Burrhus Frederic Skinner

Burrhus Frederic Skinner

Burrhus Frederic Skinner nació en Susquehanna Pennsylvania en 1904. Desde pequeño se distinguió por ser un niño activo. Esperando convertirse en poeta y narrador estudio en la universidad de Hamilton, luego de graduarse intento dedicarse a escribir obras de ficción, pero no tuvo gran despunte en esta área.

El interés por la psicología de Skinner surge tras a ver leído el libro de Reflejos condicionados de Plavov el cual produce gran impresión en el, de igual manera la obra de John B. Watson que sostenía la importancia de los estímulos y el comportamiento de las personas, por lo cual Skinner decide regresar a la universidad especializándose en psicología, en la universidad de Harvard.

Las aportaciones de Skinner en el campo psicológico fueron de gran importancia, ya que el argumentaba que era posible controlar y predecir la conducta si se realizaba una observación directa y en condiciones experimentales de estímulo-respuesta.

Un descubrimiento de gran relevancia fue el condicionamiento operante donde precisamente retomaba los aspectos que influían en la conducta humana, poniéndole gran importancia a factores que estimulaban a las personas y lograban modificar la conducta de estas, dándole el nombre de refuerzos los cuales podían ser positivos o negativos.El castigo y la extinción tienen el efecto de debilitar el comportamiento, o de reducir la futura probabilidad de que un comportamiento ocurra, el retiro de un estímulo deseado lo denominaba como castigo negativo o castigo por medio de retiro contingente, y la falta de estímulo de recompensa, lo cual causa que el comportamiento cese lo denominaba como extinción.

Skinner también es reconocido por su famoso proyecto llamado la caja de Skinner, en donde representaba la conducta modificada de un ratón o palomas por medio de estímulos, en este caso comida, en donde situaba al animal en una caja y por medio de una palanca que este accidentalmente presionaba se le suministraba alimento, los ratones o palomas asociaban rápidamente la palanca con la comida, es decir, el comportamiento se fortaleció por sus consecuencias, ejemplificando así su idea sobre los reforzadores que modificaban las conductas.

Sus trabajos con los animales y el éxito logrado en controlar la conducta por medio del reforzamiento llevo a Skinner a probar los mismos principios en sujetos humanos. Lo cual podemos ver reflejado en el ámbito de educación donde su obra es aun de gran importancia en el proceso de enseñanza-aprendizaje e sabe que para que tenga efecto el aprendizaje, los estímulos reforzadores deben seguir a las respuestas inmediatas. En el condicionamiento operante se considera a los profesores como modeladores de la conducta de los alumnos.

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