DDHH, Género, Multiculturalismo (ensayo)

En el momento en que uno se dispone a analizar algún contexto, estructura, sistema o lo que fuere, algo que encuentro fundamental es reconocer y desvelar las conexiones en ellos existentes. Me explico. Si me dispusiera a analizar el engorroso entramado que involucran a la esfera social y sus múltiples instituciones y la educación, me enfocaría en identificar las relaciones de interacción existentes entre la institución educativa y la esfera económica para luego entender el rol que entre ambos juega la política (con su rol ideologizante y hegemónico). Por lo tanto, ya que lo que nos interesa en estos momentos es comprender el funcionamiento o aplicación de los Derechos Humanos (entendido estos como un discurso necesario y por ende válido) dentro de la esfera social, la cual toma forma a partir de una serie instituciones que abusan de su poder y son ellas las que definen lo que es la “justicia”. Para comprender todo esto, es necesario realizar una triangulación en la que se relacionan los conceptos de DDHH, Multiculturalismo y Género.

Recursos teóricos para dar fundamento a mi discurso tengo de sobra dentro del contexto histórico de mi generación. Estamos viviendo una época en la que el sistema capitalista comienza a ser fuertemente cuestionado y hasta violentamente rechazado por importantes potencias mundiales (como lo son España, Italia, Grecia y los mismos Estados Unidos); una época en la que la fuerte crisis económica y social por la que atraviesan naciones con una poderío económico no tan estable han impulsado el resurgimiento de un sentimiento nacionalista en Alemania; una población asiática que no para de crecer y que, junto con su expansión demográfica, va demandando más y más recursos naturales sin importar el impacto ambiental que esto provoque; estamos viviendo una época en la que la evolución nos ha hecho víctimas de la misma, estamos en “los dos miles”.

Luego de esa suerte de introducción, quiero decir que me enfocaré en lo que estamos presenciando ahora mismo para realizar la ya mencionada triangulación de conceptos.

Detengámonos un momento, sólo un instante para mirar a nuestro alrededor. No me refiero a lo material o a lo puramente superficialmente perceptible, sino que os pido que miremos un poco más allá, que nos fijemos en lo que los rostros de esas gentes que van y vienen de acá para allá como si fuesen manipulados a control remoto. Este ejercicio me ha resultado muy útil en lo personal para sacar algunas deducciones de cómo se siente nuestra sociedad bajo el sometedor sistema en el cual estamos insertos sin necesidad de interrumpir su interesante rutina. Cuando miro los rostros de las personas que por mi lado transitan cuando voy rumbo a tomar la micro, solo veo resignación, frustración, impotencia, etc., etc., etc. Pero, ¿por qué?, ¿a qué se debe esto? Al parecer hace falta entrar a analizar los elementos que forman parte de nuestras vidas a diario pero que, como muchas otras cosas, no nos detenemos nunca a cuestionar su funcionamiento o aplicación. Estos elementos al no ser respetados ni mucho menos aplicados de verdad por las instituciones que, en muchos casos fueron las mismas que los “crearon”, deberían velar por su correcta aplicación y sancionar los casos en los

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