Desarrollo Encefalico Humanos
Enviado por Mahegi • 6 de Febrero de 2013 • 1.212 Palabras (5 Páginas) • 902 Visitas
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a diferencia fundamental entre los homínidos y los demás primates es su cerebro, tanto en su peso como en su estructura y funcionamiento. La capacidad craneal del hombre actual le permite alojar un cerebro de 1250 gr o más. Éste órgano es el el coordinador de infinidad de mensajes interiores y exteriores.
El crecimiento del cerebro es una de las características que determina la separación entre la rama Homo del resto de primates. Los cráneos de los homínidos anteriores al Homo Sapiens revelan la evolución de este órgano. Era mucho más reducido que el cerebro del hombre actual, pero las similitudes de la estructura esencial del cerebro del antropoide son increíblemente precisas. Se ha encontrado que estas semejanzas anatómicas se relacionan con similitudes psicológicas. También los mecanismos sensoriales i motrices casi llegan a reproducir con exactitud las funciones del cerebro humano. De la misma manera que varias funciones del cráneo y el esqueleto de los antropoides se aproximan mucho a aquellas de los homínidos.
Hasta la actualidad el proceso de cerebralización se ha sobreentendido como debido a una exclusiva causación biológica, lo que es consecuente de una decadente visión del hombre como animal. Esta visión, aún predominante, es criticada, sino superada, por los modernos puntos de vista de la antropología. Sin excluir la intervención de factores biológicos, es considerado indispensable tomar conocimiento de la influencia dinámica y organoformadora de la cultura, entendiéndola con cierto criterio antropológico.
El llamativo desarrollo del cerebro constituye un dato en la determinación del Homo Sapiens; con este desarrollo se instala un extraordinario incremento en los mecanismos i en la calidad de la actividad nerviosa, capaz de determinar un nuevo nivel en la realidad objetiva. La notable cerebralización del hombre a determinado unos dobles y opuestos fenómenos: por un lado, un ser somático generalizado, y por el otro, un individuo altamente especializado en área cerebral. En este sentido el hombre se desvía de la línea general de las transformaciones orgánicas que siguieron i siguen todas la especies biológicas.
El profesor Olivier Piveteau (1973, 133) marca en la historia de los homínidos dos momentos muy distintos: antes del proceso de hominización, y después de éste. Reconoce que los individuos que han franqueado el umbral que facilita la reflexión están relacionados con un mayor cerebro, adquirido más tarde.
En cuanto a la posible relación entre el desarrollo filontogenético de la cerebralización i la fenomenología cultural, se reflexiona que se presentan tres alternativas capaces de explicarlo: 1) el desarrollo del cerebro facilita la creación de la cultura; 2) los primeros intentos culturales y su crecimiento estimulan el crecimiento y eficiencia del cerebro y, 3) la sinergia de cerebro en estado de mutación y de hechos que pueden devenir culturales. Ambos términos, independientes el uno del otro no habrían producido nada nuevo, pero en cambio unidos, se interinfluencian y transmutan.
La tercera posición es la más actual. Se parte de la idea de que una mutación abrió al cerebro la posibilidad de desarrollarse como estructura histológica abierta a innumerables operaciones, esta posibilidad mutante dependería, de forma aleatoria, de un medio ambiente apropiado y favorable. Pero esta circunstancia de un cerebro mutante tuvo que darse en un organismo no especializado, ya que si lo fuera, ya estaría ajustado al medio ambiente. Este ajuste implicaría una total adaptación somática, es decir la adaptación necesaria para el medio. Es posible que la mutación en el cerebro se hubiera dado otras veces pero, por azar, no coincidir con la posibilidad de relacionarse, de vincularse y de verse estimulada con algo que pudiera cambiar su signo, devenir en “otra cosa”.
Según el esquema
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