Cuando Era Nina

Cuando era niña

Me encanta recordar la sensación de cuando era niña y todo era nuevo, cuando mi capacidad de asombro estaba tan estimulada que cualquier cosa era posible y no había mucho límite entre la fantasía y la realidad.

Cuando era niña soñaba con tocar pájaros y mariposas y ver de cerca un pavo real de colores llamativos. Mi alegría eran flores en la primavera, las arrancaba y las ponía en el cabello. No me gustaba la piscina porque tenía mucho miedo de ahogarme.

Yo soñé que podía hacer cualquier cosa real o imaginaria como tocar las nubes, irme a la luna y hacer muñecas de papel.

Ningún sueño es demasiado grande o pequeño, mi mundo era hecho de fantasías, aunque desde pequeña nunca creí en San Nicolás que según el cuento recorría el mundo en la noche de navidad.

La vida fue tan fácil, estaba decidida a encontrar la alegría. Quiero vivir la vida con curiosidad y esperanza.

Tuve tantos sueños pero el único que se cumplió fue el de tener una familia unida. Cuando era pequeña me pasaba horas mirando las nubes, fascinada por cómo se movían y transformaban; de modo que cuando en la escuela nos enseñaron que la Tierra gira no me extrañé nada. Pensaba: si ya lo sé, lo veo cada día, sólo hay que mirar el cielo.

Cuando entre al pre-escolar pensaba que estudiar era solo pintar, reír y cantar pero cuando estuve en el primer grado me di cuenta que estudiar es leer, aprender para poder descubrir un mundo lleno de conocimientos y seguir progresando cada día más con mi propio merito.

Estábamos en la clase de lectura castellana, termino la clase y la profesora de pronto se levanto y dijo:

Chicos mañana tenemos prueba de lectura castellana.

Llego el otro día y a mí me toco leer primero yo estaba con nervios de punta a punta y cuando termine de leer la profesora me dijo que saque un cuatro y empecé a llorar porque yo quería ser perfecta.

Mi amiguita cuando llego el recreo me dijo:

Vamos a comer un pedazo de torta de chocolate.

Me seque las lágrimas y le dije:

¡Si y después vamos al tobogán!

A los 7 años le dije a mamá que quería entrar a la danza, me encanto.

Lastima solo pude practicar danza un año, porque a mediados del 2008 me iba a mudar a Pirapo.

Mi familia y yo nos mudamos el 4 de Julio.

Cuando llegamos estuve muy contenta porque desde que era una chiquita ya quería vivir en Pirapo.

El 18 de Julio fue mi primer día en la escuela japonesa estaba nerviosa porque no conocía a nadie. Pero también estaba feliz porque iba a conocer personas nuevas. Ahí fue cuando conocí a mi mejor amiga que es hasta hoy en día.

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