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Aportes De La Ingenieria Al Imperio Romano


Enviado por   •  5 de Mayo de 2014  •  5.094 Palabras (21 Páginas)  •  1.516 Visitas

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Introducción

A lo largo de los siglos de dominio romano sobre las provincias de Hispania, las costumbres, la religión, las leyes y en general el modo de vida de Roma, se impuso con muchísima fuerza en la población indígena, a lo que se sumó una gran cantidad de itálicos y romanos emigrados, formando finalmente la cultura hispano-romana. La civilización romana, mucho más avanzada y refinada que las anteriores culturas peninsulares, tenía importantes medios para su implantación allá donde los romanos querían asentar su dominio, entre los cuales estaban:

• La creación de infraestructuras en los territorios bajo gobierno romano, lo que mejoraba tanto las comunicaciones como la capacidad de absorber población de estas zonas.

• La mejora, en gran parte debido a estas infraestructuras, de la urbanización de las ciudades, impulsada además por servicios públicos utilitarios y de ocio, desconocidos hasta entonces en la península, como acueductos, alcantarillado, termas, teatros, anfiteatros, circos, etc.

• La creación de colonias de repoblación como recompensa para las tropas licenciadas, así como la creación de latifundios de producción agrícola extensiva, propiedad de familias pudientes que, o bien procedían de Roma y su entorno, o eran familias indígenas que adoptaban con rapidez las costumbres romanas.

Obras militares

Las obras militares fueron el primer tipo de infraestructuras que construyeron los romanos en Hispania, debido a su enfrentamiento en la península con los cartagineses durante la Segunda Guerra Púnica.

[editar] Campamentos

El campamento romano era el centro principal de la estrategia militar pasiva o activa. Podían ser temporales, establecidos con algún propósito militar inmediato, o concebidos para acantonar a las tropas durante el invierno; en este caso se construían con argamasa y madera. También podían ser permanentes, con el objeto de someter o controlar una zona a largo plazo, para lo cual se solía utilizar la piedra para construir sus fortificaciones. Muchos campamentos se convirtieron en la práctica en centros estables de población, llegando a convertirse en verdaderas ciudades, como es el caso de León.

[editar] Murallas

Una vez establecida una colonia o un campamento estable, la necesidad de defender estos núcleos conllevaba la construcción de potentes murallas. Los romanos heredaron y aun mejoraron la tradición poliorcética de los griegos, y durante los siglos II y I a. C. erigieron importantes murallas, habitualmente con la técnica del doble paramento de sillares con un relleno interior de mortero, piedras y hormigón romano. El espesor del paño podía oscilar entre los cuatro hasta incluso los diez metros. Tras el periodo de la pax romana, en que estas defensas eran prescindibles, las invasiones de los pueblos germánicos reactivaron la construcción de murallas.

Son destacables en la actualidad los restos de murallas romanas existentes en Zaragoza, Lugo, León, Tarragona, Astorga, Córdoba, Segóbriga o Barcelona.

Obras civiles

Acueducto de Segovia, una de las mayores obras civiles romanas en Hispania.

La civilización romana es conocida como la gran constructora de infraestructuras. Fue la primera civilización que dedicó un esfuerzo serio y decidido por este tipo de obras civiles como base para el asentamiento de sus poblaciones y la conservación de su dominio militar y económico sobre el extenso territorio de su imperio. Las construcciones más destacadas por su importancia son las calzadas, puentes y acueductos.

Las grandes infraestructuras

Ya fuese dentro o fuera del entorno urbano, estas infraestructuras se convirtieron en vitales para el normal funcionamiento de la ciudad y de su economía, permitiendo el abastecimiento de la misma de aquello que le resultaba más esencial, ya fuera el agua por vía de los acueductos o los suministros de alimentos y bienes a través de la eficiente red de calzadas. Además, cualquier ciudad de mediana importancia contaba con un sistema de alcantarillado para permitir el drenaje tanto de las aguas residuales como de la lluvia para impedir que ésta se estancara en las calles.

Calzadas y vías

Artículo principal: Calzada romana

Dentro de las infraestructuras de uso civil que los romanos construyeron con intensidad durante su dominio en Hispania, destacan por su importancia las calzadas romanas, que vertebraron el territorio peninsular uniendo desde Cádiz hasta los Pirineos y desde Asturias hasta Murcia, cubriendo los litorales mediterráneo y atlántico a través de las conocidas «vías». Por ellas circulaba un comercio en auge, alentado por la estabilidad política del territorio a lo largo de varios siglos.

De entre estas vías, las más importantes eran:

• Vía Lata, hoy conocida como Vía de la Plata

• Vía Augusta, la calzada romana más larga del Imperio Romano en España, con 1500 km y varios tramos.

• Vía Exterior

Para señalizar las distancias en estas vías se colocaban los llamados miliarios, que en forma de columna como el de la imagen o de grandes piedras, marcaban la distancia desde el punto de origen de la vía en miles de pasos (millas).

Actualmente la mayor parte del recorrido de estas vías se corresponde con el trazado de las actuales carreteras nacionales o autopistas de los actuales estados de España y Portugal, lo que confirma el acierto romano en la elección óptima del trazado de las mismas.

Puentes

Los puentes romanos, complemento indispensable de las calzadas, permitían a éstas salvar los obstáculos que suponían los ríos, que en el caso de la Península Ibérica pueden llegar a ser muy anchos. Ante este desafío que la geografía presentaba a Roma, ésta respondió con las que tal vez sean las más duraderas y fiables de sus construcciones. Aunque también se construyeron una gran cantidad de puentes de madera sobre los cauces menores, hoy conocemos por «puente romano» a las construcciones de piedra.

El típico puente romano está formado por una plataforma sostenida por arcos de medio punto, de semicírculos o de segmentos de círculos. Se dan también casos de puentes sobre círculos completos. Estos arcos o segmentos de arcos reciben el nombre de «ojos». Los pilares sobre el agua incluyen unas construcciones en forma de cuña llamados «tajamares» para reconducir la corriente de agua.

Sobre estos arcos se sitúa la plataforma sobre la que finalmente se podrá circular. Esta plataforma forma dos rampas cuyas rasantes se encuentran en el centro, aunque en los puentes más largos el drenaje es hacia ambos lados del puente.

Este exitoso modelo de construcción se extendió hasta entrada la Edad Media, y hoy es difícil saber en algunos casos si algunos puentes

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