Concepto De Historia

Resumen

La Historia

“Por cierto, me resulta odioso todo aquello que solo me instruye, sin alimentar a su vez mi actividad o vitalizarme de forma inminente” estas fueron las palabras de Goethe, las cuales han de considerar el valor sobre el estudio de la Historia.

Por cierto, necesitamos la Historia, pero la necesitamos de una forma distinta, como la necesita el hombre mimado que deambula por el jardín del saber, es decir necesitamos la historia para la vida y para la acción, para no apartarnos cómodamente de la vida y de la acción o para venerar la vida egoísta, la acción cobarde y malversada, Solo serviremos a la historia, tanto ella sirva a la vida.

Me he empeñado en describir una sensación que a menudo me ha atormentado, probablemente uno o dos alegaran por eso, pero la mayoría de mis lectores me dirá que se trata de una sensación equivoca, innatural, abominable y sencillamente ilegitima. La presente consideración es intempestiva también por que consiste en el intento de comprender aquello que en nuestra época deposita un orgullo justificado, que es la instrucción histórica, como daño, falencia y defecto, por ello creo que padecemos de una fiebre histórica y que deberíamos reconocerlo. A mi juicio parece que el sentido histórico de nuestra época puede tanto a la ruina de un pueblo como a un vicio hipertrófico, el cual es justificado, si se le permite proceder. Cabe destacar que como engendro de esta época actual, solo he sido conducido por mí mismo a estas consideraciones intempestivas en el grado que me veo a mi mismo como un pupilo de épocas anteriores.

Para el hombre le resulta duro no aprender a olvidar, el animal anhela celosamente obtener su dicha, el hombre se asombra de sí mismo por no poder aprender el olvido y permanecer atado al pasado: por más lejos y veloz que corra, la cadena siempre lo acompaña, así es que el animal vive de manera no histórica, porque se realiza en cada momento, sin embargo el hombre se opone a la grande y creciente carga del pasado, lo cual esto lo doblega o lo inclina hacia un costado, hasta que llega la muerte, la cual aporta su anhelado olvido, a su vez usurpa el presente y la existencia.

La felicidad es la misma, tanto en lo pequeño, como cuando su esencia es mayor, sin embargo es determinantemente imposible vivir sin olvido, para poder determinar ese grado, se necesita conocer la fuerza plástica de cada ser humano, su pueblo y su cultura, me refiero a aquella fuerza de creer en uno mismo y de manera propia, de transformar lo pasado y lo desconocido, de recuperar lo perdido y recomponer las formas quebrantadas.

Cuando más fuerte sean las raíces de la naturaleza interior de un ser humano, tanto mayor es su capacidad de apropiarse o subyugar su pasado, si uno quiere imaginarse la naturaleza humana más poderosa e imperante, la reconocería por su facultad de desconocer los confines desde

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