BOLIVAR Ambientalista
Enviado por maigualidaher • 8 de Julio de 2020 • Reseña • 1.703 Palabras (7 Páginas) • 458 Visitas
BOLIVAR Ambientalista.
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios Ponte y Blanco, mejor conocido como Simón Bolívar, nació en Caracas, 24 de julio de 1783 y muere en Santa Marta, República de Colombia, el 17 de diciembre de 1830 fue un militar y político venezolano fundador de la Gran Colombia y una de las figuras más destacadas de la emancipación americana frente al entonces Imperio español. Contribuyó de manera decisiva a la independencia de las actuales Repúblicas de Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela.
Bolívar es considerado por sus acciones e ideas el "Hombre de América" y una destacada figura de la Historia Universal, ya que dejó un legado político en diversos países latinoamericanos, algunos de los cuales le han convertido en objeto de exaltación nacionalista.
Para Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Panamá, Simón Bolívar, más allá del título de Libertador, es el Padre de la Patria, porque gracias a su gesta libertadora, estas vastas regiones se convirtieron en naciones libres e independientes, con identidad, idiosincrasia, nacionalidad y límites geográficos acorde con su cultura ancestral.
Para toda Latinoamérica, su voz sigue siendo un mensaje, un aprendizaje y un ejemplo de libertad.
Su personalidad cautivó las mentes creativas de innumerables personalidades, impregnando una gran pasión que encendió una llama de independencia.
Pocas personas han sido reconocidas por su labor como Bolívar y no existe prácticamente un lugar del planeta donde no se haya erigido un busto en su honor a su condición de LIBERTADOR.
Pero por qué toda esta admiración hacia El Libertador? sencillamente porque fue un hombre que no sólo se ocupó de lo político y lo militar sino que también abarcó otras áreas de importancia vital como fue el medio ambiente, en efecto, un aspecto no muy conocido de El Libertador fue su permanente interés por la conservación del medio ambiente, es decir, su espíritu conservacionista.
Bolívar amaba la naturaleza intensamente. Así, el 19 de diciembre de 1825, desde Bolivia promulga el Decreto de Chuquisaca: “Que en todo los puntos en que el terreno prometa hacer próspera una especie de planta mayor cualquiera, se emprenda una plantación a costa del Estado, hasta el número de un millón de árboles, prefiriendo los lugares donde haya más necesidad de ellos”
Para comprender lo trascendental y sorprendente de Bolívar, tenemos que resaltar que en el siglo XIX se preocupara por el medio ambiente, es decir, que Bolívar se había proyectado casi dos siglos y de allí su preocupación por salvar el ecosistema.
Sabemos que es a partir del siglo XX, cuando el mundo se preocupa por una legislación de los recursos naturales no renovables, es decir, impedir los derrames petroleros; la protección a las especies en peligro de extinción; evitar la tala y la quema, y prohibir los químicos que atacan la capa de ozono de la atmósfera ¡¡¡Lo increíble, es que en el siglo XIX no existía una conciencia conservacionista, y sin embargo Bolívar con una visión innovadora y progresista pudo adelantarse a su tiempo, para iniciar campañas a favor de la madre naturaleza. Sus decretos constituyen una Política Ambiental que sentó pautas hacia el futuro.
El segundo Decreto de Bolívar se refería principalmente al Alto Perú, el cual estaba deforestado, afectando terriblemente a la población : “Como gran parte del territorio carece de agua, que se visiten las vertientes de los ríos, se observe el curso de ellos, y se determinen los lugares por donde puedan conducirse las aguas a los terrenos que estén privados de ella”
Bolívar respetaba la naturaleza: nadie más que él sintió su poder destructivo: cuando subió el volcán Vesubio que con su lava sepultó las ciudades de Pompeya y Herculano así lo palpó y posteriormente, el 26 de marzo de 1812, cuando Caracas fue destruida por un fuerte terremoto, cuya fuerza telúrica fue de gran magnitud expresó: “Si la naturaleza se opone lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca”
Sus inicios como ecologista los debe en gran parte a la obra del autor Abate Pluche llamada “Espectáculo de la Naturaleza” que pertenecía a la biblioteca de su padre, así cuando viajaba en cada lugar hacía una parada, para anotar en su diario como el mejor de los científicos; en su cuaderno describía las especies por su hábitat y sus características, para posteriormente hacerse seguidor empedernido de un libro de Botánica China que siempre llevaba en sus alforjas (maletas), que le leía pacientemente su fiel mayordomo José Palacios.
Otro de los importantes Decretos de El Libertador en materia ambiental, fue el Decreto de Guayaquil del 31 de julio de 1829 que estipulaba:
“Cualquiera que extraiga de los bosques del Estado, quina, maderas preciosas y de construcción sin la debida licencia, o traspase los límites que se hayan fijado, incurrirá en una multa de veinte y cinco a cien pesos, aplicados a los fondos públicos; además pagará, a justa tasación de peritos, los objetos que haya extraído o deteriorado”
Durante su vida independentista, Bolívar creó un compendio de normas que contemplaban las aguas, los bosques, los suelos, la flora, la fauna, la minería, abarcando así los recursos naturales renovables y no renovables. Eran temas innovadores para su tiempo, por cuanto para la época no existía una conciencia conservacionista ni se tenía el conocimiento científico para abordar el tema ecológico.
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