Arnold Hauser

Tomo I (selección)

La selección propuesta por la cátedra sobre el trabajo de Arnold Hauser empieza su análisis a partir de la revolución neolítica y sus consecuencias sobre la vida cotidiana. El paso del individualismo primitivo hacia la cooperación con el consecuente comienzo del comercio y las artesanías independientes llevó a la creciente separación de la población, a la división del trabajo y a la tendencia formalista del arte. Sin embargo sus tradiciones y cultos religiosos siguieron siendo perceptibles en las creaciones urbanas de éstos pueblos. Creaciones urbanas que generaron un estilo artístico más dinámico e individualista. Paradójicamente a la inversa de lo sucedido con la economía que buscó la cooperación para optimizar la producción.

Los artistas del neolítico trabajaron con una presión “inexorable”. No obstante se pueden observar obras con cualidades estéticas individuales, la creatividad y la expresividad se mueven hacia direcciones no prohibidas.

Principalmente los príncipes y sacerdotes eran los mantenedores de los artistas. En un principio el arte del antiguo oriente se basó en ofrendas y monumentos reales, en accesorios para el culto a los dioses y monarcas. Desde estas tempranas épocas notamos la religión primitiva del culto a los muertos.

A través del tiempo se observa –salvo excepciones- que los artistas son anónimos. La consideración social de éstos no parece ser la mejor de la época. Los escribas gozaban de una mejor posición. Sin embargo, encontramos talleres en grandes haciendas privadas y en cercanías de las ciudades más importantes. Allí se realizaba un trabajo de libre contratación y se facilitaba la cooperación entre los diferentes artesanos. El sistema de zoco

“…contiene el germen de la industria independiente, sistemáticamente productora, que no está limitada por encargos ocasionales, sino que, de una parte, se dedica a una actividad exclusivamente profesional, y, de otra, produce mercancías para el mercado libre”^[1]

Con evidencias como estas podemos afirmar que parte de la sociedad había podido quebrantar el principio de economía doméstica.

En cuanto a la organización del trabajo artístico debemos destacar que los grandes talleres ligados a los regímenes cortesanos y religiosos fueron las escuelas de los artistas donde se formaban a las futuras generaciones. En cuanto a la cualidad estética se observa un paso de características individuales a un método racionalista. Debido a la creciente demanda se empezaron a utilizar tipos uniformes según proyectos y modelos.

Este paso se desarrollará con mayor fuerza durante el imperio medio. Los convencionalismos del arte cortesano-religioso se expanden en detrimento del los rasgos individuales de tiempos pretéritos. Los retratos pierden la magia y el carácter naturalista. Las producciones plásticas giran en torno de la persona del rey. Pero debemos señalar que estas pérdidas que marcamos se realizan adrede. El arte abstracto de la época esconde un fin determinado. El racionalismo de la técnica es el rasgo característico más importante del arte egipcio. Renuncian al ilusionismo, a la perspectiva, en fin, renuncian al naturalismo. Seguramente habrán creído que las nuevas formas eran más refinadas que las anteriores.

Las características del arte egipcio encuentran la frontalidad de las obras. Se pueden observar que las piernas son dibujadas de perfil y desde la cara interna de las mismas, la pierna derecha de la figura siempre es la que está más cercana al observador y finalmente evitan que las piernas y brazos realicen intersecciones entre ellas.

Hauser fundamenta que el período iniciado por Amenofis IV (Imperio Nuevo) está signado por grandes cambios tanto en el arte como en la sociedad en general. Él es quien descubre la idea del monoteísmo, la idea del “primer profeta”. Es el primer innovador consciente del arte. Transforma el formalismo del Imperio Medio en un programa basado en el naturalismo, con mayor dinámica y la aparición de intentos de perspectiva en los dibujos.

Estas grandes transformaciones se ven aplacadas en parte porque a pesar de todas las innovaciones el arte sigue siendo cortesano, ceremonial y formal. Las proporciones de los dibujos están en relación con el rango social al que pertenece el retratado. Por ejemplo se encuentran escenas de la vida diaria de Amenofis IV y el tamaño de él es el doble de grande que el resto.

La recuperación del naturalismo se debe a que permaneció latente durante el Imperio Medio dejando huellas en el estilo oficial. Por otro lado cabe resaltar que los artesanos y artistas provienen del pueblo aunque comparten poco con la clase social de la cual provienen debido a que son productores de la aristocracia. Los consumidores de arte provienen de las esferas más pudientes de la sociedad (nueva burocracia, militares, funcionarios) teniendo en común el gusto similar. Pese a haber estado latente el naturalismo en Egipto, no se encuentra dos artes distintos. No hay un arte popular y otro señorial. La dualidad de las obras encontradas nos muestran la convivencia entre dos estilos dentro de las mismas producciones. Por ejemplo encontramos en diferentes creaciones que los representantes de las clases señoriales son representados estrictamente con un estilo cortesano mientras que los de las clases inferiores pueden ser representados con un estilo “naturalista vulgar”. Esto no se debe a una consciencia de clase del artista sino a la naturaleza de su obra, en otras palabras, hay representaciones de esclavos y servidores en sus tareas cotidianas y se encuentran muy lejos de lo monumental de la obra.

En Mesopotamia encontramos algunas similitudes con Egipto. Si bien el comercio y la industria tienen un grado de desarrollo superior que sus vecinos del oeste y que el arte en general sea más disciplinado y menos dinámico que en la región del Nilo encontramos situaciones parecidas en cuanto a que no se conocen muchos nombres de los artistas de Babilonia. Por otro lado el racionalismo abstracto también se practicaba allí. La frontalidad de las figuras humanas se asemejan por un lado pero por otro tienen características particulares, a saber: las cabezas se encuentran de perfil y los rasgos destacados por su tamaño son los ojos y la nariz mientras que la frente y el mentón son atenuados.

El arte asirio atravesó un paulatino y leve proceso de naturalismo hacia los siglos VIII y VII A.C. siendo los animales de las obras quienes sean los poseedores de la nueva tendencia mientras que las figuras humanas continuarían con su rigidez característica.

En lo que respecta a Grecia encontramos que la consideración social de los poetas es francamente positiva. Se cree según los escritos encontrados que tanto los poetas como los artistas en general provenían de las filas de aquellos que no pudiesen participar de las guerras. Al ser inútiles en el campo de batalla eran utilizados en otros sectores de la sociedad.

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