Ensayo DDHH
Enviado por intersitio • 31 de Octubre de 2013 • 1.207 Palabras (5 Páginas) • 242 Visitas
Abordar el tema de los Derechos Humanos de manera muy específica
es una exigencia y una necesidad. No es posible quedarse en las
generalidades que finalmente sólo son referencias que a veces son
difíciles de aplicar.
Descender a los últimos detalles en una exposición teórica es otro
extremo que debe evitarse porque no es posible plantear la defensa y la
promoción de los Derechos Humanos solamente a partir de casos
concretos aun cuando el recurso al caso concreto permite ilustrar la
significación de tal promoción o de tal defensa. Más aún, la defensa
efectiva sólo se da en los casos concretos. La promoción de los Derechos
Humanos sólo se logra mediante la acción apoyada en la teoría que nos
asegura la rectitud del proceder.
La referencia anterior también debe explicitarse más. No podemos
tampoco limitarnos a la simple defensa, es decir esperar la violación de
los derechos humanos para actuar. Estamos llamados por la misma ética
que se entiende como el desarrollo de las máximas potencialidades del
hombre, a promover los Derechos Humanos. En efecto, el desarrollo del
individuo y el progreso de una sociedad descansan sobre esta ética que
es el principio de respeto a la dignidad de cada persona y la elevación de
su calidad como tal. Por eso quisiera insistir sobre esta dimensión antes
de entrar en los detalles de aplicación que también son importantes pero
sólo como consecuencia de la faceta promoción de los Derechos
Humanos.
La escuela más que cualquier institución, considerando aparte el caso
de la familia, que es evidentemente el primer lugar de la educación, es un
lugar privilegiado para cumplir con esta tarea.
La educación a los Derechos Humanos es la afirmación de valores y
la transmisión de una idea del hombre, amén de ser una práctica o una
cultura. La promoción de los Derechos Humanos es una manera de vivir
no una manera de resolver conflictos. La escuela es el baluarte, después
de la familia, de los valores.
La escuela es el lugar humano en el que los valores son no sólo
aplicados como norma de conducta o como ideales por alcanzar sino que
en la escuela se educa, se enseña, se adiestra a la práctica de los valores.
Creo importante hacer conciencia de esta dimensión inicial y esencial de
Ensayo sobre Derechos Humanos
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la promoción de los Derechos Humanos. El maestro es un ser humano
que ha aceptado la altísima responsabilidad de poner en práctica en su
vida los valores que nuestra sociedad ha defendido por siglos. Valores
nacidos de la cultura judeocristiana que impera hasta nuestros días, pero
valores de las culturas indígenas que son raíces inobjetables.
Valores también de la llamada modernidad, hechos de los aportes de
la ciencia y de la información masiva. Nuevos valores vinieron
a
incrustarse en este triple plano como ha sido la laicidad pregonada en el
artículo tercero constitucional y que es el punto de partida de la virtud
social y política por excelencia que es la tolerancia. La cultura griega que
penetró a través de pensadores de todas las épocas nos ha dejado la
herencia de la frónesis que mal se ha traducido por prudencia: es decir la
virtud activa de las decisiones oportunas y comprometidas.
No basta entonces con enseñar teóricamente los valores que sostienen
las declaraciones de los Derechos Humanos, sino que es imperativo para
la escuela y para el maestro concretamente adiestrar al alumno para que
respete los valores y los derechos consecuentes. Eso implica una
formación disciplinada. No basta con una que otra conferencia que sólo
ilustra el caso, sino es preciso crear las condiciones estructurales en las
que podrá aprenderse a respetar y donde se aprenderá a enseñar el
respeto a los valores. Esta dimensión no suele ser considerada. Para el
aprendizaje ético (en este caso a los Derechos Humanos) se requiere de
la acción, de la capacitación, que se dan en circunstancias concretas de
la vida, creadas artificialmente como en el sociodrama o vividas en las
relaciones
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