Boves: El Urugallo
Enviado por cmtafur.11 • 30 de Junio de 2013 • 402 Palabras (2 Páginas) • 660 Visitas
Boves, el urogallo es “la historia verídica, fabulada y verosímil de José Tomás Boves, aquel guerrero asturiano que entre 1813 y 1814 fue el paladín de la anti-república…”, según Francisco Herrera Luque, quien utilizó un simple método para escribir esta historia: olvidó lo que le habían enseñado, sólo dejó que sus ideas y sus palabras fluyeran.
Francisco H.L. muestra cómo era la Venezuela en la época de Boves: un país de no más de 1 millón de habitantes con un sistema de castas que era equilibrado por el Rey; sólo los mantuanos disfrutaban de la libertad y la riqueza del país; los otros habitantes simplemente eran humillados y discriminados por su color o por sus oficios.
Para el autor, José Tomás Boves era una buena persona, que debido a varias circunstancias se transformó en la Cólera de Dios, como lo llamaba Bolívar.
La novela poco a poco cuenta cómo llegó Boves a la vida de caudillo: los lugares donde estuvo y las personas que conoció, las personas que lo apoyaron y las que lo traicionaron; todos los personajes (ficticios o reales) dan una o varias razones por las cuales José tomas, un joven guardiamarinas, quien años más tarde se convertiría en uno de los caudillos más importantes en la Guerra de la independencia venezolana.
Boves, el urogallo no solo relata la vida de José Tomás Boves, sino que también utiliza a los personajes ficticios para relatar cómo era la vida de todas las castas que habitaban Venezuela en esa época. Mantuanos (blancos criollos o blancos peninsulares), negros, pardos o mestizos (esclavos o libres); la vida de todos los personajes que presenta la novela se relacionan entre sí de una manera u otra.
Esta historia venezolana se ha convertido en una de las más leídas en los últimos años. Aunque Francisco H.L. expresó muchas veces que modificó la historia del personajes, pues se sabe que en su mayoría es fabulada y que solo intenta dar una imagen al lector de la Venezuela del siglo XVII.
Para la psicóloga Senta Essenfeld, la esencia de la escritura literaria de Herrera Luque es “el análisis insolente, real y terrible del gran hogar y de la gran familia, aquel país que formamos los venezolanos, el periplo de nuestras angustias, de sus escasos logros y de nuestras muchas frustraciones, la búsqueda del por qué nuestra evolución es la propia de lo que Herrera Luque denominó “la historia detenida”.
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