Caso Cascades
Enviado por pipe.cadavid • 2 de Octubre de 2013 • 1.812 Palabras (8 Páginas) • 3.386 Visitas
CASO CASCADES
Para trascender la prosa y entrar en el terreno práctico, que es lo que “vende”, se abordará con relativa amplitud el caso de Cascades , una multinacional papelera de Canadá, que ha hecho del communicare (hacer común, compartir, cooperar) su modelo gerencial; una auténtica “visión compartida”, que le ha reportado un éxito desbordante. Al final de la exposición se citarán, con un fin incitador, otros casos igualmente ilustrativos de esta concepción empresarial.
Para los que crean el caso Cascades como una historia recreada, vale aclarar que la información que aquí se consigna es totalmente verídica y verificable, respaldada por una investigación rigurosa de más de 10 años, desarrollada por Omar Aktouf, hasta con largos periodos de observación participante, es decir, conviviendo a diario con todo el personal de la organización. En palabras del mismo Aktouf: “Todos estos enunciados pueden causar preocupación, en tanto están poco expandidos en el mundo del trabajo industrial. Pero, habiendo llevado esta investigación en forma de observación participante y de entrevistas en profundidad en el sitio, puedo testimoniar una exacta correspondencia entre lo que se dice, lo que se practica y lo que se vive, al menos en las fábricas de la ciudad natal de la compañía, en Kingsey Falls”. En procura de asegurar esta transparencia del caso, quiero ser fiel al autor en sus citas y no integrarlas, aunque se vuelva un poco extenso.
Cascades es una productora de papel y de pulpa de papel que empezó desde cero en los años 50 con el padre de los Lemaire, actuales propietarios. Hoy es una de las empresas de mayor crecimiento en Canadá durante los últimos 20 años, con cerca de 14.000 empleados y 70 filiales en tres continentes. Entre sus estrategias de crecimiento está la compra y relanzamiento de empresas de su ramo que han caído en bancarrota. Pero sin duda, la clave principal de su éxito está en el compartir y en la cercanía entre empleados y dirigentes, estos últimos convertidos en héroes, al trascender los principales tabúes administrativos. He aquí algunas de las que en nuestro medio se llamarían “políticas” de Cascades:
• Ninguna ficha de puestos, ni descripción de puesto; sólo ajustes mutuos de persona a persona;
• Casi ningún título;
• Los dirigentes no dejan de repetir que ellos no serían nada sin los obreros;
• Los empleados gozan de la potestad de organizarse;
• Cada cual es responsable y está asociado a las decisiones que le incumben;
• El derecho al error y la libertad de intentar están garantizados;
• Tres o cuatro peldaños jerárquicos, entre el empleado y los altos dirigentes;
• Confianza, escucha, diálogo: el Presidente en persona tiene su oficina y teléfono abiertos a todos;
• El habla, la escucha y el contacto directo son generalizados; evitar la jerarquía es común y aceptado;
• Una parte sustancial de las utilidades es compartida con todos (antes de amortizaciones e impuestos), además de muy buenos salarios;
• Todas las informaciones, incluso las que tradicionalmente se consideran confidenciales, son anunciadas: ventas, utilidades, pedidos;
• Las herramientas, materiales y productos de la empresa están gratuitamente a disposición de todos para sus necesidades personales;
• Las compras de acciones por parte de los empleados son financiadas sin intereses por la empresa (hasta dos años);
• La diligencia de seguir en actos concretos toda demanda legítima y todo compromiso asumido hacia los empelados, a no despedir a nadie a riesgo de renunciar a las utilidades (frase del propio Presidente).
Para comprender mejor todo esto y penetrar en el modo de administración que se practica en esta empresa, donde la productividad y el rendimiento son asombrosos, Aktouf le da palabra a su presidente-director general y a uno de sus hermanos, vicepresidente:
• “No quiero descripciones de puestos ni de títulos: Nadie tendrá autoridad por su título”.
• “Los empleados deben darse cuenta de que el patrón es como ellos; que tiene defectos, debilidades, problemas, etc...”. “Lo aceptarán más fácilmente”.
• “No debe existir el mito del patrón hay que decirles a los empleados que uno no sabe todo”.
• “Mi filosofía es la franqueza y honestidad”.
• “No se debe contar mentiras a los empleados... Hacen falta diez años para ganar su confianza y unos cuantos minutos para perderla tal vez para siempre”.
• "Yo digo mis utilidades y lo que gano, los empleados ven que esto (inversiones...) protege a los empleados y todo va mejor”.
• “El empleado es un ser humano, tiene los mismos problemas, exigencias y aspiraciones”.
• “Se comparte el trabajo y las utilidades; mis hermanos y yo hemos trabajado en todos los puestos, incluso donde los obreros no querían ir (porque eran muy sucios o penosos)... Cuando uno habla, sólo puede ganar más credibilidad a ojos de los empleados”.
• “Los trabajadores deben tomar decisiones; ése es nuestro interés en lo que hacemos”.
• “Está contento por las utilidades y se lo decía a todos, y sigo así”.
• “El ‘buen empleado’ es el que habla y habla con franqueza”.
• “Los obreros deben saber todo. Un obrero que sabe tiene menos ‘por qués’ en la cabeza... Por eso es que decimos todo”.
• “Comunicar es decir todo lo que sucede, es ser franco y directo”.
• “Lo que hace la confianza es que se les dice todo”.
• “Me llaman a mi casa, mi número no es confidencial, me hacen saber cosas incluso el fin de semana”.
• “No se debe decir unas cosas y hacer otras”.
• “Son los empleados los que construirán la empresa... Trabajan tan duro.”
• “Los empleados están orgullosos de ver el éxito de su Cascades”.
• Se debe crear camaradería con los empleados... recuerdos que compartir con ellos... crear vínculos de amistad entre nosotros”.
• Bailar toda la noche con los obreros y sus familias, y estar todos juntos en el trabajo a la mañana siguiente, es mejor que los más grandes discursos”.
• “Soy un `compartidor´, me gusta compartir, siempre he sido así, no soy egoísta“.
• “Está el reparto de las utilidades... pero eso va con todo el resto... es un todo, no es suficiente compartir sólo las utilidades”.
En aras
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