Critica a Keynes

Criticas a Keynes  

Las vivas críticas a Keynes empezaron a partir de 1940. La situación económica que explico en su teoría general, la economía deprimida por la insuficiencia de inversiones. La II Guerra Mundial vino a hacer temer, por lo contrario, una presión inflacionista provocada por la insuficiencia del ahorro frente a un desarrollo indispensable de las inversiones públicas y privadas.

Puede decirse que los adversarios de Keynes han sido dos clases: los que lo criticaron inmediatamente y los demás después de un periodo de entusiasmo en que tuvieron en cuenta el mensaje de Keynes.

Una de las principales críticas que se le hicieron a Keynes, sobre todo en Francia fue la teoría del ahorro.

Los apóstoles de la free Enterprise, uno de ellos Fr. Hayek, criticaron la realización de la ocupación plena; trataron de establecer que eso llevaba a un socialismo que aborrece. Para asegurar su realización hay, en efecto, que provocar desplazamientos de mano de obra. Pero para ello solo hay dos métodos: o imponer limitaciones, como en el régimen socialista, o bien dejar en el desempleo a los obreros hasta que acepten trabajar más barato.

Albert Hahn critico la preferencia por la liquidez, el ahorro y el proteccionismo. Para Hahn la política de la intervención es admisible en caso de depresión, cuando las exageraciones de alza están ya en vías de desaparecer, para provocar la recuperación económica.

Los que lo criticaron después de tomar en cuenta su mensaje se pueden clasificar en tres categorías:

1. Aquellos que creen que el capitalismo esta en vía de decadencia, juzgan definitiva esta situación y concluyen que hay que ir mas allá de los remedios propuesto por Keynes. Más allá de una simple refuerzo de las economías capitalistas mediante obras públicas y baja de intereses y una planificación de la economía.
2. Autores que han dirigido a la exposición keynesiana reproches limitados, dedicándose a las diversas propensiones o incentivos que sirvan de base a la exposición keynesiana. Estas son colectivas y no individual; su poder se presta a ser medido cuantitativamente, por un procedimiento comprobable por la observación directa y las estadísticas. Así, algunos contemporáneos han sido llevados a reformar en puntos importantes el pensamiento keynesiano:

1. Keynes había supuesto que la propensión media a consumir era relativamente constante. Después de 1936 numerosos autores estudiaron la función del consumo. Mostraron que la propensión media a consumir varía según las clases sociales, los países y que varía en el tiempo. Después de algunas observaciones, se ha admitido generalmente que, puesto que la propensión marginal a consumir no podía reputarse como constante, todo cálculo fundado en la teoría del multiplicador era bastante arriesgado. Con esto el prestigio de la exposición keynesiana ha disminuido, se ha llegado a establecer que las propensiones a consumir y ahorrar son fenómenos más complejos y más variables que lo que había pensado Keynes y que las teorías que se apoya en ellas debían ser reformadas.
2. Para Keynes la preferencia por la liquidez reposaba en tres motivos, el motivo transacción, el motivo precaución y l motivo especulación. Siendo este último el más importante a causa de su inestabilidad.

Se sospechaba desde hacía tiempo que el motivo de precaución desempeñaba un papel cada vez mayor. Werner Sombart había visto en él una de las características del capitalismo evolucionado; los capitalistas, pensaba, pierden cada vez más el gusto, por el riesgo, y prefieren cada vez más colocar sus haberes en formas los más liquidas y seguras posibles; el gusto por la rentabilidad disminuye en relación con el de la liquidez y seguridad.

Haberler, Claude Gruson, Fr. Lutz han tratado de esclarecer que para el establecimiento de la preferencia por la liquidez el motivo de especulación no desempeña el papel casi exclusivo que Keynes le había atribuido.

1. Keynes le daba importancia a la tasa de interés para l inversión. Autores recientes han sido llevados a depender menos las decisiones de consideraciones sobre la tasa de interés que de especulaciones sobre el rendimiento probable de la inversión.

1. Las críticas más interesantes han venido de autores que han creído deber recoger la totalidad del mensaje de Keynes. Entre tantas críticas, dos parecen particularmente dignas de ser recordadas, las presentadas por Pigou y por François Perroux.

Pigou cree que el aumento de la ocupación provocado por el aumento del ingreso no es idéntico en todas las ramas de la industria y además, el multiplicador no es idéntico en todas las ramas de la industria en que la ocupación primaria ha aumentado.

La construcción del profesor Pigou consistió en una teoría más general que la de Keynes. La idea, sobre todo. De que los salarios, tanto los nominales como reales, pueden variar le permite considerar un mayor número de hipótesis.

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