Demanda Laboral
Enviado por rubia66 • 8 de Junio de 2013 • 445 Palabras (2 Páginas) • 399 Visitas
La formación ética en los profesionales del derecho
Nicolás Pérez-Serrano Jáurregui
Ortega decía “sorprenderse, extrañarse, es comenzar a aprender”. Decían los consejos de Kant y Hegel “hay que atreverse a saber” e incluso tener el valor de equivocarse”.
A través del tiempo la profesión del abogado a tenido diversas modificaciones, en Roma el ejercicio de los abogados fue durante mucho tiempo gratuito, la ley cicinia, negaba a los abogados el derecho de aceptar honorarios. Además intervenían dos personas, el orador, encargado de llevar la palabra en los debates del juicio, era el defensor verdadero, y el patrono advocatus, jurisperito a quien se llamaba en auxilio del primero.
El Abogado se puede definir como: Profesor en jurisprudencia, que se dedica a defender en juicio, por escrito o de palabra, los derechos o intereses de los litigantes y también a dar dictamen sobre cuestiones o puntos legales que se les consulten.
Lo que se requiere en esta profesión son hombres dotados de una visión amplia, profunda y a la vez, sepan examinar con cuidado la decisión más pertinente, abogados que se esfuercen para ser algo más que hombres de negocios. En los planes de estudio de las universidades se incluyen una o varias materias obligatorias u opcionales de ética o deontología.
Cabe mencionar que ante los seres humanos que tienen razón, los dogmas son diferentes pero la moral es la misma. La ética se ocupa ante todo del tema del bien: ¿qué es bueno hacer?, ¿quién es un buen profesional?, ¿al servicio de qué bienes esta una profesión? La deontología se ocupa de deberes y obligaciones, busca formular el conjunto de normas exigibles a todos los que ejercen una misma profesión.
Todos los juristas tienen algo en común, deben participar de dos calidades: la atadura a las supremas normas éticas y la posesión de conocimientos que les haga acreedores a ser estimados peritos, expertos en Derecho, aunque la competencia se ajuste a una sola de las ramas que se han dividido del fuerte tronco.
Algunos puntos del decálogo del abogado son: Tener una crítica actuación procesal. Dediquemos a cada asunto el tiempo, la atención y el esfuerzo que el cliente se merece ante la justicia. Seamos pacientes y comprensivos con nuestro cliente. Tomemos la decisión después de estudiar el asunto. Apreciemos el dinero con que se retribuye nuestro trabajo, como una manera honesta de ganarse la vida.
Con relación a la informática y el derecho, sabemos que gracias a las nuevas tecnologías tenemos bases de datos de legislación y jurisprudencia a nuestro alcance y de manera rápida.
El cumplimiento honesto y diario de la profesión genera capacidades insólitas que exterminan esos males nocivos que nos amenazan y que en ocasiones nos oprimen.
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