Contextualizacion del Lazarillo

El lazarillo de Tormes es una obra elaborada y situada en el siglo XVI en España, cinco siglos después sigue conteniendo un gran valor artístico como crítico.

 Aún que exista una gran diferencia en múltiples aspectos, como filosófica o política, entre nuestra coyuntura actual y la España si hay algo que no ha cambiado es que las personas se las clasifica, agrupan y limitan basándose meramente en el aspecto material. En esta obra se hace un gran denuncia de esto último, con las notorias calidades de vida de los distintos personajes

 Inclusive deja ver que las personas nacen con un rol o trabajo que cumplir y que es realmente difícil salir. Se demuestra que a pesar del esfuerzo o de conseguir distintos trabajos uno sigue perteneciendo a cierto estrato social y que un sistema que te margina desde el comienzo de tu vida, tiene como eje la meritocracia. La caridad  como el que realiza la iglesia no soluciona nada, es tan simple un alivio entre tanta agonía, la solución es adentrándonos en mayor profundidad, es imprescindible generar cambio estructurales.

 Continuando las críticas con el eje central en las clases sociales, no podía faltar la clerecía. A través del hambre, se alimenta la denuncia del acceso económico de estos, y su actuar hacia las demás personas, sin ningún remordimiento y con una total falta de ética.  Además los clérigos caen groseramente en el pecado, como la avaricia y la gula.

El personaje principal a partir del hurto da como ejemplo, como a veces para subsistir hace falta llegar a lo “´poco ético” para una sociedad, mientras que otras personas solo les importa la honra y sus bienes, caracterizando esto último muy bien el escudero.

 En aquella época haber publicado con nombre de autor posiblemente hubiese costado la vida, o al menos la poca libertad que nos da tanta marginación, a pesar de esto me pareció metafórico la calidad en la que se publica esta obra, una persona que no está acomodada o que su familia no tiene un peso en cierta sociedad, sos un don nadie, invisibilizado desde tu nombre, tus problemas hasta tus pensamientos, y descalificado ante cualquier opinión emitida.

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