Breve recuento de la deuda externa en Colombia (siglo XIX)

Breve recuento de la deuda externa en Colombia (siglo XIX)

Deuda externa se difiera a la deuda contraída por una entidad o una persona en el extranjero y es reembolsada en la moneda en la que se adquiere, está la deuda externa pública que es aquella que demanda generalmente los países, el estado y la entidades públicas para constatar fines lucrativos dentro de la nación. Colombia contrajo deuda en el siglo XIX, al comienzo por el incentivo de la consolidación de la independencia, esto significa el fortalecimiento de las fuerzas militares que contaba con la compra de armas y equipos, después la adquirió para respaldar deudas anteriores y proyectos de transporte para el sostenimiento de la actividad económica comercial, también para establecer la estabilidad del sistema fiscal que se mantenía en crisis por las constantes guerras civiles.

En el año 1820 el Vicepresidente de la república Francisco Antonio Zea, contrajo un acuerdo con fiadores ingleses adquiriendo obligaciones externas con los mismos. Aunque se cree que Colombia llego a demandar deuda mucho antes del año 20 por la presencia de Luis López Méndez en Londres para la compra de armas, municiones y armamento de guerra, que en aquella nación eran acciones ilícitas, así que contrajo su gasto a la cuenta del país en valor nominal de la moneda de cambio. Dos años después Colombia demando un crédito de 2 millones de libras esterlinas de la banca privada de Londres, los cuales utilizó para pagar su deuda anterior. Para 1823 Colombia pasaba por una crisis del sistema fiscal, para la resolución de esta situación el Congreso autorizo al presidente Francisco de Paula Santander  de solicitar un empréstito por 30 millones de pesos. El empréstito no dio la estabilidad del sistema así que dos años después, se presentó otra crisis fiscal.

“Las crisis fiscales de Colombia se derivan a la mala organización política secuela de la independencia y la administración de los escasos recursos, gastos militares excelsos y los bajos ingresos de impuestos.”(Pinto, 2014, p.4) 

“Para 1832 la deuda externa de la Colombia iba por los 9,8 millones de libras de los cuales 3,2 millones eran intereses“(Gómez, 2007, p.2), a la desintegración del territorio, se congela la deuda durante varios años, hasta que en 1837 La Gran Colombia acepta asumir la mitad de la deuda externa de Colombia. Así que se da una repartición de la deuda entre Venezuela, Ecuador y Colombia en términos de per cápita. En 1845 el militar diplomático Tomás Cipriano de Mosquera se compromete a asumir los pagos de la deuda pero la situación del país era tan crítica que el estado hubiera tenido que endeudar todos los ingresos, para pagar la tasa de interés del 6% anual  y la deuda era impagable ya que representaba más de diez veces el valor de las exportaciones anuales. Ante esto, se dio la negociación con los fiadores para la disminución de la tasa de interés al 1 % y la disminución del peso de la deuda, a pesar de mejorar las condiciones de pago Colombia solo pudo pagar la tasa de interés hasta muchos años después, por el estado político económico del país, empezando por la aplicación de la reforma de 1850 donde se impulsó la descentralización de la administración de las provincias, y donde anteriormente el ministro de hacienda, había promovido la disminución del costo de los aranceles de aduana, disminuyendo a su vez la tasa de ingresos comprometidos para las deudas e influencia a la eliminación del monopolio del tabaco, que se establecería de nuevo con la Ley 23 de 1848, donde declaran libre su producción y comercialización.[pic 1]

En 1857 se dio paso a otro proceso de negociación de la deuda, no queriendo comprometerse de nuevo los ingresos de las aduanas, Juan de Francisco Martín fue enviado ante Inglaterra (potencia y prestamista mundial) para acordar un arreglo más acorde a la capacidad de nuestra economía. Colombia consolido el acuerdo que se firmó el 22 de noviembre de 1860, que consistía en una baja a la tasa de interés conjunto con capitalizaciones de intereses atrasados, derechos de propiedad sobre tierras baldías y parte de los ingresos en las aduanas. En los años 60 se daba la mayor inversión a mayor escala en América latina destinada a los proyectos de minería y transporte (ferrocarriles), mientras que en Colombia se llevaba a cuestas la carga de la deuda externa e interna pero con un pago minucioso de los intereses, para salir del endeudamiento que comprometía parte del presupuesto que se quería invertir en proyectos nacionales de transporte como en los otros países latinoamericanos, se buscó un nuevo acuerdo más flexible y que dejara disponible la reserva monetaria que se quería invertir.

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