Comentario Del Libro "Los Pueblos Negros Caucanos Y Fundación De Puerto Tejada"

El libro “Los pueblos negros caucanos y la fundación de Puerto Tejada”, escrito por el Urbanista Historiador Jacques Aprile-gniest, en el cual destaca su investigación muy sigilosa y ardua acerca de ¿Dónde? ¿Cómo? y ¿Cuándo?, se dieron los primeros asentamientos del municipio de Puerto Tejada, desde su punto urbanístico detalla lo que sus sentidos le proveen como la Arquitectura y la organización del pueblo, luego empieza a indagar entre sus habitantes, a jugar con la búsqueda de los conservados archivos, y a desarrollar los datos sociológicos que son de vital importancia para la reconstrucción de la historia de Puerto Tejada.

Jacques, resalta una frase en su libro, como común repetición entre los pueblos colombianos: “unos la gestan, otros son los que la fundan” refiriéndose a los colonos caloteños y comerciantes caleños, que comenzaron a llegar por la atracción comercial ofrecida por el río Palo, en cuánto la población negra iba creciendo, además de las adjudicaciones obtenidas por algunas personas como símbolo de su ambición por la tierra. Muchos limitantes que tuvo Puerto Tejada después de su fundación en Mayo de 1897, fue la administración poco deseada por parte de los pueblos negros, al efectuarse por los mestizos o zambos, o los comúnmente llamados por ellos mismos: “Indios de Caloto”, que aparte -según investigaciones del autor- no dejaban prosperar a Puerto Tejada, al oponerse que ésta se considerara como un municipio, ya que en su fundación se consideró con estatuto administrativo de corregimiento, hasta cerca de 15 años después, y la gobernación da el nombre al futuro municipio del enemigo de los campesinos negros “el distinguido ciudadano y constante defensor de los sanos principios políticos general Manuel Tejada”.

A lo largo del siglo XIX la zona fue administrada por los terratenientes, ciertos apellidos como lo son los Felijoo, Estela y algunos integrantes del clan Arboleda, llegaron a hacer sus asentamientos adueñándose de los más privilegiados sectores con serena facilidad, que el pueblo con muy acertada conciencia social y clasista llamaría luego “el barrio de los ricos”.

Ocurrió casi inmediatamente después de la creación del corregimiento la división política de sus habitantes, ya que las autoridades de la Alcaldía de Caloto eran de ideología conservadora, mientras sus pobladores de la liberal, antagonismo que duró por bastante tiempo, entre sus gentes. El descontento general es que el beneficio mayoritario fue para mestizos caloteños, que eran los que más poseían solares al contrario de los negros del entorno que sólo contaban con mínimas partes. Son muchos los interrogantes que nos plantea el libro acerca del mal manejo y registro legal de las adjudicaciones adquiridas, que más tarde se mezclaría con el problema de definir los límites del pueblo, los cuales fueron establecidos después de múltiples correcciones se pasaron

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