COMPRENDIENDO LA FORMA DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE EN LA HISTORIA
Enviado por Tejedasanchez • 13 de Diciembre de 2013 • 1.720 Palabras (7 Páginas) • 236 Visitas
COMPRENDIENDO LA FORMA DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE EN LA HISTORIA
Desde hace años en las escuelas de nivel básico se nos viene enseñando la historia, aquella que hasta se tienen que memorizar datos, fechas, acontecimientos en general, pero en si aun surgen las dudas ¿será tan importante la historia?, y ahora se puede decir que si, ya que es el que le da sentido y forma a nuestro presente, y es tan interesante para poder trabajarlo en nuestras vidas personales, porque la historia no solo son hechos interpersonales, sino que también son intra personales-, es decir de nosotros mismos como individuos. El principal rasgo distintivo de la historia con respecto a otras ciencias sociales es precisamente su carácter temporal y dinámico. No solo estudia el pasado, sino que ante todo, se ocupa de los cambios producidos en la sociedad con el transcurso del tiempo.
Se dice que la historia es la historia colectiva de un pueblo, y por ello es fundamental su transmisión a las nuevas generaciones, la historia nos incumbe a todos no solo al profesor de historia, por lo tanto se puede decir que todas las actividades humanas tienen su historia. Por lo tanto en la actualidad es necesario conocer aun más los elementos con los que podemos comprender la historia, como lo estudian los grandes históricos.
Es necesario un dominio conceptual del tiempo. «Tiempo histórico» es muy distinto del tiempo de los acontecimientos personales del tiempo que vivimos y medimos con nuestros relojes. Por lo regular se ha visto que el niño domina antes su tiempo personal, en el se desarrollan en el niño las nociones del tiempo que afectan a su vida diaria, a las personas y objetos que le rodean.
No es lo mismo hablar desde nuestros acontecimientos, mismos que a lo mejor en este momento podemos medir con el reloj, el tiempo histórico son situaciones pasadas, mismos que nos han dejado con algún acontecimiento en especial, tenemos una referencia pero ya no se puede medir con nuestros relojes, el niño casi no comprende al tiempo histórico, para él lo único importante es lo que vivencia a diario.
Para el niño el tiempo depende de sus propias acciones; no es continuo ni constante. Solo gracias al progresivo dominio del sistema cuantitativo de medición del tiempo, el niño es capaz de concebir este como un flujo continuo, abstracto y cuantificable. En alguna ocasión pude escuchar que el niño piensa que cada día se termina cuando se mete a la cama y duerme, piensa que el tiempo se detiene y vuelve a continuar cuando amanece. El gran psicólogo Jean Piaget dijo en cierta ocasión que «el tiempo es espacio en movimiento». Y ciertamente tiene razón debido a que los acontecimientos tienen lugar en distintos espacios, mismos que logran tener un presente, para luego tener un pasado y un futuro. En esta ocasión podemos mencionar que “solo una vez se puede bañar en un río con el agua que pasa,, el agua en el cual te bañaste nunca la volverás a encontrar en el mismo lugar, se podrá realizar la misma acción en el mismo lugar pero ya no en el mismo tiempo ni con la misma agua, el agua sigue su curso y nunca se detendrá. Por lo tanto esta reflexión hace constar que también es parte de la historia, entendiéndola de esta manera.
Se trata de series aun individuales en las que se producen frecuentes cambios entre antes y el después. Estas anticipaciones, ya no solo se refieren a los propios, sino también a acciones exteriores que son relevantes para él. El niño anticipa con facilidad sucesos a partir de antecedentes conocidos. Estas anticipaciones, además ya no solo se refieren a sus propias acciones sino también a acciones exteriores que son relevantes para él. Todas las acciones tienen causas y consecuencias, mismos que a partir de ello se puede en un posterior tener la referencia, es decir; se puede contar con la memoria histórica. Por así decirlo que cuando por ejemplo “una madre que toma su cesto, inmediatamente el niño se coloca en la puerta, ya que por lo regular sabe que va a salir a un mandado y quiere ir con ella, es un ejemplo de aquello de causa y consecuencias.
El sentido del pasado-presente y futuro es aún muy difuso y siempre preferido a acciones inmediatas, propias o ajenas en la medida en que afectan al yo. El niño va aprendiendo a conjugar las distintas formas temporales de los verbos. El pasado y el futuro abarcan algo más que los momentos inmediatamente anteriores y posteriores. Por lo tanto podemos decir que aun los niños están tan arraigados en decir que el presente es tan importante, lo que hayan hecho ayer quedó atrás y el mañana la vivirá en un posterior.
Conocer el tiempo físico aun suena muy interesante en nuestra vida cotidiana y más aun en los niños pequeños. Los niños pequeños (hasta 6 - 7 años) estiman la duración de un intervalo temporal fijándose preferentemente en el punto de llegada. Por ejemplo, si le presentamos a un niño
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