Carlos Alberto Delgado Martínez

Carlos Alberto Delgado Martínez en el municipio de Villa de Allende en la comunidad San Felipe Santiago nació el 27 de noviembre de 1975 tiene 12 años dedicándose a la fabricación de artesanías pero es artesano desde los 8 años de edad, elabora bordados mazahuas, textil de diferentes tipos en fibras naturales, sintéticas, linos de algodón, lana teñida; hacemos diferentes tipos de prendas como colchas, caminos de mesa, manteles individuales, fundas para cojines y algunas prendas de vestir y actualmente confeccionamos las prendas como camisas, guayaberas, vestidos de novia, de quince años, sacos y uniformes entre otras cosas.

Su abuela materna es la que le enseño a bordar desde los 8 años ella ya no vive pero también enseño a su mamá y a las hermanas de su mamá quienes siguen con esta tradición artesanal así como sus hijas las cuales también han tenido muchos reconocimientos, se puede decir que es la tercera generación en su legado familiar dedicada a los bordados. Los hijos también se interesan por esta artesanía ya que han visto por medio de la televisión o radio cuando un familiar participa en las exposiciones.

Actualmente el tiene a su cargo a 60 mujeres artesanas que realizan bordados mazahuas.

El material lo compran en el Distrito Federal y la tela en algodón en Puebla; los pasos a seguir para un bordado primero es con lana la cual la adquieren en Gualupita, posteriormente se corta la pieza y se carea este es un terminado que los identifica a ellos en la comunidad que es el terminado en las orillas de cada prenda, después se da la idea de lo que se va a bordar en la prenda no existe un patrón a seguir solo en las prendas de vestir si hay un molde donde se corta y se confecciona la prenda en serie y después se borda a mano y cada prenda es única por el toque artesanal que se le da. El precio depende de la tela en algodón es de 200 pesos y en lino el doble o más y también dependiendo del bordado hay uno fino que es mas tardado en hacer a veces una pieza lleva hasta 6 meses y hay piezas que se hacen en un día.

Esta artesanía se ofrece en ferias, exposiciones y en la tienda Casart y actualmente se trabaja en algunos hoteles, restaurantes, spas haciendo los uniformes.

El mercado es muy amplio y se deben adecuar a él, desgraciadamente en México existe el regateo. El producir más productos artesanales tiene como ventaja el bajar costos para así darlos a un precio menor y no exista si se deje regatear por los clientes consumidores ya que son piezas únicas y a esto tiene un valor agregado ya que las mujeres mazahuas que los bordan lo hacen con el alma no es industrializado y que cada vez que adquieren una artesanía están apoyando a estas artesanas y fomentando la cultura en el Estado de México.

Una anécdota que recuerda es el haber visitado un hotel al que le realizan los uniformes y al recibirlo en el hotel no podían creer que fuera un artesano tan joven

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