Diseño Personal
Enviado por arqmena • 12 de Mayo de 2014 • 1.818 Palabras (8 Páginas) • 168 Visitas
Sánchez Gómez, Enrique. "Juicio estético en la obra arquitectónica”
Episteme No. 5 Año 2, Julio-Septiembre 2005
http://www.uvmnet.edu/investigacion/episteme/numero4-05/
Fecha de consulta:
Juicio estético en la obra arquitectónica
Enrique Sánchez Gómez
UVM - Campus Querétaro
Resumen
El objetivo de este artículo es analizar la diversidad de conceptos estéticos que inciden en el proyecto arquitectónico para valorarlo y alcanzar la satisfacción plena del usuario, resaltando su importancia en la formación profesional y la determinación de las diferencias entre un proyecto y un proyecto con valor. Establecer el uso de dichos conceptos como fundamento para lograr que los estudiantes desarrollen la sensibilidad estética y las habilidades de análisis adecuadas para alcanzar la excelencia profesional.
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Introducción
Un siglo antes de Cristo, ya Vitrubio expresaba que los edificios debían construirse con atención a la firmeza, la comodidad y la hermosura [1], es el primero en hablar de los valores que deben contener las obras arquitectónicas: la firmeza, lógicamente, es algo fundamental y preciso que debe cumplirse sin duda alguna; la comodidad trata, principalmente, de conceptos funcionalistas que pueden optimizarse con sistemas técnicos, pero la hermosura o belleza conlleva percepciones personales del arquitecto, así como conceptos dotados de alta relatividad y subjetividad.
Hoy, la interrogante respecto a las obras arquitectónicas es si poseen valor arquitectónico, y esto sólo podemos responderlo mediante un juicio estético de personas con preparación profesional y amplia cultura estética [2]. Resulta difícil emitir un juicio estético formal si no contamos con un conocimiento profundo de los conceptos que deben involucrarse en este proceso de valoración, cuya complejidad y uso adecuado facilitan precisar el alcance de una obra determinada.
Es importante elaborar y emitir un juicio respecto de una obra ajena, pero lo es mucho más, hacerlo previamente acerca de un proyecto propio, al final esto nos permitirá contar con una obra arquitectónica que trascenderá por la completa satisfacción de las necesidades motivo de su creación, pero también por resolver adecuadamente los aspectos estéticos.
El juicio estético respecto de una obra implica focalizar la atención en la estructura del valor arquitectónico, es, decir, identificar la aplicación y vinculación entre los conceptos esenciales que caracterizan y resaltan la valía o méritos de la obra. Por supuesto, es de carácter personal y será más profundo en la medida de nuestros conocimientos y sensibilidad para comprender la mejor forma de identificar los conceptos analizados, transfiriéndolos en la búsqueda de mejores resultados para nuestros diseños y obras terminadas, así como en la crítica a las creaciones de otros arquitectos.
Reiteramos, en la formulación de un juicio no hay reglas precisas, todo es percepción personal y puede sustentarse o no en la identificación de un gozo estético, mismo que será mayor en tanto la obra reúna una serie de concepciones únicas y distintivas de su estructura y funcionalidad, por ejemplo, en relación con su contexto y como respuesta a su cultura de origen [3], a las necesidades psicológicas, espirituales y estéticas, partiendo de los valores del usuario y, lógicamente los de su comunidad.
Un factor esencial es determinar el concepto de Estética en que fundamentamos nuestras apreciaciones, y la mejor opción es partir de definiciones generalmente aceptadas, como es el caso de la propuesta por el Diccionario de la Lengua Española, donde la conceptualiza considerándola: “la rama de la filosofía que trata de la belleza y de la teoría fundamental y filosófica del arte”. Belleza es “armonía y perfección que inspira admiración y deleite”. Mientras que el arte “busca la expresión de la belleza”, y se percibe a través de la sensibilidad personal; a su vez, desarrolla el gusto y orienta la autocrítica.
Una vez que establecimos la definición de estética y sus elementos, procederemos a enunciar los conceptos que pueden integrarse al juicio estético.
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Conceptos de juicio estético [4]
Concepción espacial
Indudablemente, el primer aspecto que percibimos en un proyecto o una obra arquitectónica es el concepto de espacios logrados, aquí podemos analizar las dimensiones espaciales internas y externas, su forma y armonía, así como la interrelación de su volumetría con la luz, todo esto siempre ubicándonos en nuestra particular perspectiva y aplicación de los conceptos fundamentales de belleza.
Estímulo de la sensibilidad
Las percepciones iniciales de la obra arquitectónica nos dejarán experimentar algo emocional respecto del proyecto o la construcción terminada, este sentimiento constituye el estímulo de nuestra sensibilidad y puede llevarnos o no a percibirla de una manera natural. El hecho de apreciar fácilmente un sentimiento y una emoción y poderlos hacer conscientes para establecer aquello que nos agrada o no, ayuda a definir la “cantidad” de estímulo presente en la obra.
Proporción
Debemos analizar el diseño u obra en cuestión, dentro del concepto de la proporción, misma que Vitrubio definió como la conveniente correspondencia entre los elementos de la obra, así como la armonía de cada una de las partes con el todo. Esta proporción habría que analizarla inicialmente en el ámbito estético a través de sus formas, de su escala, de conceptualizaciones generalmente aceptadas de belleza, para no caer en modas pasajeras o tendencias capaces de desvirtuar el análisis. Al hablar de proporción es necesario considerar todo el tiempo los factores del ser humano, ya que las obras están hechas para satisfacerlos no sólo en el aspecto físico antropométrico, sino también por el significado de las proporciones en los niveles emocionales y espirituales, en función del sentimiento que produce y la relevancia de la obra para la persona.
Otros aspectos
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