Crónica Del Petróleo En México (Ensayo)

“Crónica del petróleo en México”

Desde la antigüedad el petróleo no era desconocido para las culturas mesoamericanas y colonizadores españoles, ya que descubrieron depósitos a los que llamaron “Chapopotli”, utilizándolos para elaborar desde figuras de arcilla hasta ungüentos medicinales. A mediados de siglo XIX el petróleo se convirtió en una sustancia de alcances comerciales, empleándolo no solo en la creación de figuras, sino también como iluminante y combustible como en su mayoría se emplea hoy en día.

Un hecho transcendental en la historia del petróleo se sitúa en el año de 1858 en Pensilvania cuando Edwin L Drake perforó el primer pozo con la finalidad de extraer crudo, a raíz de esto se demostró los alcances que tenía el petróleo, ya que la producción se incrementó llegando a fabricar 2 mil barriles durante el primer año, bastante crudo para la falta de tecnología y el poco conocimiento que tenían en ese entonces.

En 1863 el cura Manuel Gil descubrió un yacimiento situado en Tepetitlán, Tabasco, sin embargo, la primera empresa que extrajo petróleo fue la Compañía Exploradora de Petróleo del Golfo de México, empleando de manera rudimentaria una barrena y un par de alambiques. Posteriormente en el año de 1887 la compañía estadounidense Standart Oil instaló refinerías en las ciudades de México, Tampico, Veracruz y Monterrey, trayendo barriles de Pensilvania para abastecer las refinerías, produciendo queroseno, gasolina, etc.

A principios del siglo XX aparecen las primeras compañías que producen petróleo a gran escala, provocando que los pequeños monopolios fracasaran. En la época de Porfirio Díaz, México llego a una estabilidad tras los conflictos ocasionados por la Independencia, donde unos años después se dio la introducción de inversión tanto de Estados Unidos como Europa, dando auge a la minería, servicios públicos y por supuesto el impulso a la producción local de petróleo ya que en 1901 se dictaminó la primera ley petrolera cediendo concesiones de explotación a particulares. Los precursores que dominaron la industria petrolera en los primeros 25 años del siglo XX fueron en norteamericano Edward L.

Doheny y el británico Weetman D. Pearson, dueños de las compañías Mexican Petroleum Company y Compañía Mexicana de Petróleo El Águila.

La Mexican Petrolum Company quien inició operaciones en El Ébano, San Luis Potosí tras pasar 10 años ya tenía concesiones de propiedades al norte de Veracruz contando con 212 mil 467 hectáreas, donde se encontró un yacimiento de más de 500 metros de profundidad, este pozo al que llamaron Pez Número 1, produjo 1, 500 barriles diarios. Posteriormente la Huasteca Petroleum Company perforó el pozo Casiano Número 7, cuya producción fue impresionante ya que se obtuvieron 60 mil barriles diarios, la Mexican Petroleum no contaba con un mercado tan abundante para colocar tal cantidad de barriles por lo que se opto por distribuirlo su vez en el mercado norteamericano asegurando contratos de venta con diversas compañías.

El pozo más productivo en toda la historia de la compañía se descubrió a finales de diciembre de 1910 al que llamaron Número 4, con una profundidad de 557 metros y una producción de 100 mil barriles diarios, en este mismo año la producción petrolera dio un salto al pasar de 3.6 millones de barriles anuales a 12.5 millones, incrementándose sin parar hasta 1921 donde México ocupo el segundo lugar en producción mundial.

Debido a la demanda ocasionada por los nuevos medios de transporte, la Mexican Petroleum Corporation inició operaciones de refinamientos en Estados Unidos, Panamá y Uruguay. El declive de la industria petrolera en México fue provocado debido al agotamiento de los depósitos más ricos en la faja de Oro, cuando los pozos el potero 4 y cerro azul 4 comenzaron a arrojar agua salada.

Tras la revolución y creación de la nueva constitución de 1917, se devolvió a la nación el dominio de los recursos del subsuelo, ocasionando infinidad de conflictos ya que los trabajadores tenían mayor sustento legal para defender sus derechos, ocasionando el desarrollo de huelgas.

Debido a las complicaciones ocasionadas por la guerra internacional, los conflictos políticos internos, y al no contar con la capacidad de refinar todo el petróleo que se estaba

produciendo, Pearson y Doheny deciden que otra empresa de mayor capacidad se hiciera cargo de El Águila, justamente Royal Dutch- Shell se expandía así que pagó 10 millones de libras tomando el control de la compañía, así como también vendieron la Pan-American Eastern Petroleum Company en 125 millones a la Standart Oil Company llegando a su fin las empresas petroleras independientes.

Las compañías independientes eran un peligro para los grupos multinacionales, ya que podían reducir sus ventas hasta colocarse en los mercados de los países vecinos, por lo que se expandieron hacia el extranjero. Al igual que a todas las compañías el decremento de los pozos afecto gravemente a la Standard Oil la cual se vio forzado a salir de México.

La importancia del refinamiento de petróleo en México se incremento debido a la demanda de gasolina, aceite, grasas, queroseno etc. Durante los primero seis meses de producción de la Royal Dutch- Shell, El Águila aumentó su producción a 38 millones de barriles doblando la producción que obtuvo en 1919. Entre los años de 1923 y 1927 las actividades de El Águila se redujeron debido a la baja de precio del petróleo así como la falta de pozos nuevos.

Durante el gobierno de Plutarco Elías Calles se creó una nueva ley petrolera ya que el gobierno se adjudicaba el ratificar concesiones delimitando que tendrían una vigencia de cincuenta años. El acuerdo de Calles-Morrow alentó a las empresas a seguir invirtiendo en la industria ya que el acuerdo promovía el respeto a sus derechos, por lo que a partir de 1928 iniciaron programas de modernización en refinerías como Minatitlán y Tampico para abastecer la demanda de gasolina y derivados. En 1932, se localizaron yacimientos importantes en Poza rica y a su vez se tomo la decisión de construir una refinería en la ciudad de México iniciando con una capacidad de 7 mil 500 barriles diarios, también se concedió un permiso para la instalación del oleoducto que iba de Palma Sola, Veracruz llegando hasta Azcapotzalco, recorriendo 500 kilómetros.

Todo iba viento en popa hasta que la crisis económica mundial ocasionó el declive de los precios de los productos petroleros. El Águila resintió esta situación suspendiendo sus actividades ya que tuvo perdidas y su capital fue faltante. Las empresas enfrentaron una serie de

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