De La Colonia A La Revolución
Enviado por cige100887 • 28 de Junio de 2012 • 762 Palabras (4 Páginas) • 438 Visitas
las mercancías tan codiciadas por los europeos Lisboa sé transformó en
el mercado de las especias, y la ciudad más rica del continente.
Todos, los esfuerzos de los comerciantes y navegantes del mar
Mediterráneo se concentraron en la reconquista del cetro perdido.7' A la
muralla que le oponía el Imperio Árabe se sumaron más tarde la
hegemonía y el exclusivismo de Portugal,.fuentes de sordos celos y
abiertas, rivalidades. Palabras olvidadas de los sabios de la antigüedad
clásica se actualizaron. Junto a las estatuas excavadas en las ruinas de
Roma y a la exhumación de la antítesis entre Apolo y Dionisio que daba
la más humana inmortalidad a la. cultura griega, aparecieron los
manuscritos acumulados durante siglos y salvados de la caída de
Constantinopla. Comenzaba, para emplear palabras de Federico Engels
''la más grande revolución progresista que la humanidad había vivido
hasta entonces, una época que necesitaba gigantes y engendró gigantes:
gigantes en poder de pensamiento, pasión y carácter, en multilateralidad
y sabiduría".8 Al dar el gran salto hacia el mañana, la humanidad
descubría no solamente la redondez total del planeta, sino también las
maravillas de un pasado que el presente oscuro había pretendido sepultar
para siempre.
¿Era la Tierra redonda como un huevo, pina o pera, o como plato,
rodeado de valles, el orbis terrarum concebido por Demócrito antes que
por los romanos? ¿Sería cóncava o tendrían razón Anaximiándro,
Anaxímenes' y Lactahcio al darle forma llana y sin antípodas? El hombre
despertaba del largo sueño escolástico para replantearse el antiguo
dilema entre idealismo y materialismo. Adornistas y antiatómistas
volvían a toparse en agria disputa alrededor de los textos griegos y
latinos. ¿Habría muchas mundos y el todo se compondría de átomos y el
vacío, como decía Demócrito y reafirmaban Epicuro y Lucrecio, o los
infinitos mundos —los 19.000 que con matemática seguridad calculaban
los talmudistas— no respondían más que a ese vano pensamiento
criticado por
7 Uno de los aspectos de la rivalidad entre Portugal y. los Reinos
de España y Baleares se manifestó en la puja por el dominio
de las islas Canarias. A ellas llegaron los portugueses en .1.341,
pero en 1351 los mallorquines y aragoneses obtuvieron una bula
del papa Clemente VI que les concedía el privilegio de la ocupación.
8 Federico Engels: Dialéctica de la Naturaleza, Bs. As., Edito
rial Problemas, 1941, p. 12.
.12
San Agustín, y fuera a de ía Tierra y el Cielo no existía nada?
Clemente de Alejandría, discípulo de los Apóstoles y doctor de
la iglesia, pudo
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