Colegios de Profesionistas

profesionales y de post-grado- en la aplicación de la teoría a la realidad. Ello provoca desmotivación en grado extremo, equivocaciones múltiples al elegir estudios profesionales o de especialización, pérdidas enormes de recursos humanos así como materiales, indisciplina, la gran deserción escolar que padecemos tradicionalmente, etc.

La mejor forma de evitar lo anteriormente señalado, consiste en que al través de los Colegios de Profesionistas -donde deben estar obligatoriamente quienes ejercen cada profesión en la realidad-, los docentes sepan donde, cómo, cuando y en qué condiciones se aplica la teoría, para enseñarlo y orientar correctamente a sus alumnos.

Son los Colegios los organismos indicados para fijar los conocimientos requeridos en cada profesión, dejando al magisterio su dosificación e impartición. Por ello deben intervenir, aprobando, la elaboración de los planes y programas de estudio de conformidad con los soluciones técnicas a los problemas actuales y futuros previsibles de nuestra nación, así como controlando sus resultados para corregir las desviaciones. De aquí depende la calidad de la educación.

Una vez establecidos los problemas con sus respectivas soluciones, es indispensable difundirlos a toda la población, indicando la manera de llevarlas al cabo para obtener los recursos necesarios; finalmente deben realizarlas quienes tienen mayor conocimiento, evaluando, controlando su operación, actualizando o corrigiendo lo necesario.

También es indispensable la intervención de dos o más colegios en muchos casos, lo cual se previene en la ley citada porque considera Federaciones de Colegios de Profesionistas y también Federaciones Generales de Colegios que pueden agrupar dos o más profesiones.

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