Casa de Los Tratados de Armisticio y Regularización de la Guerra Bolívar y Sucre

Casa de Los Tratados de Armisticio y Regularización de la Guerra Bolívar y Sucre

     A finales del siglo XVIII, según Carrillo (1976), hace alusión a la llegada a Trujillo, procedente de Caracas un comerciante de origen Escocés, llamado Jacobo Antonio Roth con la firme intención de establecer una casa comercial y echar raíces familiares en esta población, se casa con una de las jóvenes de las familias más prestigiosas de estas tierras, Teresa Briceño Sierralta, con la cual tuvo siete (7) hijos. Para el establecimiento de su residencia, compró un solar con una pequeña vivienda de dos habitaciones, techadas de paja y con tabiques de bahareque, situada en la segunda cuadra después de la Plaza Mayor.

     En el siglo XIX, específicamente en el histórico año de 1810, cuando la residencia de la familia Roth Briceño, cobra una vital importancia en el proceso de la Independencia de las colonias españolas en este continente, ya que en este año se crea la Junta Suprema que declara el 09 de Octubre la Independencia de la Provincia de Trujillo del yugo opresor español, siendo electo como primer gobernador militar y civil Don Jacobo Antonio Roth quien financia de su propio peculio la gesta independentista en sus inicios en tierras trujillanas.

     Otra importante fecha histórica en 1813, que envuelve a la casa de la familia Roth Briceño, específicamente el 15 de Junio; cuando visita por primera vez el Libertador Simón Bolívar tierras trujillanas en el marco de la célebre Campaña Admirable; que según Carrillo (1983);enfatiza que Bolívar buscaba la reconquista del territorio venezolano de las fauces del nefasto imperio Español.

     Es en esta fecha, Bolívar dicta la Proclama de Guerra a Muerte, como una forma de advertir a la Corona Española que el pueblo de las colonias no está solo y que los hijos nacidos en estas tierras lucharán con fiereza y amor en pro de defender los principios y derechos que merece todo ciudadano libre y soberano de una nación. El 25 y 26 de Noviembre de 1820, se involucra la Casa del Primer Gobernador de Trujillo, en la firma de los Tratados de Armisticio y Regularización de la Guerra, elementos que dieron fin a la época de la Guerra a Muerte y permitió el reconocimiento por parte del imperio Español de la naciente República de la Gran Colombia.

     El General Cruz Carrillo regresó a Trujillo con ánimo de fijar residencia en esta ciudad, con el propósito de adquirir la casona, perteneciente a la familia Roth Briceño. Que según Carrillo (1976), cree que fue comprada entre los años 1840 y 1841, ya que para el año 1842, el General cumplía la función de Gobernador y estaba residenciado en este inmueble. Luego de su fallecimiento, fueron propietarios de esta casa histórica: su esposa Doña Josefa Ávila de Carrillo, Don Pablo Briceño, Doña Francisca Pimentel de Briceño, Doña Virginia Briceño de Troconis, el Pbro. Altuve, Don Ezequiel Urdaneta Maya y Héctor Urdaneta Braschi, quien por último vende el inmueble al Gobierno Nacional en el año de 1942, durante la gestión del Dr. Numa Quevedo.

     Durante este período gubernamental, comienza a funcionar la Oficina del Telégrafo Nacional con 120 máquinas repetidoras del sistema Morse. De igual forma; en estas prestigiosas instalaciones, tiene sus inicios el Ateneo de Trujillo, como principal institución cultural. Otras importantes instituciones que tuvieron sus inicios en esta casa, son las siguientes: Colegio de Médicos del Estado Trujillo (1945), en 1958 por decreto del Gobernador Dr. Mario Briceño Perozo, se construye el Centro de Historia del Estado Trujillo. Otro hecho, es la Asamblea realizada en el año 1961 por la Sociedad Nacional Bolivariana. También es resaltante, el Consejo Universitario de la Universidad de Los Andes (Núcleo Universitario Rafael Rangel en el año 1972.)

