algunos casos incluso principescas.

Hoy algunos lo quieren convertir en nieto de Netzahualcóyotl, el que se declaran sus descendientes en un documento legal tienen una importancia jurídica notable. Nos causa sorpresa que los que conocían

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