Comparacion EEUU Y Colombia

Tanto en la política de seguridad democrática de Alvaro Uribe Vélez, Presidente de Colombia, y en las políticas de seguridad nacional que tiene el gobierno estadounidense a la cabeza de George Bush, se muestra claramente una defensa contra los inocentes y las víctimas de la violencia. Cada uno reconociendo sus necesidades atacan el mismo problema desde diferentes frentes.

La política de seguridad democrática uribista está enmarcada en la cooperación masiva de la ciudadanía con la Fuerza Pública de manera transparente y sin paramilitarismo. "La paz no nace de las palomas, ni de las declaraciones virtuales en televisión. La paz nace de la autoridad y de la justicia social y la autoridad en Colombia tiene que ser un nuevo concepto para contener a los delincuentes" ; mientras que las políticas de seguridad nacional de Estados Unidos están enmarcadas en la responsabilidad a la historia que es bastante clara con la guerra que este viviendo actualmente y es contestar a los ataques y librar el mundo del mal, ya que los norteamericanos dicen que la Guerra ha sido emprendido contra ellos furtivamente.

Por otra porte, veo un tanto contradictorio las dos políticas ya que, de una u otra forma, ambas lo que buscan, como fin último, es el respeto de los derechos humanos y si bien se puede decir que sí se ataca a los terroristas se protege los derechos de humanos de la sociedad civil, no se están teniendo en cuenta a las personas que tienen que enfrentar dichas guerras y las cuales tienen tantos derechos humanos como los otros, y en este sentido hay que decir que los políticas de seguridad tanto democrática como nacional, no constituye una política de derechos humanos sino el contrario conducen, a agudizar los problemas de protección de derechos humanos de Colombia y de Estados Unidos, Por esto como bien lo hizo saber Amnistía Internacional todo gobierno tiene el derecho y la obligación de reinstaurar el orden público en su nación. Sin embargo, la organización considera que la impunidad con la cual se ha soldado la gran mayoría de los abusos masivos a los derechos humanos y/o al derecho internacional humanitario cometidos por las fuerzas armadas, sus aliados paramilitares y los grupos alzados en armas, es uno de los factores decisivos en la continuación de tales violaciones.

Finalmente, puedo decir que la defensa de los derechos humanos que ambos gobiernos buscan no se puede concebir sin un ataque frontal a la impunidad del pasado, del presente y del futuro, y en esta medida cito nuevamente lo dicho por Amnistía Internacional, en el caso Colombiano. "Por ejemplo, las negociaciones recientemente iniciados con los grupos paramilitares, las referencias a posibles indultos y amnistías en los proyectos de ley, y las reservas introducidas en la ratificación del Estatuto de la Corte Penal Internacional, no deben convertirse en contratos de impunidad tanto para

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