Capítulo III. La revolución francesa

Capítulo III. La revolución francesa.^[1]

Hobsbawn, Eric.

Está claro que Howsban le da gran importancia a Inglaterra por su desarrollo económico que fue tan explosivo y furioso. Aunque ahora él se situara en Francia. Haciendo hincapié en el conflicto entre antiguo régimen y las nuevas fuerzas sociales que era más agudo en Francia que en cualquier otro lugar, además lo que busca destacar de este acontecimiento es el comienzo de la lucha de clases entre la nobleza y el clero que se situaban algunas veces en una total miseria.

Howsban afirma que la victoria de norteamericana sobre Inglaterra en la guerra de Independencia puede considerarse la causa de la revolución  francesa, es así como podemos observar el cómo la lucha por una mayor expansión económica entre Inglaterra y Francia. Teniendo en cuenta el apoyo económico de Francia sobre Norteamérica para su independencia. Tuvo una bancarrota dentro del país y por tanto una miseria observarle e insoportable.

La Revolución se hizo en París y triunfó, ya que la clase sometida se enfrentó ante una  clase noble pero fragmentada ya que París era la ciudad exportaba al resto de Francia. Aunque la Revolución tuvo una gran cantidad de masa para su triunfo sólo una pequeña parte de esta intervino activamente, la caída de la Bastilla extendió la revolución a las ciudades y los campos de Francia. Lo más cierto es que, cuando actuaron masas, actuaron sobre todo en París.

Hobsbawn. Habla del triunfo del campesinado revolucionario levantado en armas además afirma que las revoluciones campesinas son irresistibles. Además analiza el triunfo de la anarquía, ya que en muchos casos habían huido los propietarios importantes a falta de la protección pública y con ello el campo estaba en dominio de algunas bandas. Las masas urbanas eran agitadas y movidas mayormente por los jacobinos.

No obstante como en toda Revolución el fanatismo radicalizador alcanzó a ésta, y con ello llegó el Terror. En este periodo que ha conocido la Revolución, que vio en la guillotina a muchos más revolucionarios que enemigos de la República. Aunque es inentendible esta etapa dentro del movimiento ya que la Revolución tenía como primera tarea movilizar el apoyo de las masas. Ninguna etapa ha pasado a la Historia con un nombre tan significativo: el Terror. Robespierre fue el  principal protagonista de este periodo y su caída provocó un desbarajuste económico y de corrupción" (p. 131), además que fue de más muy inquietante para las masas jacobinas.

El Terror acabó con la caída de  Robespierre, además de que acabó donde había llevado a tantos: en la guillotina. Francia estaba harta del Terror y el fanatismo revolucionario agotado. Así lo supieron ver hasta los mismos jacobinos, con la excepción del obstinado Robespierre. Por eso quedo éste solo, y cayó.

Napoleón fue un elemento que estabilizo la era trágica de Francia. Napoleón tenía un el particular talento militar ya que "ganaba sus batallas tan rápidamente que necesitaba pocas armas" (p. 139). Aunque se le es considerado como la figura ideal para la consolidación burguesa, esto lo afirma Hobsbawn  "Napoleón —añade— sólo destruyó una cosa: la revolución jacobina, el sueño de libertad, igualdad y fraternidad y de la majestuosa ascensión del pueblo para sacudir el yugo de la opresión" (p. 143).

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