Colegio Para Caciques

EL COLEGIO DE SAN MARTÍN DE TEPOTZOTLÁN

• Los padres lenguas, que hablaban náhuatl u otomí y se ocupaban en la predicación a los indios barrios de México, insistieron en la convivencia de fundar internados para ellos.

• En 1580 el padre provincial acepto hacerse cargo de la comunidad indígena de Tepotzotlán y allí fueron destinados los padres Juan de Tovar y Hernán Gómez como expertos nahuatlatos.

• Su labor agradó a los indios, que ya no quisieron dejarlos marchar; el cacique don Martin Maldonado les otorgo una donación suficiente para el sostenimiento de un colegio en el que educarían a los niños principales de la comarca.

• Los náhuatl estaban habituados en pequeños poblados; mientras que los otomíes Vivian dispersos en una amplia zona.

• A los domingos se les daba instrucción religiosa a quienes acudían a la iglesia, para los cuales el vicario hablaba dos lenguas: mexicana y otomí.

• Los jesuitas llegaron a tepotzotlán después de haber realizado un primer ensayo de actividad apostólica con los indios de Huitzquiluca, con quienes aprendieron en náhuatl y el otomí

• En el colegio de San Martin se recibían exclusivamente niños indios, mayores de 7 años, hijos de caciques o principales de los alrededores o de lugares alejados.

• Según los estatutos u “orden” del colegio los niños se distribuían en 3 clases:

1. De doctrina cristiana, para todos

2. En la que los más hábiles, especialmente si eran hijos de caciques, aprendían a leer

3. Se enseñaba a tocar algunos instrumentos musicales y a cantar, y se destinaba a unos pocos niños, seleccionados de acuerdo con la categoría de su familia.

• Se introdujo la novedad de establecer un orden en los estudios, incluso en el nivel de doctrina y primeras letras, como reflejo y adaptación de lo previsto en la ratio.

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