Caída del Muro de Berlín y... ¿Caída del comunismo?

Caída del Muro de Berlín y... ¿Caída del comunismo?

Eduardo Lugo Félix

Historia de Estados Unidos Siglo XX

Prof. Bruno Barush Galindo

Lic. en Historia

Universidad Autónoma de Baja California

Mexicali, Mayo 2016

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Es bien sabido que la Segunda Guerra Mundial dejó tras de sí escenarios idóneos para la formación de nuevos proyectos de Estado o para el fortalecimiento de los mismos. Naciones en crisis de posguerra, Estados debilitados, países sin un proyecto fijo; dejaron a las dos nacientes potencias asumir un rol de ''sol'' ante los países satélite.^[1] En este caso estas potencias son los dos bandos más victoriosos de la guerra, que supieron aprovechar muy bien su influencia en sus países circundantes y con los que tenían buenas relaciones comerciales. Obviamente estoy hablando de la U.R.S.S y los E.U.A.

Por un lado, tenemos a los soviéticos, que desde antes de la Segunda Guerra, ya se conocía de su poderío tanto económico como militar, nacidos bajo el precepto del comunismo y bajo el estandarte de Vladimir Lenin, esta nación se formó con las interpretaciones marxistas de Lenin. Aunque han sido muy criticadas estas interpretaciones por diferentes autores, principalmente porque en Rusia no se podía dar el comunismo que Marx argumentaba, porque no había una burguesía ni una clase obrera, más bien era una aristocracia y una ''clase campesina'', por así decirle. En pocas palabras, el comunismo en Rusia no se podía dar porque no había un capitalismo bien formado en principio, y según Marx, es necesario para dar pie a la evolución del comunismo primero un firme capitalismo. Pero fue Stalin (y no Lenin) quién instauro el marxismo-leninismo como la ideología de la Unión Soviética, argumentando que no existe tal rotura de pensamiento entre ambos intelectuales, Marx y Lenin, y que al contrario, las ideas de Lenin pueden enriquecer de cierta manera el comunismo.

Vaya que estaba en lo correcto pues la Unión Soviética vivió sus años dorados bajo el mandato de Iósif Stalin, siendo pieza fundamental ellos y los norteamericanos en la caída del nacionalsocialismo alemán en la Segunda Guerra.

Por el otro lado, estaban los aliados de los soviéticos durante la guerra: los estadounidenses.

Estados Unidos era y es una de las naciones más poderosas del planeta. Sacaron provecho de varias guerras en el mundo, como la Primera Guerra Mundial, en la que se beneficiaron siendo vendedores de armas en estado neutral, yo en lo personal creo que a raíz de esa guerra y el posterior levantamiento de la Gran Depresión, fueron lo que hicieron a Estados Unidos la potencia que conocemos hoy en día. Pero su grandeza no solo se debía al poderío militar, sino al económico también, que ha jugado en toda la historia estadounidense un papel importante. Era claro que tener de frente un sistema económico alternativo, que además de retar los ideales estadounidenses, estaba triunfando, era una incitación a la competencia... Y no una sana.

Una vez terminada la guerra con el Tercer Reich, se coronaron como los nuevos lideres del mundo los dos más grandes vencedores de la dichosa guerra. Al principio la Unión Soviética y los Estados Unidos fueron aliados contra la Alemania nazi, aunque desde antes los norteamericanos desprestigiaban el gobierno comunista, inclusive apoyando al ejercito blanco en la Guerra Civil Rusa, pues los Estados Unidos y una coalición de países occidentales capitalistas, temían el avance del comunismo, pues presagiaba muerte y perdida de poder a los mandatarios de derecha, además de que la caída y muerte de la dinastía Romanov tuvo mucha repercusión en Europa y el mundo.

En mi opinión, para que el mismo gobierno soviético liderado por Lenin y Stalin, que tuvo que repeler los ataques occidentales por parte de Estados Unidos, Inglaterra y Francia, entre otros, decidiera 20 años después aliarse con estos, era porque el enemigo en común era más grande que las diferencias políticas de ambas ideologías. Ese enemigo en común era el temido nacionalsocialismo o nazismo, dicho de forma despectiva, que en realidad no tenía casi nada que ver con el socialismo o las ideas marxistas, pues incluso el mismo líder del Estado nazi, Adolf Hitler, llegó a decir en una ocasión que ''la característica básica de nuestra teoría económica (refiriéndose a la economía del Tercer Reich) es que no tenemos ninguna teoría en absoluto''.^[2] Acabada la Guerra Civil Rusa, el comunismo había consumado su poder y habían absorbido una serie de Estados circundantes a la antigua Rusia, parecía que la Unión Soviética sería el país que sería la potencia en Europa y por lo tanto, debido a aquellos años, la única potencia mundial. Pero como ya dije antes, Estados Unidos comenzaba a crecer y Alemania, a pesar de estar mermada en deudas que parecían que dejarían en el atraso a los teutones, milagrosamente se levantaron de tan estrepitosa caída, y con un gobierno firme y autoritario, basado en el más puro y primitivo patriotismo, llevaron a la formación de un Estado nacionalista, que incluso se inspirarían en varias de sus ideas en la época más racista de los Estados Unidos, como por ejemplo, Hitler tomaría las leyes Jim Crow como ejemplo para crear las leyes Núremberg, que prácticamente eran igual o hasta más racistas, pues consideraban a cualquiera que fuese judío, gitano, balcánico, eslavo (incluyendo rusos) o de color como un ''untermensch'', o sea, una persona inferior por su raza, origen o religión.

A pesar de tal crecimiento tecnológico, militar y económico, la Alemania nazi se enfrentaría a dos de las más grandes potencias en el globo, que apoyadas por países como Inglaterra y Francia, lograrían derrotar las fuerzas alemanas y a sus aliados italianos y japoneses.

Este sería el principio de un nuevo mundo.

Con la caída de la Alemania nazi, se dio el conocido ''mundo bipolar'' en el que solo se podían escoger dos bandos: Estados Unidos, que eran los capitalistas, o la Unión Soviética, que eran los comunistas. Estados Unidos rápidamente ganó notoriedad expandiendo su imperialismo en su respectivo continente, a excepción de Cuba y acrónicamente, en un futuro Venezuela. Pero también gano simpatía con la Unión Europea y los miembros del Commonwealth (Inglaterra y sus ex-colonias), que quizá vienen a ser la tercer gran potencia.^[3] Incluso en esta unión imperialista, se sumo la creación de una alianza militar, conocida como la Organización del Tratado del Atlántico Norte (O.T.A.N.) que entre sus miembros se encontraban Estados Unidos, Canadá y los países occidentales de Europa.

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