Corrientes historiográficas. Los siglos XIX y XX han sido muy significativos para la historiografía

Los siglos XIX y XX han sido muy significativos para la historiografía, pues es cuando hubo importantes expresiones historiográficas. Y a partir de entonces, múltiples historiadores de diferentes latitudes han aportado trabajos para impulsar este tipo de conocimiento a través de sus investigaciones e interpretaciones del pasado. En el presente ensayo presentó cinco formas de abordar e interpretar el conocimiento de lo histórico, que se han puesto de manifiesto desde que la ciencia histórica se propuso como un área de conocimiento con sistema propio, lo que se conoce como corrientes historiográficas.

Romanticismo

Los años finales del siglo XVIII se caracterizan por una rápida transformación en las convicciones que habían distinguido el siglo llamado de “las luces” (la Ilustración), y que había llevado a un dominio absoluto de la razón. Comienza a surgir ahora una posición radicalmente diferente: se empieza a sentir que la naturaleza esencial del ser humano no es la razón, a la vez que surge una obsesión por lo irracional, los instintos, los hábitos, los sentimientos… El conocimiento, se cree ahora, no viene tanto de la universalidad de un proceso racional, como de la proyección creadora de nuestro propio yo. Esto se debe a que, como se sabe, con la Revolución Francesa se buscaba que el hombre llegara a un progreso social y político; no obstante, no parecía ser así, ya que la monarquía volvía a aparecer, y por ello es que se creía que los esfuerzos racionales para alcanzar el progreso habían fracasado. Así, se pensó que la historia estaba ligada a algo superior a lo que el hombre pudiera conocer, dejando su finalidad pragmática, para convertirse en una contemplación sentimental.

Trataba de revivir el pasado, en el cual estaba la explicación del actuar y del ser. Además de estar orientada hacia la historia nacional, con la finalidad de comprender el espíritu del pueblo. Con respecto a los sentimientos, se tenía la idea de que la historia debía comunicarlos, y esto  a través de la narración de los paisajes históricos; de tal manera que se enfocaron en una edad que había sido despreciado: la Edad Media. Sin embargo, como el objetivo fundamental era revivir sentimentalmente el pasado, se considera que era una corriente más orientada a la literatura que a la historia, aunque éstas se “juntaron” daño así que tanto los novelistas-historiadores e inversa, pudieran crear una historia que fuera posible leer por todos.

Los representantes más destacados fueron Walter Scott, Agustin Thierry, Michelet y Carlyle. La importancia de Scott radica en qué, él, en sus novelas, narraba relatos ficticios con base de determinados conocimientos y héroes medievales, para que, posteriormente, Thierry, se inspirara en las novelas de Scott, puesto que de él aprendería cómo la imaginación puede dar vida al pasado. Para él, de las cosas más importantes era el estudio de las fuentes históricas para que lo que narrara fuera verídico, pues consideraba que además de imaginación era importante el conocimiento. Involucró los sentimientos, pasiones, ambiciones, etc., de hombres y mujeres que eran parte de los relatos de hechos, de tal manera que su aportación más significativa fue el introducir al pueblo como figura principal en la narración histórica. De Michelet, su obra más significativa fue Historia de Francia la cual tenía como objetivo llevar la Edad Media a su propia época, o dicho de otra manera, “la resurrección de la vida del pasado como un todo”. Siguiendo arduamente el estudio de las fuentes, además de que su historia era nacional. Por último Carlyle, quien se interesó en las grandes figuras, haciendo verlas como sostenedoras de un pueblo, es decir, los héroes.

Liberalismo

El liberalismo surge a partir de la Ilustración y aunque poseía los postulados generales, al llevarlos a la práctica se tenía que fundamentar las reformas o cuidar de la salud política ciudadana, siendo así que la historia era una forma de hacer prosélitos y de aprender política, pues los liberales buscaban la enseñanza práctica y la prueba a sus afirmaciones. Sus representantes fueron Francisco Guillerm Guizot, Adolfo Thiers, y Macaulay. Guizot entendió que el historiador tenía que reunir los hechos y conocer sus relaciones, descubrir las leyes del curso de los acontecimientos, y darles vida. Thiers contribyo en la leyenda de Napoleón, siendo así Historia del consuelo y del Imperio de las obras más importantes en la historiografía política moderna. Y por último Macaulay, quien considera que ser un gran historiador es algo difícil, pues éste debe tener imaginación para hacer una narración conmovedora, pero reduciéndose a lo recopilado, siendo así profundo, ingenioso y razonador. Por tanto, en el liberalismo, estaban conjugados las aspiraciones políticas e ideales de los pueblos en el siglo XIX.

Como mencioné anteriormente, el liberalismo está basado en la Ilustración, y como sabemos, la manifestación más grande de esta corriente fue la Revolución francesa, pero como ya había dicho, ésta aparentemente había fracasado pues los franceses querían hacer todo lo posible para no estar en el abismo, y salir adelante, es decir, que ésta revolución de divide en dos: salir adelante y a la vez retomar lo mismo, por ello es que tratan de  dejar todo atrás a lo de sus antepasados, pero sin darse cuenta que de cierta manera había conservado los sentimientos, hábitos e ideas del antiguo régimen, para lo que Tocquerville decide profundizar en ese régimen,  pues de cierta manera, está presente, ya que aparentemente era una Francia que se encontraba bien, por los personajes célebres, críticas de obras ingeniosas, pero en cuanto a la práctica verdadera de las instituciones, a la posición exacta de las clases entre sí, condición y modo de pensar y sentir, no; siendo así que se dispone a  realizar una búsqueda de los verdaderos instintos de la época mediante:

Documentos públicos; actas de las asambleas de los estados; actas de las asambleas provinciales, y principalmente cuadernos de peticiones redactados por los tres órdenes en 1789 (testamento de la sociedad francesa): los deseos, la auténtica manifestación de su voluntad postrera. Puesto que quería encontrar el antiguo régimen vivo, lleno de ideas, pasiones, prejuicios y prácticas. Por ejemplo, Hay un gran número de leyes y hábitos que desaparecen en 1789 y aparecen nuevamente años después. Estudiando, inicialmente, cuando el  amor a la igualdad y amor a la libertad están presentes, donde se buscaba:

• Fundar instituciones democráticas, sino instituciones libres
• Reconocer y consagrar derechos
• Tiempo de juventud
• Entusiasmo
• Orgullo
• Pasiones generosas y sinceras

Pero después de esto, se implanta un gobierno más fuerte y más absoluto, que concentra el poder, y  suprime las  libertades. Lo que se llama soberanía del pueblo a los sufragios de electores que no pueden ilustrarse, concertarse o elegir y votación libre de impuestos. Además de que arrebata a la nación la facultad de gobernarse, de tal manera que se van ufanando las garantías del derecho, libertad de pensar, hablar y escribir. Donde está oculto el porvenir: todos los hombres se ven arrastrados por una fuerza desconocida  que no es posible vencer, que impulsa hacia la destrucción de la aristocracia

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