Chile en la encrucijada: la campaña del terror – Marcelo Casals.

Chile en la encrucijada: la campaña del terror – Marcelo Casals

Un día antes de las elecciones de 1964, la hermana de Fidel Castro da un discurso contra el candidato de izquierda Salvador Allende, diciendo que pasaría lo mismo que en Cuba donde borraron el nombre de Dios de la Constitución. Ese discurso marcaría el broche de oro para lo que se consideró “la campaña del terror”.

En la campaña del terror se utilizaron todo tipo de argumentos antimarxistas: las libertades públicas serían derivadas, el desarrollo económico imposibilitado, la familia disuelta y la nacionalidad deformada, se caería en un régimen de esclavitud y arbitrariedad de destruir cualquier valor y orden social anterior, etcétera. El lenguaje político se empapó de alusiones de la situación internacional y al momento del conflicto global de la Guerra Fría.

Guerra Fría y anticomunismo

        La Revolución Cubana se transformaría en un factor significativo y continuamente presente en la política latinoamericana. Rápidamente concentraron simpáticas en la izquierda marxista chilena, especialmente en el Partido Socialista -este apoyaba la vía armada-. Mientras que el Partido Comunista fue fiel a las líneas generales del Movimiento Comunista Internacional, que propugnaba la “vía pacífica”.

        Estados Unidos a cargo de John F. Kennedy apostaba la “Alianza para el Progreso” que buscaba, a través de la ayuda de norteamericanos y de procesos de modernización económica impulsados por cada gobierno, incrementar el nivel de vida de los sectores sociales empobrecidos, con el fin de aliviar tensiones y evitar estallidos revolucionarios. Esta Alianza se centraba en la reforma agraria, reforma tributaria, modernización del comercio, ampliación de la educación e impulso de la educación a la construcción de viviendas, en efecto, se identificaron con la Democracia Cristiana.

        La Democracia Cristiana se enfocaba en proyectos reformistas basados en los principios de la doctrina social de la Iglesia Católica e inspirados en el desarrollismo y en las conclusiones de corrientes como la representada por la CEPAL que enfatizaban la necesidad de cambios estructurales modernizadores con el objeto de incorporar a los sectores sociales marginados y desarrollar economías nacionales en base a la diversificación de la producción, la ampliación de los mercados internos y la planificación estatal como guía racional para un desenvolvimiento armónico del conjunto de la sociedad.

        Durante el periodo de Frei Montalva la derecha se mantuvo inalterada, pero esa situación cambiaría por la incapacidad de la derecha de influir en el gobierno democratacristiano. De todos modos, la derecha iba en decadencia tras el incumplimiento de programa de Jorge Alessandri. En 1964, se disputó entre la izquierda y la DC el mandato presidencial, por esto mismo, la DC centró su campaña electoral en el anticomunismo.

La larga tradición del anticomunismo en Chile

        Las luchas sociales se leyeron a partir de la lógica del antisocialismo por parte de los sectores dominantes, que veían en las huelgas y movimientos obreros la presencia de agentes subversivos extranjeros que pretendían destruir los fundamentos de la nación y la religión. El impacto simbólico de esto fue la Revolución Rusa, que dio origen al anticomunismo. La primera vez que Chile tenía ilegal al Partido Comunista fue en el gobierno del General Carlos Ibáñez del Campo.

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