Cazadores y Recolectores

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Universidad de Sonora

Jorge Eduardo Campos Villalobos

Maestro: José Guadalupe Esquivel Valenzuela

Historia Económica

Lic. En Finanzas

Fecha: 08/10/12

CAZADORES Y RECOLECTORAS

El viaje inicia por la economía del México antiguo debemos ante todo fijar el punto de partida, es decir, el límite extremo de esta historia. Este límite coincide con la aparición del hombre en nuestro territorio.

Los restos más antiguos del ser humano en México datan de 21000 a 30000 a.C. Los hallazgos más antiguos los del valsequillo, Puebla, con una edad de entre 21000 y 35000 años, y los Tlapacoya, a la orilla del viejo lago de Chalco.

El hombre, por tanto, aparece en México en una etapa muy tardía en su historia. El hombre llegado a América era un cazados-recolector aguerrido y experimentado, fue aquí y por sí mismo donde perfeccionó sus instrumentos originales, inventó la agricultura y más tarde repitió en Mesoamérica y la región andina las maravillas de Mesopotamia y Egipto: la creación de la civilización.

La condición mas duradera del hombre en México ha sido, pues, la de cazador-recolector. Dominó de modo absoluto el país durante unos 15000 o 16000 años.

Fue hacia el año1200, hace 3200 años, cuando en una región bastante reducida surgió la primera sociedad urbana y estratificada, Sin embargo, ni los cazadores res-recolectoras, ni los agricultores comunitarios desaparecieron. Continuaron siendo parte decisiva de la población de México.

Los primeros Grupos humanos dependían más directamente de su medio ambiente que los actuales. Cambios bruscos en el clima o los ecosistemas los obligaban a prodigios de adaptación.

Durante 6000 o 7000 años el clima de México no cambió sustancialmente.

Las sociedades de cazadores-recolectoras sobrevivieron y se adaptaron a ecosistemas muy diferentes

A principios del periodo, los grandes animales incapaces de resistir el cambio, comenzaron a desaparecer.

Los efectos de ese cambio debieron ser inmensos. Al no poder continuar con la caza de grandes mamíferos, las bandas nómadas ampliaron sus fuentes de abasto. Comenzaron a cazar animales pequeños, incluyendo ciertos tipos de ratas.

Hacia el final del holoceno temprano se inició una época de sequía extrema que transformó muchas regiones fértiles en desiertos extremosos. Esta situación duró hasta 4000 a.C., o según otros investigadores, incluso hasta 2000 a.C. La sequía prolongada retrasó sin duda el advenimiento de la agricultura.

El Testimonio Arqueologico

Hacia finales del cenolítico aparecen vestigios de bandas mayores que se forman con propósitos específicos o tareas estacionales de 20 o más miembros (macrobandas), para luego disolverse.

La vida de estás comunidades exigía una tecnología mucho mas compleja de lo que podría pensarse a primera vista. Para comenzar, hasta las más atrasadas conocían el fuego y probablemente los medios para su conservación y transporte.

Los objetos encontrados son instrumentos de trabajo, utensilios de cocina y de transporte, así como armas.

Entre 14000 y 7000 a.C. hacen su aparición percutores de hueso más blando mejor afilados y la técnica de presión que permite obtener buenos acabados. Para lograr un mejor enmangado se desbastan los bordes laterales de una parte de las puntas y aparecen los primeros instrumentos de molienda, muelas, morteros y manos, antecesores de metates y molcajetes.

En los periodos más alejados no se encuentran puntas líticas de lanza o flecha, de manera que probablemente para alargar sus brazos los hombres usaban palos con puntas endurecidas al fuego. La caza da origen a los primeros objetos simétricos, como las piedras bifaciales.

La fabricación de cuchillos o puntas de lanza con material tan difícil de manejar como la piedra exige gran habilidad. Es necesario tallar, pulir, medir, pesar. Éstas parecen ser facultades que todos los cazadores líticos desarrollaban.

El arma más importante es el propulsor o atlatl, de uso muy común hasta la llegada de los españoles. El atlatl adquiere una velocidad 15 veces mayor y un impacto 200 veces más fuerte que la lanza.

Entremezclados o cercanos a las “industrias” se han encontrado grandes cantidades des restos de fauna fósil extinta y reciente, que aportan información tanto de las actividades de abastecimientos como de la alimentación del hombre arcaico.

Es evidente que las armas que poseía el hombre lítico no eran suficientes para enfrentar enemigos tan poderosos.

La operación exigía una división compleja del trabajo y la coordinación de un mando único.

A finales del periodo aparecen los primeros restos de plantas domesticadas, algunas de cuyas especies se han extinguido ya.

El primero, el horizonte arqueolítico, se extiende tentativamente desde 21000 hasta 14000 a.C. El hombre conoce ya el fuego y para la fabricación de sus instrumentos líticos practica la percusión, el corte y el desgaste. En la primera se golpea el objeto que se desea modelar para conseguir una fractura o disgregación. En el segundo, se modifica el objeto, utilizando una piedra con filo o punta con la cual se van separando partes del artefacto.

El cenolítico, que dura de 14000 a 7000 a.C., es el mejor documentado. Aquí aparecen las puntas de proyectil en gran profusión y en diferentes estilos, lo cual lleva a pensar en una especialización para la caza de diversos animales.

El tercer horizonte es el protoneolítico, que va desde el año 7000 al 4500 a.C. La dieta elemental sigue proviniendo de la caza y la recolección, pero hacia el año 6000 aparecen los primeros cultígenos. Se consolida la presencia de las macrobandas.

La Economía Nómada

La única fuente de información sobre las sociedades prehistóricas de cazadores-recolectores en México es la arqueología. Las generalizaciones y teoría elaboradas con base en los estudios etnográficos solo pueden aplicarse a la lítica mexicana por medio de la analogía. La analogía, es decir, el método sustentado en la premisa de que los datos del presente pueden ser la clave del pasado, ha adquirido un nivel elevado de refinamiento y es usada profusamente.

La etnología ha avanzado considerablemente en el estudio de los pueblos nómadas que sobrevivieron el contacto con el mundo occidental. Aparte de los numerosos informes y estudios realizados durante los contactos o más tarde sobre pueblos que en la actualidad están desapareciendo o han desaparecido.

Hacia apenas 10000 años  toda la población del mundo subsistía de la caza y la recolección.  La organización económica y social de los cazadores-recolectores deriva de la relación especial que establecen con la naturaleza y la tierra. El agricultor goza de mayor estabilidad,  el cazador de más libertad. En la aldea el producto en la medida que es colectivo se concentra primero y luego se distribuye en la banda nómada, apenas obtenido, se comparte directamente, de acuerdo con patrones familiares reales o imaginarios.

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