Desarrollo de Italia
Enviado por elsharawy92 • 6 de Abril de 2014 • Ensayo • 4.564 Palabras (19 Páginas) • 333 Visitas
Introducción
Hacia el año 1000, se produce en Europa occidental una recuperación demográfica, económica y cultural. Los siglos anteriores estuvieron marcados por la expansión del Islam, las guerras, las invasiones de los normandos, sarracanos y magiares y por el fantasma del hambre. En esta época comienza la consolidación del nuevo sistema feudal caracterizado por la división de la población en estamentos: nobleza, clero y tercer estado. El dinamismo de este mundo en expansión se manifiesta en vastas empresas político-económicas como el avance de la conquista de los territorios musulmanes en la península ibérica por los cristianos, la proclamación de las cruzadas, etc.
Hacia el siglo XI surge un estilo sabio y uniforme, denominado románico, recibe este nombre debido a las lenguas provenientes del latín que se conocen como romances. La palabra encierra dos conceptos: la semejanza entre el proceso de formación de las lenguas romances y el de las artes figurativas, realizadas en los mismos países y en el mismo tiempo, uniendo cuanto quedaba de la gran tradición romana con las técnicas y tendencias bárbaras. El románico tiene sus orígenes en el Cisma de Oriente producido en 1054, cuando se establece una separación entre la iglesia ortodoxa y la católica propiamente dicha. El románico surge en el siglo XI a partir de la abadía de Cluny como arte de la cristiandad europea reunida en torno al Papa de Roma. Se difunde por las peregrinaciones y perdurará hasta bien entrado el siglo XII, aunque en algunas zonas permanecerá hasta el siglo XIII. Es un arte didáctico que pretende la educación religiosa del pueblo.
¿Cómo fue el surgimiento, la ubicación y el tiempo de duración de arte románico?
El Románico fue un estilo artístico predominante en Europa en los siglos XI, XII y parte del XIII. El románico supone el arte cristiano, agrupando las diferentes opciones que se habían utilizado en la temprana Edad Media (romana, prerrománica, bizantina, germánica y árabe) y consiguiendo formular un lenguaje específico y coherente aplicado a todas las manifestaciones artísticas.
En el periodo románico, los temas tratados por los artistas fueron esencialmente de tipo religioso. Existía gran preocupación por difundir el cristianismo, y las imágenes cumplían una función didáctica: se enseñaba la religión por medio de ellas, dada la escasa cantidad de personas alfabetizadas. La vida de Jesús, de los santos y los mandamientos, eran representados en imágenes.
Desde el siglo VIII, una serie de acontecimientos históricos posibilitaron la renovación y expansión de la cultura europea: la subida al trono de Francia de los Capetos, la consolidación y difusión del cristianismo, el inicio de la Reconquista en la Península Ibérica y, fundamentalmente, el nacimiento de las lenguas románicas, son los hitos que marcaron el surgimiento del arte románico.
Alrededor del año 1000, una expansión generalizada en los ámbitos económico y cultural propició un importante crecimiento demográfico en las sociedades occidentales, roturándose nuevas tierras y abriéndose antiguas rutas de comercio, que posibilitaran los caminos de peregrinación. Toda Europa se vio invadida por una auténtica fiebre constructiva; se había conseguido formular un arte capaz de representar a toda la cristiandad: el Románico. Recibe el nombre de románico por coincidir su floración con la aparición de las lenguas románicas o romances. Otras fuentes afirman que fue en el siglo XIX cuando el arqueólogo Charles de Gerville dio este nombre a la arquitectura cristiana occidental de los siglos X al XII, por alusión a la arquitectura romana, en la que se suponía que se había inspirado. Se sitúa anterior al arte gótico , y luego de la caída del Imperio Romano.
No fue producto de una sola nacionalidad o región, sino que surgió de manera paulatina y casi simultánea en Italia, Francia, Alemania, España, Holanda, Noruega, Irlanda, Inglaterra, etc. En cada uno de estos países surgió con características propias, aunque con suficiente unidad como para ser considerado el primer estilo internacional, con un ámbito europeo.
En Francia, el Románico alcanzó gran vigor y difusión gracias al Monasterio de Cluny (desaparecido en su mayor parte), centro irradiador del nuevo arte. Surgieron varias escuelas o centros artísticos, cada uno con características particulares y propias. Algunos de los monumentos más destacados son:
La basílica de Saint-Sernin de Toulouse
La iglesia abacial de santa Fe de Conques
La basílica de la Magdalena, en Vézelay
San Trófimo, en Arlés, destacable por su conjunto escultórico
La catedral de Angulema
Notre-Dame-la-Grande, en Poitiers
La Abadía de Saint-Savin-sur-Gartempe, con uno de los conjuntos pictóricos más relevantes del románico francés.
En Alemania, el Románico siguió la estela del arte otoniano, creando conjuntos arquitectónicos de gran monumentalidad, muchos de los cuales aportan soluciones completamente novedosas, como la solución de doble cabecera o Westwerk. Podemos citar entre los más señeros:
Las catedrales de Worms, Maguncia y Espira
La iglesia de santa María del Capitolio en Colonia
a Abadía de Santa María Laach (Renania-Palatinado)
En Hungría, el arte Románico evolucionó bajo una fuerte influencia germánica, puesto que luego de que los húngaros fueron cristianizados en el año 1000 y paulatinamente recibieron a muchos nobles y clérigos germánicos que arribaron al reino para ocupar cargos eclesiásticos y militares. Para mediados del siglo XI resultaba frecuente en basílicas húngaras y claustros el uso de ábsides cerradas con tres arcos semicirculares colocadas en lugares con tres naves sostenidas por pilares que descansaban en soportales, caracterizado por esta cubierto por una armadura abierta, a excepción de la semicúpula que cubría el ábside. Fue muy común este estilo en las estructuras religiosas de:
La catedral de Vác construida por el rey Géza I de Hungría alrededor de 1074.
La iglesia benedictina de Garamszentbenedek construida también por órdenes del rey anterior cerca de 1075.
La abadía de San Edigio en Somogyvár, fundada por el rey San Ladislao I de Hungría en 1091.
Iglesia de Lébény, en Hungría
En Italia, la herencia clásica y paleocristiana dejó sentir profundamente. Como aportación original, surgió allí el estilo lombardo, un arte prerrománico que se extendería después por otras regiones como Cataluña o Provenza. Los edificios románicos italianos se distinguen por su suntuosidad y decorativismo, a la vez que por su claridad estructural. Algunos de los más destacados son:
La catedral de Parma
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