Califato De Bagdad

Califato de Bagdag o Mundo Abbasí

El movimiento Abbasí se caracteriza por la aspiración de conseguir la igualdad de los creyentes, se encuentran con un mundo musulmán multiétnico, multinacional y no solamente árabe por lo que las convulsiones que pusieron fin al período anterior tienen estos condicionantes pero sobre todo las causas ya vistas de faccionalismos. Así pues, este movimiento abasí es impulsado por dos movimientos, los jarichíes (musulmanes intransigentes que abogaban por un islam radical y propugnaban una nula participación del Estado y que el califa pudiera ostentarlo cualquier musulmán) y por otro lado el chiísmo defensores radicales de que el cabeza de la comunidad islámica debía pertenecer a la familia del Profeta.

Los Abasíes descendientes de Abbas, un hermanastro del padre de Mahoma fijaron su residencia en una pequeña aldea Palestina, pero el proyecto abasí tuvo como primer centro la ciudad de Kufa, lugar de agitación social antiomeya, pero el peligro les obligó a trasladarse al noreste de Persia lugar donde tomaría forma definitiva el movimiento Abasí. Los inicios del movimiento a favor de los abasíes se debieron a la obra de un personaje conocido como Abu Muslim, que su mensaje era que los omeyas eran una dinastía de impíos opresores que incumplían los mandatos coránicos y que por lo tanto era necesario apartarlos del poder, ahora bien Abu Muslim era el organizador y creador del ejercito y de esta facción, pero el no era el dirigente pues afirmaba que pronto aparecería el verdadero califa, miembro de la familia de Mahoma, así pues Abu Muslim, ocupó Marw, capital de Jurasán en el 748 y tomando Kufa al año siguiente en cuya mezquita fue definitivamente proclamado califa Abu-l-Abbas. La guerra civil no duró mucho y Abu-l-Abba (750-754) inauguró un mandato en el que quiso hacer desaparecer todo rastro de la familia Omeya, el nuevo califa se presentó como un instrumento de Alá cuya misión era devolver al Islam la igualdad de los creyentes que los impíos omeyas habían sistemáticamente omitido para beneficiar solamente a su familia y a su tribu y en segundo término a los árabes. Abu Yafar al-Mansur, segundo califa abasí, fue el verdadero organizador de la dinastía y pronto demostró su voluntad de ser soberano sin discusión y para ello comenzó su obra enviando a prisión a los pocos rebeldes que se le opusieron y eliminando a todos aquellos que podían disputarle la jefatura califal entre los que se encontraba Abu Muslim. Avanzó en la legitimación del gobierno sobre la que había trabajado su antecesor de manera incipiente, insistiendo en la vinculación directa con Mahoma, a través de Abbas y situándose como jefe de los creyentes e imán de la comunidad islámica en lo tocante a la interpretación de la ley y la practica de la oración. Al-Mansur acometió la organización de la administración renovando los cargos de los secretarios (kuttab) bajo la dirección del visir, nuevo puesto creado ahora de gran relevancia. La conexión entre el poder central y los gobiernos provinciales fue una de las grandes preocupaciones de al-Mansur quien designaba miembros de su familia, mawali y también colaboradores de su entera confianza para asegurarse la estabilidad de estos territorios y además se aseguraba que los nominados no estuviesen demasiado tiempo en el cargo, para tratar de evitar la acumulación de poder. El ejercito continuará con su continua transformación hacia un ejercito mas profesionalizado y mercenario. A su vez llevó a cabo grandes obras de construcción de canales, trazado de caminos y establecimiento de puestos fortificados a lo largo de ellos e impulsó la creación de escuelas de árabe en las que se preparaban los futuros funcionarios. Finalmente trasladó la capital del califato en Bagdad dando paso a una nueva etapa de desarrollo corta en lo político y más larga en lo económico y en lo científico, suponiendo un cambio de gravedad en del Imperio alejándose del Mediterráneo y orientalizándose.

Tras esto el apogeo del califato vendrá con al-Mahdi (775-785) hijo y sucesor de Al-Mansur, bajo un clima de tranquilidad y apogeo del califato, que continuará con las medidas en el interior lideradas por su padre, y en

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