Divina Comedia

es una obra que habla de la responsabilidad de los actos del hombre en relación con el fin último a que tiende, que es Dios. Por esta razón las temáticas a analizar son el infierno, el purgatorio y el paraíso según Dante Alighieri. Para realizar este ensayo me basare en investigaciones de internet, en teorías vistas en clase y en el libro de la Divina Comedia.

En primer lugar hablare sobre el infierno, el cual según Dante Alighieri tiene forma de cono invertido y en el ápice se encuentra Lucifer; está compuesto por nueve círculos. Los primeros cinco forman el alto infierno; los cuatro últimos, el bajo infierno. Para él el infierno va descendiendo desde la superficie boreal estrechándose gradualmente hasta el centro del globo terráqueo. Se basa en la planificación de la ciudad medieval. Cada uno de los nueve círculos es un espacio totalmente diferente donde se albergan culpas y penas, hasta llegar al infierno y retomar la subida al purgatorio. Para Dante el infierno coincidía con una de sus tres condiciones la cual era la viciosa, ya que era un lugar lleno de personas pecadoras las cuales eran castigadas de diferentes maneras, pero el mayor castigo que tenían que afrontar era saber que aquellos que entrasen allí debían abandonar toda esperanza; como decía en la puerta del vestíbulo [2]“por mi se va a la ciudad del sufrimiento. Por mi se va al dolor eterno. Por mi se va a las razas malditas. La justicia animo a mi sublime creador. Soy obra del supremo poder, de la suma sabiduría, del primer amor. Antes de mi nada existía, salvo las esencias inmortales, y yo vivo eternamente. ¡Aquí acaba la esperanza!” no había nada más desalentador que aquellas palabra escritas en esa puerta, pero estas palabras hacían referencia a un lugar el que Dante encontraría “las sombras aciagas de los que perdieron el camino que lleva hacia la inteligencia suprema, hacia dios”. Como dice la siguiente frase [3]“El infierno está todo en esta palabra: soledad” y tiene parte de razón ya que entre los que estaban en el vestíbulo se encontraba los que se dejaron dominar por su egoísmo; el cielo les arrojo de si para no perder nada de su belleza. Y asimismo eran castigados muchos más, unos por envidiosos, otros por traición y por muchas otras razones. Pero tenían algo en común y era que todos querían arrepentirse de todos los malos actos y pecados que habían cometido cuando ya era demasiado tarde y por lo tanto, permanecían lamentándose, por todo lo que habían hecho antes de ingresar a aquel lugar tan horrible y detestado por muchos de los que allí permanecían pagando su condena.

A continuación hablare de los nueve círculos por los que está compuesto el infierno, de los cuales el primero es el Limbo, donde según Dante están los que vivieron antes de Jesucristo, [4]“y si vivieron antes de Jesucristo, están también aquí, por no adorar al verdadero Dios” y la pena de estas personas consiste en vivir en un perpetuo deseo sin esperanza. Nos encontramos a personajes históricos que no han sido bautizados. Este círculo está confinado por un castillo rodeado de siete muros, denominado la mansión de los justos. A pesar de no haber pecado y aún teniendo méritos, al no ser bautizados, no les servirán para salvarse. Entre los que habitaban el primer círculo están: Aristóteles, Sócrates, Platón, Virgilio y Zenón. El segundo círculo estaba catalogado como el de la lujuria y como su nombre lo dice aquí se encontraba Dante con los lujuriosos y las personas que pecan por amor utilizándolo para bien propio. El juez es Minos y los sumerge en un gran torbellino que les agobia en la soledad absoluta; el concepto de soledad parece ser su causa a largo plazo a las personas que en su ansia lujuriosa buscan placer inmediato y acaban en penumbra debido a no saber fomentar un placer más contemplativo y prefieren el placer carnal instantáneo. Estas personas en lugar de hacer lo que dice la frase de Rainer Maria Rilke [5]“ama tu soledad y soporta el sufrimiento que te causa” se resignaban y decidían afrontar las consecuencias de sus malos actos. Por otra parte está el tercer círculo denominado Gula. Observamos que el adjetivo glotones se puede referir también a avaros y, en efecto, a glotones, debido a que en la situación política de Florencia, ésta estaba gobernada por avaros, como es el ejemplo de Ciacco, Banquero, simbolizado por la glotonería en su afán de riquezas. Los glotones castigados en el suelo por una lluvia fuerte de espeso granizo mezclado con nieve, y desollados por un monstruo de tres cabezas, “Cerbero”, hijo de Tifeo, y guardián del tercer círculo. En el circulo cuarto llamado avaricia y prodigalidad, se encuentra el deseo de riquezas condena a muchas familias, la avaricia parece ser algo innato al ser humano que Dante intenta evitar por la vía de la virtud. Parece ser que el día del juicio final, hace referencia Dante a que serán más perfectos que antes del juicio, así que sufrirán más, después de la gran sentencia. En este círculo pródigos y avaros, chocando y burlándose unos de otros, arrastrados por enormes pesos que simbolizan la riqueza del avaro que se transforma en tortura; y los clérigos, cardenales y papas están cubiertos por un manantial de aguas oscuras que generan un pantano, podemos deducir el mundo oscuro generado por ellos con su poder, un pantano infernal que baña la ciudad de Dinte. Por otro lado está el quinto y sexto círculo los cuales están conformados por la ciudad de Dinte. Aquí se encuentran herejes, libres pensadores, materialistas y orgullosos. Los herejes metidos en sepulcros de fuego arden por la furia divina. El orgulloso hace verse y destacar, hombres como Felipe Argenti de gran fuerza, iracundo y condenado a permanecer allí, como dice Confucio [6]“si te enfadas, piensa en las consecuencias” Argenti en ningún momento pensó que le podría pasar. El orgulloso finge gloria e intenta que su memoria sea grande, su recuerdo magnificado, y como ha sido condenado lo que Dante llama su sombra, su espíritu está encerrado y furioso. En el séptimo círculo denominado el de la violencia era vigilado por el mino tauro, y estaba dividido en tres aros cada uno de ellos comienza a tener decisiones que albergan una pena en particular. Podemos observar que a partir del bajo infierno se comienza a castigar la violencia de mayor trascendencia social, no como en el alto infierno que los pecados castigados son de carácter más individual. La actitud de Dante hacia los pecadores cambia a partir de este círculo. Si primero se muestra más compasivo, ahora mostrará una actitud más hostil. En el primer aro están los violentos contra el prójimo, los cuales están en el rio de sangre, [7]“en el cual hierven aquellos que han procedido violentamente contra el prójimo” y estos están seguidos del segundo aro donde nos encontramos a los suicidas, violentos

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