Comparación Entre Garibaldi, Napoleon III Y Birmarck

La Europa que surge tras el Congreso de Viena pretende evitar estallidos revolucionarios y establecer un equilibrio entre las potencias para evitar la hegemonía de una sobre las otras. Sin embargo, desde 1820, la Europa restaurada será sacudida por diversas oleadas revolucionarias; uno de los principales motivos que originaron dichas oleadas fue el surgimiento del sentimiento nacionalista.

Los planteamientos teóricos nacionalistas se definen, en sus líneas fundamentales, a finales del siglo XVIII, aunque hasta el siglo XX no adquieren su máximo desarrollo por el impulso del movimiento romántico. Los teóricos nacionalistas alemanes fundamentan el ser de una Nación en sus raíces históricas diferenciadoras, en la lengua común, en las costumbres y en su derecho. Hablan de un espíritu propio, que hace que una nación sea lo que es y que posea una personalidad inalienable ante la historia.

El nuevo orden europeo fue obra, en gran parte, de Garibaldi, Napoleón III y Otto von Bismarck, colaboradores que llegarían a ser enemigos. Ellos pasaron por alto los lemas dejados por Metternich, que rezaban: que en interés de la estabilidad había que conservar las cabezas coronadas legítimas de los Estados Europeos; que había que suprimir los movimientos nacionales y liberales, y, ante todo, que las relaciones entre los Estados habían de ser determinadas por consenso entre gobernantes de ideas afines. Basaron su política en la Realpolitik: la idea de que las relaciones entre los Estados son determinados por la fuerza bruta, y que el más poderoso prevalecerá.

Los acuerdos de Viena de 1815 represetaban un impedimento para todos. Napoleón III odiaba el sistema de Viena porque había sido diseñado expresamente para contener a Francia (resultado de las guerras Napoleónicas que devastaron Europa), y él consideraba que Francia tenía derecho a una ocasional ganancia territorial. A Bismarck le enfureció que los acuerdos de Viena obligaban a Prusia a ser un socio menor de Austria en la Confederación Germánica, y eso estorbaba en su deseo de unificar Alemania. , Italia quedó totalmente dividida, sin ningún tipo de institución unificadora. Existían tres obstáculos para la unidad. El primero era la ocupación del reino de Lombardía y Venecia, bajo soberanía austríaca, en el norte y noreste de la península Itálica. El segundo eran los Estados Pontificios, bajo la soberanía del Papa, situados en el centro de la península. El tercer obstáculo lo constituían un grupo de estados independientes en el Sur de la peninsula.

Luis Napoleon Bonaparte, aprovechó la fama que le derivaba de su nombre y, además, supo proponerse a los electores como el hombre fuerte che Francia necesitaba para ser salvada de la anarquia. Así logro la mayoria de los votos en las elecciones de 1848, convirtiéndose en el primer presidente de la Segunda República.

Un par de años después, Luis Napoleón intento reformar la constitución para poder ser electo presidente por segunda vez, pero la falta de apoyo de los monarquistas lo imposibilitó. Tomando esto como una movida poco democrática, Luis realizó un golpe de estado en 1851 con el apoyo del pueblo, proclamándose así Napoleón III, Emperador de Francia.

El estilo de gobierno de Napoleón III continuó siendo muy similar, tomando a la democracia directa como eje central y justificando su poder absoluto por medio de plebiscitos. Por más que existía un senado y asamblea legislativa, estos organismos tenían muy poco poder y eran manipulados por el Emperador. Dada su tendencia a apoyar su poder directamente sobre el pueblo, Napoleón debió acomodar los intereses de las capas más vastas de la sociedad, por lo que sus políticas económicas fueron de orientación más socialista, acercandose a los ideales de Saint-Simón. Protegiendo a los obreros y el proletariado, Napoleón III ganó el apoyo popular y logró una buena etapa de estabilidad en el régimen lo cual le posibilitó prosperar económicamente. Dándole mucha más importancia a estos aspectos que sus antepasados, logró crecer industrial y técnicamente, lo cual puede considerarse uno de los grandes aportes a la historia del país. Por otro lado, fue durante su gobierno que Paris adoptó la forma que hoy conocemos, embelleciéndola y posicionándola como una de las ciudades más modernas y vanguardistas de la época. Por más que muchas de las modificaciones que se le hicieron eran con propósito de facilitar el control sobre los levantamientos y revueltas, como por ejemplo el ensanchamiento de las calles, otras tuvieron el solo propósito de mejorar las condiciones de vida del proletariado. Se mejoró el sistema de cloacas y se crearon parques en la ciudad para que la gente pudiera tener espacios de recreación. Napoleón III realmente defendió los intereses de las clases populares, lo cuál le dio mucho poder de influencia.

No obstante sus éxitos se vieron ensombrecidos por una política exterior demasiado idealista en ocasiones, que impidió al emperador advertir los peligros que se cernían sobre Francia Se involucro en tres guerras intentando expandir el imperio Francés y teniendo siempre como objetivo replicar la grandeza de su tío. Sus campañas militares no tuvieron grandes victorias y de hecho en varias ocasiones Napoleón III fue duramente criticado por sus decisiones en el aspecto militar.

El cálculo de Napoleón se basaba en que Prusia perdiera una eventual guerra contra Austria, pero en vez de eso Prusia quedó libre en el camino de la unificación alemana. Bismarck representaba una nueva época, tanto en ciencia como en política. Concebía el universo no como un equilibrio mecánico sino en su versión moderna. Su filosofía se basaba en la supervivencia del más fuerte. En el mundo de la Realpolitik era deber del estadista

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