Don Quijote
Enviado por holaestrella • 5 de Febrero de 2015 • 4.560 Palabras (19 Páginas) • 241 Visitas
El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha
Las peregrinas fantasías de un pobre loco que, acompañado de su rudo y fiel escudero, sale al mundo en busca de aventuras, el fino humor que tiñe todas las aventuras y sobre todo la humanidad que emana de los dos personajes inmortales de Miguel de Cervantes y Saavedra, hacen del Quijote una de las obras maestras de la literatura universal.
Intención de la Novela
Al escribir el Quijote, Cervantes se proponía ridiculizar los libros de caballería, que gozaban de una enorme popularidad en la época. «No ha sido otro mi deseo - declara el autor en el último capítulo- que poner en aborrecimiento de los hombres las fingidas y disparatadas historias de los libros de caballería.» En efecto, toda la obra constituye una parodia de la literatura caballeresca. La escena en la que el héroe se hace armar caballero en una venta que él imaginaba castillo; el realizar sus proezas en nombre de una dama que es una simple moza campesina, de la cual, sin embargo, habla como si fuese una gran princesa; la rica ganancia del yelmo de Mambrino, en realidad una bacía de barbero; el intento de luchar contra leones, del mismo modo que tantos caballeros andantes lo hicieron con fieras reales o fabulosas; o la ridícula penitencia en Sierra Morena, son algunos ejemplos de la caricaturización de los libros de caballería en el Quijote.
Argumento de la obra
La acción principal de la novela gira en torno a tres salidas que el protagonista hace por tierras de La Mancha, Aragón y Cataluña. Las dos primeras se narran en la primera parte, publicada en Madrid en enero de
1605 con el título de El Ingenioso Hidalgo Don Quixote de La Mancha, y la tercera en la segunda parte, que vería la luz en 1615.
El hidalgo Alonso Quijano, llamado por sus vecinos el Bueno, enloquece leyendo libros de caballero andante, bajo el nombre de don Quijote de La Mancha y lanzarse a la aventura a cumplir con su ideal: reparar injusticias, proteger a los débiles, destruir el mal y merecer por sus proezas a su dama, Dulcinea del Toboso (en realidad la fregona Aldonza Lorenzo, idealizada por él y que no aparece en toda la novela).
Con unas armas anticuadas y un viejo caballo - Rocinante- hace su primera salida y llega a una venta que él imagina castillo, donde se hace armar caballero por el ventero. En una de sus primeras empresas es brutalmente golpeado por unos mercaderes y lo recoge malherido un vecino suyo, que lo lleva a su casa, ocasión que aprovechan su sobrina, el cura y el barbero para destruir sus libros y desaparecer su biblioteca. Una vez recuperado, convence a un rudo labrador, Sancho Panza, para que le sirva como escudero y, junto a él, sale a correr nuevas aventuras. Pero siempre sale mal parado: los molinos de viento que él cree gigantes lo derriban, unos arrieros lo apalean, es apedreado por un grupo de delincuentes a los que había dado libertad, etc. Sus amigos, el cura y el barbero, van a buscarlo y lo hallan en Sierra Morena, donde hace penitencia por su dama. Posteriormente, mediante un engaño, lo devuelven a su casa enjaulado.
En la segunda parte,(consta de 74 capítulos), don Quijote, obstinado en creerse caballero andante, sale de nuevo en compañía de Sancho Panza. En sus correrías vence al caballero de los Espejos, que no era otro que su amigo Sansón Carrasco, en un intento de devolverle la cordura. En Aragón llegan a los dominios de unos señores que, siguiendo la corriente a Don Quijote, se burlan de su locura y de su escudero, a quien nombran gobernador de la "ínsula de Barataria" y subiéndolos en el caballo Clavideño. Después de muchas aventuras alcanzan Barcelona, donde don Quijote es derrotado por el caballero de la Blanca Luna, de nuevo Sansón Carrasco, que le impone la obligación de regresar a su pueblo. Completamente abatido retorna a su casa y allí muere, después de haber recobrado la lucidez.
Don Quijote y Sancho Panza
Los personajes principales de la obra, en torno a los cuales los demás forman el marco, son Don Quijote y Sancho Panza. El primero es un loco, y su locura es la base de la novela, que se inicia cuando aquélla se manifiesta y acaba cuando el protagonista recobra la razón. En la primera parte, don Quijote voltea la realidad que se le ofrece ante los ojos acomodándola a sus fantasías.
La figura de Sancho resulta de vital importancia. Por un lado, sirve para dar pie al diálogo. Las conversaciones entre don Quijote y Sancho son uno de los mayores atractivos de la novela. Por otro lado, es el pretexto para mostrar dos caracteres diferentes, uno al lado del otro. Sancho es una persona simple, ruda y glotona y Don Quijote es la extravagancia personalizada. En la primera parte, Sancho aparece como la persona encargada de hacerle ver a Don Quijote que sus fantasías no son reales, sin embargo, en el transcurso de la novela, Sancho va enloqueciendo y participando en esas fantasías.
La segunda parte del Quijote ofrece aspectos muy distintos a los anteriores. El héroe sigue creyendo que se halla en el mundo de los caballeros andantes, pero ahora no cambia la realidad; son los que lo rodea quienes, engañándole, le hacen ver un mundo de fantasía, y en ello consiste la burla de los duques, que trastornan incluso a Sancho. En su búsqueda de aventuras, primero las creó su imaginación, luego fueron los engaños de otros, y cuando aparece la posibilidad de la aventura real, en Cataluña, con una cuadrilla de forajidos y un bergatín turco, don Quijote se muestra desinteresado. Sólo al final, tras ser vencido por el caballero de la Blanca Luna, comprende don Quijote, derrotado física y espiritualmente, el engaño en que había vivido.
Estilo de la obra
Salta a la vista en la narración una diferencia notable entre la primera y la segunda partes. En la primera se introducen algunos relatos ajenos a la
historia de don Quijote y Sancho, que se limitan a escuchar lo que otros personajes dicen. Estos relatos, que ocupan cierta extensión, son el episodio de la pastora Marcela, las novelas cortas El curioso impertinente y la Historia del cautivo, y los amores de Luscinda y de don Fernando y Dorotea. Cervantes se abstiene de añadir relatos que rompan la unidad y don Quijote y Sancho son los únicos protagonistas.
La prosa del Quijote contiene descripciones detallistas de las peleas, tumultos, de cada una de las escenas y capítulos del Qiuijote, lo cual transmite una sensación de presencia en la obra al lector.
En los diálogos todos los estilos de lengua tienen cabida: desde el lenguaje culto, pomposo, arcaico. Sancho está salpicado de comentarios y dichos populares.
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