Diosa Griega Atenea
Enviado por katti • 1 de Abril de 2013 • 4.175 Palabras (17 Páginas) • 1.649 Visitas
Nombre griego: Atenea o Palas Atenea.
Nombre romano: Minerva.
Animal sagrado: Lechuza, dragón y buey.
Representa: Sabiduría, estrategia, inteligencia.
Símbolos: Olivo, lanza, serpiente y escudo.
Historia
Adorada desde la Antigüedad como la diosa protectora de Atenas, donde se construyó el Partenón para adorarla.
Su nombre completo era Palas Atenea. En la mitología griega, Atenea o Atena es la diosa de la sabiduría, la
inteligencia, la industria, las artes, la estrategia y la guerra justa. Atenea, como la diosa de la reflexión
y de la deliberación, preside las asambleas e inspira la elocuencia a los oradores. En su rol de diosa pacifista,
era la patrona del arte de la agricultura y de las labores femeninas, especialmente del hilado y el tejido, y la
que enseña a los hombres a plantar el olivo, símbolo del trabajo y de la paz. Entre sus dones al hombre estaban
la invención del arado y la flauta y las artes de domesticación de animales, de construcción de barcos y de
fabricación de zapatos. También la creación intelectual es parte de su responsabilidad: inspirando a los poetas
y a los oradores y a los filósofos y a los que se dedican a la ciencia.
Fue asociada por los etruscos con su diosa Menrva, y posteriormente por los romanos con Minerva, donde además fue
la protectora de Roma. Ovidio llamaba a Atenea (Minerva) la «diosa de las mil obras». Fue adorada por toda Italia,
aunque sólo en Roma adoptó un carácter belicoso.
Atenea es lógica y objetiva. Es capaz de valerse de su inteligencia e intuición para resolver conflictos y
enfrentarse a la vida. Es perspicaz, intuitiva, inteligente, realista y muy diplomática, valiendose de las
alianzas para lograr sus objetivos.
La diosa Atenea era la hija favorita del Olimpo, y aparece como la hija favorita del dios Zeus, quien tras
haber devorado a Metis, la Prudencia, sintió un gran dolor de cabeza. Recurrió a Hefesto, quien le abrió la
cabeza de un hachazo, surgiendo de ella ya adulta de su frente completamente armada y en una edad que le
permitió ayudar a su padre en la Gigantomaquia (guerra contra los Gigantes), donde se distinguió por su
valentía después de que se tragase a su madre, Metis, la Prudencia. La historia de su nacimiento aparece en
varias versiones.
Era la diosa prudente de la guerra y la patrona de los guerreros, protectora de todos los héroes que se
distinguieron por su prudencia y buenos consejos, así como por su fuerza y valor, como Heracles, Perseo,
Belerofonte, Aquiles, Jasón, Diomedes y Odiseo. Como diosa de la guerra suele aparecer con armadura, con la
égida (el escudo adornado de la cabeza de la Gorgona) y una vara dorada, con la que otorga a su favoritos
juventud y majestad. Ella es la pacificadora, la reflexiva, la que inspira sensatez en los guerreros. Se la
representa con los atributos guerreros más bien como defensora de la paz. Atenea fue la defensora más firme,
entre los dioses, del bando griego en la guerra de Troya.
También era la defensora del hogar y del Estado y la encarnación de la sabiduría, la pureza y la razón.
Tenía el don de profecía, prolongaba a voluntad la vida de los mortales, obtenía la felicidad tras la muerte:
todo lo que ella disponía con un gesto de su cabeza era irrevocable, todo lo que prometía llegaba infaliblemente.
Cuentan los mitos que la tierra, el cielo y los mares se conmovieron con su nacimiento. De ella partía el consejo,
y su voz era escuchada reverentemente en la asamblea de los dioses. Era también patrona de las artes, de la
artesanía y de los comerciantes. Era una de las deidades principales del Estado romano.
Atenea es también la Diosa Virgen por antonomasia, la siempre joven, la no-sometida a un marido (que parece que
ese es el significado de su primer nombre, Pallas), y quizá sea también la principal razón de su atuendo guerrero,
es decir no femenino. En agradecimiento a que Atenea les había regalado el olivo, el pueblo ateniense levantó
templos a la diosa, el más importante era el Partenón, situado en la Acrópolis de Atenas. Es el gran templo de
Atenea, y las Panateneas las fiestas solemnísimas con que la honraban los atenienses. En estas fiestas, que
atraían a toda Grecia, exhibían el culto más esplendoroso, los concursos de poesía y de teatro, todo lo que fuera
manifestación de las artes. Se le dedicaban grandes sacrificios, de forma que en las grandes Panateneas cada
tribu del Ática le dedicaba un buey, cuya carne se distribuía a continuación entre pueblo.
Los romanos celebraban sus fiestas del 19 al 23 de marzo, durante el día que se llamaba, en plural femenino,
Quinquatria, el quinto tras el Ides de marzo, el decimonoveno, la fiesta de los artesanos. Una versión menor,
las Minusculae Quinquatria, se celebraba en los Ides de junio, 13 de junio, por los flautistas, que eran
particularmente útiles para la religión. Atenea era adorada en el monte Capitolino como parte, junto con Hera y
Zeus, de la Tríada Capitolina. En la Roma actual puede visitarse la Piazza della Minerva cerca del Panteón.
En sus estatuas e imágenes se le da una belleza simple, descuidada, modesta, un grave aire, impresionando su
nobleza, fuerza y majestad. Suele llevar el casco en cabeza, una pica en una mano, un escudo en la otra y la
égida sobre el pecho. Generalmente aparece sentada, pero cuando está de pie tiene siempre, con la actitud
resuelta de una guerrera, un aire meditativo y la mirada fija en altas concepciones.
Los animales consagrados a Minerva eran la lechuza y el dragón.
La Señora de Atenas
Atenea compitió con Poseidón por ser la deidad protectora de Atenas, que aún no tenía nombre, en una versión
de su mito fundacional. Se acordó que cada uno daría a sus habitantes un regalo y que éstos elegirían cuál
preferían. Poseidón golpeó el suelo con su tridente e hizo brotar una fuente, lo que les daba un medio de
comerciar y agua (en su cima Atenas fue una importante potencia marítima, derrotando a la flota persa en la
Batalla de Salamina), pero ésta era salada y mala para beber.
En otra versión alternativa, Poseidón ofrecía el primer caballo y Atenea ofreció el primer olivo domesticado.
Los ciudadanos (o su rey, Cécrope) aceptaron el olivo y con él el patronazgo de Atenea, pues les proporcionaba
madera, aceite y alimento. Según Robert
...