Contextualización

C) Contextualización.

La comunidad de Tuceros se localiza al suroeste de la cabecera municipal, Guachochi; la vía de acceso es en una parte por carretera pavimentada y el resto de terracería en buenas condiciones con un promedio de dos a tres horas aproximadamente en automóvil y una distancia relativa a los 30 kilómetros, no cuenta con luz eléctrica y está en proceso la instalación del agua potable, beneficiando a toda la comunidad en general, incluyendo a los docentes.

Cuenta con su propia organización, lo que es común en toda comunidad indígena, un gobernador que es la máxima autoridad y que a la vez lo apoya el mayora, además de los capitanes y soldados que unidos conforman un equipo o comitiva de trabajo, encargados de conservar y preservar el orden e impartir justicia, si así lo amerita. También cuenta con un comisario de policía, encargado de los delitos graves que merece una sanción judicial y tiene que rendir cuentas al ministerio publico municipal. Las autoridades mencionadas son asignadas democráticamente, sin propaganda alguna y no participan e intervienen personas ajenas a la comunidad. Las autoridades de la comunidad han mostrado respeto hacia y de su comunidad, además del aprecio por su cultura.

La gente de la comunidad es indígena, hablantes de su lengua materna, el tarahumara y utilizando el español como segunda lengua. La mayoría no cuenta con empleo fijo debido a que no existen fuentes de trabajo, lo que ocasiona que emigren a buscar empleo para tratar de mejorar sus condiciones de vida llevándose consigo a su familia, la mayoría estudiantes, lo que afecta y ocasiona el rezago educativo.

Las costumbres y tradiciones aun se siguen conservando y fomentando, siendo un reflejo que caracteriza la cultura raramuri: las danzas y juegos tradicionales. Las danzas más comunes son la de los matachines, formado por un grupo de danzantes dirigidos por dos monarcas, que en grupo bailan al son de la música. La danza del pascol se baila entre dos personas, sin importar la edad, comúnmente la hacen en semana santa, el sábado de gloria honorando la resurrección de Jesucristo. La danza de los pintos, propia de semana santa, formada por dos grupos de indígenas que se hacen pelear entre sí. Los juegos tradicionales más comunes son la carrera de bola, propio de los hombres, donde participan dos grupos contrarios utilizando una bola de madera la cual se tira con los pies, sin meter las manos, su duración puede ser de horas hasta uno o dos días, sin descanso alguno, incluso por la noche. La arigueta, al igual que la carrera de bola se corre en dos grupos, en este caso solo participan las mujeres, utilizan una vara curveada y un aro bordeado con tela de color llamativo para distinguirlo con facilidad. Estos juegos se siguen llevando a cabo en la comunidad con frecuencia donde participan desde niños, jóvenes, adultos, hasta ancianos, todos de ambos sexos. Así mismo se realizan las faenas que sirven de apoyo a cierta familia, donde colaboran hombres y mujeres, según sea el tipo de trabajo, incluyendo a docentes y alumnos compartiendo ideas y experiencias recíprocamente, esto lo hacen a cambio de la alimentación acompañada de la tradicional bebida: “el tesguino”, pero sin recibir alguna remuneración en dinero.

La población se resiste a perder su cultura y esencia indígena, es un pueblo rico en cultura dedicado a sus familias, las cuales han vivido en condiciones de pobreza y marginación por la lejanía y lo disperso de las localidades, así como su difícil

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