Ciudad De Zacatecas

El descubrimiento de los yacimientos mineros de Zacatecas y la fundación de la ciudad fueron resultado de un gran movimiento de exploración y expansión en la Nueva España. Como parte de esta dinámica, al poco tiempo, Zacatecas se constituyó como un lugar estratégico para el reconocimiento y colonización del septentrión en búsqueda de nuevas vetas minerales. En las siguientes líneas se expondrá brevemente el papel que desempeñó este punto geográfico en la exploración del norte como parte de las políticas del nuevo orden novohispano.

A los pies del cerro de la Bufa se conformó una población en 1546 que se definió, por largo tiempo, por una dinámica determinada por la minería. Los primeros españoles en explotar las vetas de plata, no tenían noción de las riquezas del subsuelo y consideraron que su estadía sería transitoria, por lo que establecieron una localidad pensada en lo efímero cerca de las minas o las áreas de trabajo. Esta mentalidad explica la ubicación de la ciudad de Zacatecas en una cañada y a lo largo del arroyo de la Plata, que no permitió que se cumpliera en su totalidad con las Ordenanzas para descubrimientos, nuevas poblaciones y pacificaciones, que trazaba núcleos urbanos en una cuadricula y como centro una plaza principal. Cuando los españoles reconocieron la abundancia de filones de argento, era demasiado tarde para cambiar la localización de la ciudad. Por esta situación, Zacatecas se sitúa en una cañada que dio origen a lo accidentado de sus calles y callejones.

Las ricas vetas argentíferas descubiertas en Zacatecas, propiciaron la formación de un asentamiento que en poco tiempo experimentó un notable desarrollo demográfico de pioneros españoles, indios, negros y sus mezclas. El potencial económico de este lugar impulsó todo tipo de buscadores de fortuna y ascenso personales, así como de mano de obra y gente ociosa. Este nuevo poblado tenía que integrarse al nuevo orden novohispano, que implicaba una administración civil y eclesiástico. Estos dos ámbitos se convirtieron en los pilares del gobierno, que buscaba controlar el territorio que se descubría y establecer una estructura burocrática centralizada que permitiera instaurar un aparato institucional afín a la Corona española.

El gobierno civil, representado en el cabildo, se encargó de administrar la vida de la población dentro de los parámetros jurídicos de la monarquía española; que buscó, primero, alcanzar el control y, después, estabilizar el orden novohispano. Una vez que la localidad se asentó y empezó a crecer demográficamente, surgieron problemas jurídicos relacionados con la denuncia y explotación de minerales, de orden público y abastecimiento. Por tal razón, en primer lugar, se estableció el cabildo como institución que personificaba al gobierno novohispano y representaba los intereses del vecindario, para el cumplimiento de sus funciones contaba con jurisdicción ordinaria y de gobierno para resolver las controversias que surgieran y administrar la vida de la ciudad para mantener el bien común. En otras palabras, el cabildo se encargó de regular el denuncio y registro de las vetas, remediar los malos hábitos que existían en el beneficio y, además, subsanar los robos y alteraciones del orden público provocados por los numerosos aventureros y vagabundos que llegaban a las minas.

Dentro de las funciones del gobierno civil, también, estaba expedir licencias para la construcción de edificios, las cuales debían conservar un orden, a pesar de que la ciudad se situara en una cañada y a lo largo del arroyo de la Plata que corría del norte al sur. En la parte más amplia de la ciudad se estableció la plaza principal, actualmente la plaza de armas, donde convivían el poder civil y el eclesiástico, ubicándose el palacio de gobierno, las casas reales, la cárcel y la parroquia. Estos edificios se levantaron de cantera

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