     A partir del año 1958, asume la responsabilidad la Fundación Centro de Historia, de la guarda y custodia de la Biblioteca 24 de Julio, la cual poseía una gran colección de diferentes textos referentes a elementos históricos y literarios que permitían describir hechos resaltantes y facetas literarias
que caracterizaron al mundo en diferentes épocas. Además se encontraba el Museo Dr. Cristóbal Mendoza, donde se podían observar una amplia colección de objetos con marcada trascendencia histórica. Todo esto gracias a la iniciativa del joven magistrado Dr. Mario Briceño Perozo. La otra parte de la colección de textos y objetos, actualmente están en procesos legales debido a un saqueo ocurrido durante el período Gubernamental de Hugo Cabezas (2008-2012).

     En virtud de los grandes acontecimientos históricos que marcaron a la colectividad trujillana y mundial, que tuvieron como epicentro la casa donde se firmó la Proclama de Guerra a Muerte y los Tratados de Armisticio, el Ejecutivo Nacional del año 1963, decide declarar según Gaceta Oficial Nº 27.136, este importante recinto como Patrimonio Histórico Nacional. Con ello se busca dar un reconocimiento e importancia para la nación a esta casona que ha marcado la vida del pueblo venezolano. Pero su dedicación se concentra en las visitas guiadas a los niños, niñas y adolescentes de diferentes instituciones educativas.

La Casa de Los Tratados de Armisticio y Regularización de la Guerra Bolívar y Sucre se divide en espacios:

• Espacio Zaguán: Albarrán (2017),  cubierto situado en la entrada de la casa que da acceso al interior de la misma, es uno de los espacios más antiguo, ya que data de finales del siglo XVIII cuando empezó a construirse para ser habitada por Jacobo Antonio Roth, cabe resaltar que este espacio conserva su estructura original (p.13).
• Espacio Tratados de Armisticio y Regularización de la Guerra: Albarrán (2017), data de finales del siglo XVIII, encontrándose en él gigantografías alusivas a los artículos referentes a los Tratados de Armisticio  y Regularización de la Guerra. Con estos Tratados se da término a la Proclama de Guerra a Muerte dictado por El Libertador en este recinto histórico, la cual estuvo en vigencia desde el año 1813 se logró el respeto de los principios básicos y derechos de los contrincantes al momento de pactar un intercambio o capitulación. (p.13).
• Espacio Cruz Carrillo: Albarrán (2017), dedicado al General en Jefe José de la Cruz Carrillo Terán, insigne héroe de la Independencia; fue el segundo propietario de esta casona histórica, la cual tomó como residencia al final de sus días. En este espacio se encuentran las siguientes posesiones: cama de madera, baúles de campaña, sables, una carta redactada de su puño y letra, medallas acuñadas por el Ejecutivo del Estado en conmemoración a su natalicio, el único óleo que data de la época en la cual vivió Carrillo y refleja su verdadera imagen, la lápida de la tumba donde reposaron los restos del General, antes de ser trasladados al Panteón Nacional y por último, un óleo alusivo a la casa natal en Mocoy. (p.16).
• Espacio Recepción o Proclama de Guerra a Muerte: Albarrán (2017), aquí se visualizan los más colosales óleos de la casa, realizados por Iván Belsky, figurando en primera instancia el de la Firma de la Proclama de Guerra a Muerte el 15 de Junio de 1813. De igual forma, un óleo de Bolívar como imagen central, vestido con ropas informales emanando los principales preceptos que regirían la célebre Proclama de la Guerra a Muerte. En el óleo de mayor dimensión, se ejemplifica la Batalla de Niquitao, realizada el 2 de Julio del año 1813, en la población de Boconó, cuyos protagonistas, José Félix Ribas y Anastasio Girardot logran vencer al realista José Martí y dar paso a los llanos occidentales a las tropas libertadoras.

Otro óleo importante, es el que simboliza la entrevista de Monseñor Lazo de la Vega, Obispo de Mérida y Simón Bolívar en las afueras de la Catedral de Trujillo. Existe una colección de bustos alusivos a destacados personajes de nuestra Independencia y post independencia, los cuales fueron desincorporados de las distintas plazas que conforman el territorio trujillano, tales como: el Dr. Cristóbal Mendoza, Gral. José de la Cruz Carrillo Terán, Generalísimo Francisco de Miranda, Libertador Simón Bolívar, Gral. José Antonio Páez y el Dr. Diego Bustillos. (p.17).

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