Crisis Del Porfiriato E Inicio De La Revolución

Crisis del Porfiriato y comienzo de la revolución

Antes de entrar a nuestro tema es importante darnos cuenta de lo que había ocurrido en México durante el siglo XIX, después de que se da la consumación de la independencia se desarrolla toda una época caracterizada por una lucha intensa por el poder entre los diferentes grupos políticos: liberales y conservadores. Se vive un ambiente de guerra constante, principalmente con las intervenciones extranjeras, el cual se lleva la mayoría del siglo XIX pero al fin de cuentas con una sola finalidad, lograr la consolidación de un estado Mexicano.

Ahora es conveniente analizar lo que fue la etapa porfirista, darnos una idea acerca de como fue la política de Díaz, que pasó en nuestro país en todos los niveles: económico, social y político y en especial que ocurrió con el Estado Mexicano, para poder determinar los elementos que produjeron su ruptura y la crisis que fue la base del movimiento revolucionario iniciado en 1910.

Cuando Díaz llega al poder en 1876 su primer objetivo consiste en no solo fortalecer el Estado Mexicano sino crearlo como tal, ya que prácticamente era inexistente, no tenía poder real sobre todo el territorio, no había funciones claras y precisas que debía desempeñar, no tenía la capacidad para impulsar el desarrollo del país, es decir no existe una unidad nacional a través de un estado fuerte y consolidado. Lo primero que se propone Díaz es establecer un orden que permita estabilizar al país y después pasar a una etapa de progreso, ya que al conseguir el orden se llegaría al desarrollo de México en diferentes aspectos principalmente el económico que era uno de los más importantes para Díaz; su gobierno se concentro primero en unificar a los diferentes sectores de la población como lo eran la iglesia, los caciques regionales (que tenían un gran poder), así como motivar a los capitales extranjeros para que invirtieran en nuestro país; pero en cierta manera el error de Díaz, el cual lo llevaría al fracaso tarde o temprano, fue tratar de lograr todo esto a través de negociaciones plagadas de privilegios para esos sectores y un abandono total a los demás grupos de la población.

Pongamos un ejemplo con la iglesia, Díaz consiguió un acuerdo el cual consistía en que el tuviera derecho a intervenir en los nombramientos de arzobispos y otros cargos eclesiásticos, pero el precio era poner ciertas restricciones a las leyes de reforma que delimitaban mucho el poder de la iglesia. También les permitió convertirse en un elemento importante del desarrollo del país al darles la posibilidad de posicionarse en el aspecto financiero de la economía.

En el caso de los caciques Díaz los combatió con la única arma que contaba que era el ejército federal, poco a poco fue eliminando el poder que estos poseían y colocando en su lugar a caudillos del ejército a quienes más tarde les ofrecía privilegios a cambio de su retiro de las fuerzas armadas. Dando por terminada esta tarea también se encargó de incorporar a sus enemigos a su gobierno asignándoles

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