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Comentarios reales.


Enviado por   •  7 de Marzo de 2016  •  Reseña  •  1.614 Palabras (7 Páginas)  •  464 Visitas

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RESEÑA

El primer libro de la obra del Inca Garcilaso de la Vega es la contextualización general en torno a las cuestiones principales del mundo, tales como cuántos mundos hay, qué tipos de temperaturas caracterizan cada una de sus zonas, por qué se dice que hay un viejo y un nuevo mundo y cómo se ubica al Perú. En esta medida la narración manejada va de lo general a lo particular, para pasar a hablar de la cultura india en la primera edad, cómo muchas de las prácticas -entonces comunes- como la repartición de la vivienda de manera desorganizada, el liderazgo no por elección sino por valor de liderazgo, la vestimenta, el canibalismo y las relaciones interpersonales, hacen parte de un todo que es necesario comprender para seguir el paso de la cultura incaica de la que el escritor se enorgullece. El primer mandato es el del mítico  Manco Cápac, se narra cómo es su aparición en el mundo desde las diferentes creencias, qué hizo y cómo fue fundamental para lo que constituye los principios de la cultura.

La sociedad inca en la segunda edad – narrada a partir del segundo libro- es aquella en que Garcilaso sí se reconoce, de manera que podría considerarse que el autor emprende un camino hacia la verdad, el esclarecimiento de confusiones  y la exposición de las leyes, mandatos loables y claro, una serie de destrezas que a los incas aún hoy se les reconoce, de suerte que no sólo fueron ingeniosos en el manejo del quipú, siendo capaces de reconocer también los eclipses y los equinoccios solares con exactitud, la matemática y la medicina naturista, sin olvidar, claro está, que aunque no se destacaron el música, sí la practicaron y fueron capaces de acompañarla con versos que hoy se recuerdan por su precisión y traducción al latín y castellano.

Adicionalmente en el tercero de los libros los mandatos que se establecen son los de: Sinchi Roca, Lloque Yupanqui y Hatun Colla,  en la medida en que todos se destacaban por la persuasión inteligente que destacó a los incas con su pacifismo y resistencia a la guerra, como argumentaban que les había mandado hacer el dios sol, una sociedad mucho más avanzada, con estilos de puentes y modos de pesca, que se adjuntan a una serie de ritos basados en las riquezas para los templos y la humildad del hombre.

En el libro siguiente, el  cuarto, se relata la importancia de la mujer en el pueblo Inca y cómo aunque era parte fundamental de su edificación hubo predominio del hombre sobre sus decisiones (Relaciones, hijos, crianza, posesión etc.), se relatan además sus ocupaciones según su rango y la vida del Rey Roca de quien el escritor realiza una extensa exposición, su vida y posterior paternidad dan las generalidades necesarias para comprender el valor de su destierro y la anécdota que sobre el regreso de su hijo (Yaáhuar Huácac) gracias a la revelación en suelos de un fantasma.
Entre los mandatos tan minuciosamente desarrollados, Comentarios Reales va introduciendo los avances sociales en cuanto: el repartimiento de las tierras y todos los rituales que este aspecto significaba, la noción de trabajo en equipo y cómo entre los Incas no se conocían méndigos ni flojos. Todo un ambiente que da cuenta del buen manejo del pueblo y los valores humanos allí cultivados.  

En la segunda parte de Comentarios Reales se encuentran incluidos los libros seis, siete, ocho y nueve los cuales distan un poco de la primera parte, pues aunque aquí también se recrea la tradición Inca, se menciona la sucesión de reyes y la llegada de los colonizadores españoles al Perú. A su vez se hace un recorrido por las batallas que sostuvieron los Incas cuando desearon expandir su imperio y colonizar pueblos.

El libro seis describe la ostentación de los templos Incas, la grandeza y capacidad arquitectónica de la que eran poseedores. La posición de los criados de la nobleza Inca, los lujos a que estaban expuestos, la calidad de su estadía como empleados, así como la magnitud de los palacios reales son característicos de este libro, en donde se trata también de todo el ritual que envolvía el fallecimiento de un rey.
Luego, subraya el Inca la increíble capacidad que tenían para contar por nudos y preservar los sucesos en la memoria a través de canticos o rimas que pasaban de generación en generación.

Uno de los momentos principales es la caracterización de la fiesta del sol, llamada Intip Raimi, es decir, la pascua solemne del sol en su reconocimiento; de ella se las tradiciones que la precedían, como el ayuno, los bailes, sacrificios y agüeros. También se hace referencia a la manera como se armaban los mozos como caballeros destinados a la guerra, para lo cual debían seguir una serie de rituales que incluían la lucha, la remembranza de las hazañas de sus antepasados, el ayuno para poder ser nombrados y aprobados como hombres de armas. Otras de las fiestas al sol eran el Huarachicu y Cusquieraymi, acompañadas por el “Citua, que era dedicada a la expulsión de las enfermedades y todos los males.

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