Conquista

Conquista espiritual en la Nueva España Editar 0 3…

Introducción.

No podríamos entender el proceso de conquista y colonización de nuestro continente si desconocemos a las sociedades que lo conquistaron, enmarcando a estas en la transición del feudalismo al capitalismo.

Esta transición es una de las etapas más dinámicas en todos los aspectos de la sociedad y que se dio en un período corto de tiempo, en el cuál hombres notables de distintos campos dieron un contenido nuevo al mundo y ayudaron a su modernización, aunque haya sido para provecho europeo y perjuicio de los continentes como América, Asia y África.

El feudalismo tuvo mucha fuerza y se refugiaba en las clases nobles, pero sobre todo en la Iglesia. España era un país que no salía del oscurantismo medieval y al colonizar a América en vez de modernizarla contribuyó a solidificar antiguas ideas que existían en Europa, implantando esas estructuras, lo que contribuyó al atraso histórico de América.

Del siglo XV hasta finales del XVIII en Europa hay una acumulación originaria del capital; ubicándose en distintas etapas España, Portugal, Holanda, Francia e Inglaterra. Se encontraron en el mercado dos tipos de poseedores de mercancías: los burgueses propietarios del dinero, medio de producción y artículos de consumo y la fuerza de trabajo, el segundo tipo es el de los obreros, vendedores de su fuerza de trabajo para subsistir y despojados de los medios de producción.

A partir de las Cruzadas se inicia el comercio con Oriente, pero con la caída de Constantinopla por el imperio turco a Europa se le cierran las puertas a los mercados orientales. Por eso surge la necesidad de buscar nuevas rutas de comercio a esa misma zona, y así se da el descubrimiento de América con la creencia de Cristóbal Colón de que había llegado a la Indias.

Tras la conquista de varias zonas geográficas inicia el mercado mundial y la división internacional del trabajo entre los conquistadores y sus colonias, de donde se extraían productos primos y a su vez se les vendían a las colonias, pero a precios altos; esto provocó la creación de los grandes imperios.

La extracción de metales preciosos en América trae como consecuencia la monetarización de la economía desplazando al trueque y trayendo la acumulación de grandes capitales a manos de la burguesía y la nobleza.

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Inicios

Para legitimar la expansión de Europa tras la caída del imperio azteca, la religión fue la principal justificación española. Tras el descubrimiento de América el papa Alejandro VI otorgó a los reyes católicos la posesión de los territorios descubiertos con la condición de que la Corona española evangelizara a los indígenas.

Con Cortés había llegado el fraile Bartolomé de Olmedo y antes de la caída de Tenochtitlán ya había tres religiosos de los cuales sólo sobrevivió Pedro de Gante. Hernán Cortés solicitó en 1523 la llegada de las órdenes para que así se consolidara la verdadera conquista, la espiritual; los primeros en llegaron fueron los franciscanos (1524), seguidos por los dominicos (1526), los agustinos (1533) y los jesuitas (1572), entre otras ordenes como los carmelitas (1585), mercedarios (1594), hipólitos, juaninos, antoninos y felipenses (1657), betlemitas (1647) y los camilos (1755).

De 1521 a 1580, se construyeron 250 conventos en la Nueva España, que además fungían como grandes fortalezas, posadas o albergues, que contaban con un amplísimo huerto. Las órdenes se centraron en desarrollar las actividades como la arquitectura, ingeniería, construcción de acueductos y lagunas artificiales, pero también que se cultivara trigo, uvas, almendras y nueces.

Muchos indígenas rechazaron la nueva religión, no aceptaban que se les sustituyeran a sus dioses por santos católicos ni tampoco ver los nuevos templos cristianos construidos encima de sus santuarios prehispánicos haciendo una tarea difícil para las ordenes que los iban a evangelizar, pero los misioneros tuvieron que aprender las diferentes lenguas para catequizar a los naturales y darles a conocer el cristianismo, aunque los indios ya tenían una idea de lo que era la muerte, el cielo y el infierno; del bautizo pero eso sólo algunos pueblos que acostumbraban bañar a los recién nacidos en pulque, y la cruz que representaba los cuatro puntos cardinales.

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Algunos evangelizadores como Pedro de Gante, Vasco de Quiroga, Zumárraga, Bartolomé de las Casas tuvieron un espíritu generoso y noble, siendo los mejores misioneros del siglo XVI ya que estudiaban su cultura y aprendían su lengua para que hacer más fácil la evangelización. Ellos fundaron escuelas, escribieron libros, enseñaron oficios, para que fuera un mejor adoctrinamiento de los indígenas.

Las ermitas, monasterios y templos de los misioneros fueron edificadas en zonas con un mayor índice de población, aunque primero fueron rusticas y temporales; después se edificaron monasterios e iglesias que hasta la fecha existen, construidas sobre sus antiguos templos y con los mismo materiales de los que fueron derrumbados.

El clero se divide en dos: el secular y el regular:

Regular: Órdenes religiosas integradas por frailes que portaban hábito, vivían en común y se sujetaban a determinadas reglas en su manera de vivir. Jurando votos de obediencia, castidad y pobreza.

Secular: Se encarga de la administración espiritual de los fieles, no vivían en conventos, vivían en el siglo esto es en el comercio y trato de los hombres.

Franciscanos

Llegaron el 13 de mayo de 1524 a San Juan de Ulúa doce

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