Convertibilidad Argentina
Enviado por maqis.maqis • 5 de Junio de 2013 • 3.000 Palabras (12 Páginas) • 297 Visitas
Convertibilidad argentina:
En la República Argentina, existen económicamente en los últimos años dos países, uno antes y otro después de la convertibilidad (1 de abril de 1991). Antes de la convertibilidad, todos corrían cuando cobraban sus sueldos o ingresos buscando comprar rápidamente lo necesario para vivir.
No se podía planificar absolutamente nada porque simplemente no se podía ahorrar o no se podía demorar en hace las adquisiciones necesarias.
Dejarse plata en la mano no era factible, a menos que se comprara dólares. Aquí se cumplía la Ley de Gresham que dice 'la mala moneda quita de circulación a la buena moneda'. En éste caso, el dólar, buena moneda, salía de circulación porque la gente lo guardaba en sus casas. Y lo guardaba en sus casas porque temía que en los bancos fuera incautada por el gobierno cosa que efectivamente sucedió con el ahorro forzoso instaurado más tarde.
Pero también sucedió que algunso bancos quebraron, dejando a los ahorristas sin sus dineros como pasó con la Cooperativa El Hogar Obrero.
Este caos llegaba no sólo a lo económico sino a lo social, teniendo como expresión más fiel los asaltos a los supermercados para que los menos pudientes se hicieran de víveres necesarios para vivir. De éste modo no se podía seguir.
La ley de convertibilidad establecía un régimen cambiario mediante el cual el Banco Central de la Rep. Argentina estaba obligado (y lo está actualmente) a comprar y a vender los dólares que se le demanden, con una paridad de un peso por dólar y viceversa.
El objetivo de hacer descender la inflación se logró hasta tal punto que la Argentina tuvo de allí en adelante una de las tasas de inflación anual más bajas del planeta, inclusive con periodos de deflación.
A ésto se le sumó una apertura comercial, privatizaciones que buscaban disminuir el déficit originado por las Empresas Estatales, importaciones particularmente (pero no exclusivamente) de bienes de capital que buscaban mejorar la competitividadde la Industria local.
Pero quedaba una pata floja, el desequilibrio fiscal producía un déficit que era sostenido ya no por la emisión de moneda, sino por la toma de crédito externo, iniciándose así una nueva era en la Argentina, no sólo la disminución de la inflación para siempre, sino la del aumento del nivel de endeudamiento en forma marcada.
El país se endeudó en los dos gobiernos de Carlos Menem por dos veces más de lo que debía antes, a pesar de haber vendido las Empresas Estatales con el doble propósito:
1) eliminar el déficit operativo y
2) obtener fondos para cancelar la deuda externa.
Como vemos, no sólo no se canceló la deuda sino que ésta aumentó fuertemente y además el Estado se quedó sin Empresas. Lo peor de todo es que el déficit continuó y el presidente De la Rúa recibió el traspaso de poder con un fuerte déficit que se acercaba a los 10.000 millones de dólares.
Con ése nivel de déficit el riesgo país y las posibilidades de obtener inversiones en él eran poco menos que nulas. De éste modo culmina el ciclo que inició Carlos Menem, con el fin de la inflación, pero no habiendo solucionado varios problemas que hacen que la batalla ganada no se pueda transformar en un estandarte de la Victoria.
Quedaban varias secuelas directa o indirectamente relacionadas, tan o más graves que la inflación a saber:
desocupación y subocupación, que asoló y lo hace actualmente a una gran franja de los pobladores en condiciones de trabajar
deuda externa tres veces superior a la de antes de la convertibilidad
déficit de las cuentas fiscales, de cerca de 10.000 millones de dólares al final del mandato Menem.
una recesión que no reconoce antecedentes
ausencia de planes sociales efectivos para contrarestar la exclusión a que se vieron sometidos los Argentinos
ausencia de políticas educativas que reinsertaran a los Argentinos en un mundo más cambiante que nunca
un incremento desmesurado de la delincuencia y del crimen
aumento notable del consumo de drogas peligrosas y del tráfico de las mismas
pérdida de la confianza en las Instituciones Republicanas: Justicia, Policía
falta de planes Sanitarios que amortiguaran la emergencia en que entró el País al agravarse la desocupación
aumento marcado de la diferencia de clases sociales, con menos ricos con más plata y más pobres. Hubo una virtual aniquilación de la clase media, la clase más numerosa de la Argentina y la que fuera otrora el motor del País.
Asimetrías cambiarias con el Mercosur de difícil resolución, una por la dependencia comercial con el Socio mayor del mismo (Brasil) y otra por la falta de mercados en donde colocar los productos.
Emigración de Industrias a Brasil, como producto de las desventajas comparativas.
El sentimiento de encontrarse en una trampa, conocida como la Trampa de la Convertibilidad, la cual primero le fue útil a Menem para ser reelegido y luego perjudicial sobre el final de su mandato (un infierno económico recesional). finalmente un peligroso chaleco de plomo para el nuevo presidente, De la Rúa, quien no podía decidir acerca de la convertibilidad, porque desde todos los ámbitos le pedían que no lo hiciera.
A riesgo de ser escueto, éste era y es el panorama real de la convertibilidad con su proyección en el tiempo.
Probablemente si se hubiera tenido una política fiscal más sana, no se hubiera llegado a tal desequilibrio, probablemente si se hubiera evitado usar la convertibilidad como elemento para ganar una reelección no hubiera suceido ésto, lo cierto es que ahora, nadie puede tocarla y nadie puede aguantarla. O mejor dicho, casi nadie, sólo habría políticamente una persona con autoridad para modificar la convertibilidad, sí ya lo sabe, el mismo que la estableció: Domingo Cavallo.
El alto nivel de endeudamiento, que no cesaba, fue el factor asfixiante al que la Argentina llegó sobre el fin de la era Menem, al que se sumaron la disminución de las inversiones extranjeras en ese país y por elcontrario, el éxodo de las industrias Argentinas hacia Brasil.
Mientras Fernando Henriquez Cardoso proclamaba que no quería que indutrias Argentinas dejasen ese País para ise a Brasil, los gobernadores de los Estados de Brasil, enviaban lobystas a la Argentina para convencer a los Industriales a irse a Brasil.
Esta política Bandeirante como lo definió muy bien el gobernador Ruckauf no es de interés sólo comercial y/o industrial por parte de Brasil, es todo una política de Estado que debe entenderse como un tema de Soberanía.
Lo que está en juego, no es tener una o dos o cien industrias menos, está en juego ni más
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