DADAISMO MANIFIESTO.
Enviado por MDS2015 • 30 de Junio de 2016 • Informe • 723 Palabras (3 Páginas) • 269 Visitas
DADISMO.EL MANIFIESTO DEL DADAISMO
“El Manifiesto Dada”, fue realizado por el poeta Tristán Tzara, en el año 1918 en París. Es un texto bastante significativo y explícito en la forma de describir de qué se trataba la vanguardia Dadá. En primer lugar y lo primero que se hace en el manifiesto, es explicar el significado del nombre de la vanguardia, Dada, la cual no significa nada. (La mágia de la palabra Dada, que ha traido a los periodistas a las puertas de un mundo imprevisto, no tiene importancia para nosotros.) El dadaísmo es una vanguardia que se basa en la burla, la ironía, el azar, en modificar la concepción que se tenía hasta el momento de arte. Era muy escandaloso y buscaba despertar al espectador y que se pregunte ¿qué es el arte?. Es totalmente revolucionaria en esta busqueda de romper con todos los parámetros establecidos por el arte occidental, tanto que hoy en día es catalogada como “anti-arte”. El artista designaba qué podía ser considerado arte y qué no, por ende artistas como Marcel Duchamp, tomaban elementos de la realidad y le ponían categoría de obra. Su idea era utilizar elementos ready-made como por ejemplo, el urinal. El arte comienza a ser una construcción mediante elementos de la realidad. La idea de praxis entre vida y arte, comienza a surgir, es decir, que, como mencionameos anterior mente, el arte no sea un elemento autónomo, sino parte de la cotidianidad. Sin embargo, la vanguardia se autodestruye. Esto es ya que el dadaismo iba en contra de lo que es el arte y al ser considerado un movimiento, una vanguardia, van en contra de lo que ellos mismos opinaban. El movimiento Dadaísta se originó en Zúrich durante la primera guerra mundial. Tzara comienza a escribir los primeros textos Dada. En 1924 escribe “Sept manifestes Dada” (Siete manifiestos Dada). Este nació de una necesidad de independencia, de desconfianza hacia la comunidad. Se dice que sus integrantes conservan su libertad ya que no reconocen ninguna teoría, ninguna academia ni laboratorios de ideas formales. Dicha vanguardia poseía un fuerte descreimiento a los postulados lógicos y científicos, entre otros. Querían romper con lo establecido, que los poemas, el arte, etc, dejara de pasar por el pensamiento lógico. Un ejemplo de lo anunciado anteriormente es el hecho de que el autor, Tzara, explica en el manifiesto cómo realizar un poema Dadaísta, y éste consiste básicamente en cortar palabras de periódicos al azar, mezclarlos y luego sacar una palabra detrás de otra, de manera que ése era el orden de las mismas. Y allí se tiene listo el poema. Es decir, la lógica y el pensamiento racional no forman parte de lo que el autor explica que es la vanguardia. “El único sistema aceptable es el de no tener sistema.” (Manifiesto Dadá) Por último, se podría decir que el Manifiesto Dadá podría ser considerado una obra de su propia vanguardia, ya que cumple con las características principales y esenciales del movimiento. Sobre el autor del manifiesto Tristán Tzara, su verdadero nombre Samuel Rosenstock, nació el 16 de abril de 1896 en Moinesti, provincia de Bacäu, Rumania. Fue uno de los autores más importantes en el movimiento Dada, el cual fundó junto con Jean Arp y Hugo Ball. En 1925 se casa en Estocolmo con la pintora sueca Greta Knutson. La pareja da a luz a su hijo, Christopher, en 1927. Durante la segunda Guerra Mundial, la relación llega a su fin. A fines de 1929, cansado de nihilismo y destrucción, se une al Surrealismo intentando, por todos los medios, ligar el movimiento a las tendencias marxistas. Entro a formar parte del partido Comunista Francés en 1937 y fue una pieza activa en la resistencia francesa. En 1956 abandona el partido y protesta contra la represión ejercida por la Unión Sovietica sobre el pueblo Húngaro. Este compromiso político le acercó al concpto de humanidad o relación con el prójimo sobre el que tanto había escupido en nombre del Dada. Gradualmente evolucionó hacia la poética lírica. Sus poemas revelan la angustia de su alma atrapada entre la revolución y la fascinación de la tragedia cotidiana. Tzara muere en París el 25 de diciembre de 1963. Hoy en día su tumba es visitada en el cementerio Montparnasse por turistas, curiosos y desprevenidos herederos del aclamado, denostado, pero nunca fuente de indiferencia, del Dada
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